Bajas pensiones y medicamentos: las razones de los jubilados para trabajar
SOCIEDAD. Enfermedades crónicas y fuerte disminución de sus ingresos obligan a los adultos a buscar empleos para subsistir.
La compra de medicamentos y ayudar en los gastos familiares están entre los motivos que obligan a los adultos mayores a buscar un trabajo después de jubilar.
El debate sobre si la capitalización individual alcanza para una "pensión digna", se reabrió con el recurso de protección de una profesora antofagastina que llevó su caso a la Corte de Apelaciones.
La jubilada solicitó retirar sus ahorros previsionales, ya que recibe una pensión de $185 mil, cifra que no alcanza para pagar el dividendo de su casa, quedando expuesta a perder su propiedad. La Corte elevó un requerimiento al Tribunal Constitucional (TC), para que determine si existe conflicto entre el derecho de propiedad, y el Decreto Ley 3.500 que regula el sistema de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
La consulta será revisada por el TC en los próximos días, tribunal que debe resolver primero si entrará a discutir el fondo del requerimiento.
Casos
"Sigo trabajando porque no me alcanza para comprar mis medicamentos para el cáncer, la necesidad está, porque con la pensión no es suficiente", relató el contador que prefiere identificarse como Arnoldo.
Recientemente a los 64 años y por una enfermedad, comenzó a recibir una pensión de invalidez cercana a los $300 mil. Por el alto costo de los remedios que requiere, ahora ayuda en el negocio de su hijo para conseguir una entrada extra de recursos.
Hay otros casos en los que las pensiones a penas llegan a una tercera parte del sueldo mínimo, como le ocurre a Elizabeth de 63 años, quien se desempeña como asistente de un receptor judicial.
Padece de una enfermedad crónica y la pensión de 120 mil pesos que recibe no alcanzan ni para cubrir sus gastos básicos ni médicos.
"Trabajé 35 años y 15 como dependiente. Después me retiré y coticé 20 años como independiente. Pese a que estoy jubilada, trabajo porque sufro de artritis reumatoide y gasto más del 50% de mi jubilación en medicamentos", explicó Elizabeth.
Andrés tiene 69 años y a los 51 jubiló anticipadamente, aunque sus dos hijos están en la universidad y necesita trabajar.
Hoy está a cargo del negocio de su esposa fallecida. "Con mi pensión no me alcanzaba para pagar la educación de mis hijos, debía seguir trabajando para asegurarles su futuro y cubrir sus gastos", contó.
Nina López es la abogada que representa a la profesora María Ojeda, cuyo recurso de protección por la propiedad de sus ahorros terminó con el requerimiento al TC.
Señaló que los parámetros económicos que manejan la Superintendencia de Pensiones empeoran la situación. "Las tazas de aumento de la esperanza de vida, provoca que las pensiones sean cada vez más bajas. Esta situación afecta a casi el 80% de todos los jubilados, teniendo que seguir trabajando -si es que su salud se los permite- considerando que los trabajos a los que pueden acceder, mayoritariamente son de remuneración baja", expuso la profesional.
Y apuntó que se necesita un estudio a fondo de las verdaderas condiciones de los jubilados.
También López se refirió a que el Estado debe supervigilar las pensiones según la Constitución. "¿Cómo las supervisa el Estado, si él mismo permite que estos factores empeoren las pensiones?. El Estado en lugar de cumplir con su labor constitucional, hace todo lo contrario. Eso agravado con estos factores que son envejecer artificialmente a la población, porque tampoco es cierto que la población vive hasta los 110 años", cuestionó.
Encuesta
En 2017, la La Universidad Católica y la Caja Los Andes publicaron los resultados de la Encuesta Nacional de Calidad de Vida en la Vejez.
Entre los datos, la medición recogió que en los últimos tres años aumentó un 32% la cifra de adultos mayores que trabaja.
Un 82% de ellos está en desacuerdo con la idea de aumentar la edad de jubilación, iniciativa que había sido discutida, pero que fue descartada.
"Sigo trabajando porque no me alcanza para comprar mis medicamentos para el cáncer, la pensión no es suficiente".
Arnoldo,, jubilado de 64 años
"Pese a que estoy jubilada, trabajo porque sufro de artritis y gasto más del 50% de mi jubilación en medicamentos".
Elizabeth,, jubilada de 63 años
"Con mi pensión no me alcanzaba para pagar la educación de mis hijos, debía seguir trabajando".
Andrés,, jubilado de 69 años
"Los trabajos a los que pueden acceder, mayoritariamente son de remuneración baja".
Nina López,, abogada en, caso pensión en el TC