Sergio Gaytán, amigo y maestro
Escribir sobre Sergio Gaytán, en estos momentos, es difícil pero necesario. La palabra que brota es simple y poderosa: gratitud. Para un desconocido en el mundo de las letras, que alguien como Sergio decidiera no solo apoyar, sino brindarle su amistad y confianza, fue un espaldarazo difícil de creer. El respeto de un grande es en sí un halago que obliga estar a la altura. Pero su carácter estaba desprovisto de afectación y pedanterías. Era en su mesa, con sencilla cordialidad, donde se expresaba su amistad, su riqueza humana y su enorme intelectualidad. Fueron tantas las jornadas en su hogar, donde al calor de unas cuantas copas pasaban las horas de conversación sobre nuestra historia antofagastina, sus creadores, el rescate de nuestro patrimonio y los proyectos en que cada uno trabajaba con ahínco. La colaboración desinteresada era la norma.
Pero más allá de papeles y libros, afloraba la sencillez del amigo. La comida en la mesa, el vino generoso, la especialidad de la casa (¿quién podrá replicar el famoso aderezo de Gaytán?), eran señas de una llaneza proverbial. Asombraba ver como llegaban a la casa de Ossa tantas luces de nuestra cultura, todos(as) en un ánimo de fraternal sencillez. La intimidad era única: entre historia y versos, las correrías de su nieto nos sacaban más de una sonrisa.
Sergio podía ser duro, tozudo y quizás lapidario, con una honestidad a la que muchos no están acostumbrados. Pero ella siempre fue signo de honradez intelectual, que descansó en la fortaleza de la evidencia, de la fuente inequívoca. Esa misma rigurosidad la exigió de todos nosotros, la que será nuestra norma gracias a su franca firmeza. Una vez, durante la habitual tertulia, nos dijo: "hay tanto por hacer, tanto por trabajar". Su partida nos deja un poco huérfanos, faltos de su opinión sincera y de su rudo afecto. Lo lloramos con crudeza, pero, como dice una dedicatoria escrita en su último libro, seguiremos "en estas anchas rutas que debemos continuar".
Patricio Espejo Leupin Geólogo y escritor