La novelista polaca Olga Tokarczuk y el autor austríaco Peter Handke, dos escritores cuyas obras están profundamente entrelazadas con las deficiencias religiosas, éticas y sociales de Europa, ganaron el Nobel de Literatura 2018 y 2019, respectivamente.
El inusual anuncio doble se produjo tras no haberse entregado un galardón el año pasado debido a las acusaciones de abuso sexual que sacudieron a la Academia Sueca, que otorga los premios literarios.
Pero si esperaban este año entregar los premios sin polémica, probablemente terminen decepcionados.
La Academia Sueca llamó a Handke "uno de los escritores más influyentes en Europa" tras la Segunda Guerra Mundial y lo elogió por explorar "la periferia y la especificidad de la experiencia humana" con ingenio lingüístico.
Pero el autor de 76 años ha enfrentado críticas durante años por su vigorosa defensa de los serbios durante las guerras de los años 90, que devastaron los países balcánicos mientras Yugoslavia se desintegraba. Habló en 2006 en el funeral del exlíder serbio, Slobodan Milosevic, entonces acusado de crímenes de guerra, y lo calificó de "un hombre más bien trágico".
Handke -que una vez llamó a la abolición del Premio Nobel- dijo que estaba "asombrado" de recibirlo. "Nunca pensé que me escogerían a mí", dijo a la prensa afuera de su casa cerca de París. "Fue muy valiente por parte de la Academia Sueca este tipo de decisión. Esta es gente buena", agregó.
Carrera
Desde su primera novela, "The Hornets" (1966), Peter Handke se hizo famoso con obras que combinan la introspección con rasgos provocadores. En una de sus primeras obras, "Ofender a la audiencia", los actores insultan a los espectadores.
Ha escrito guiones, varios de ellos para el director alemán Wim Wenders, quien también llevó al cine la novela de Handke de 1970 "El miedo del arquero al tiro penal".
Fue elogiado por la Academia Sueca por sus escritos fuertes sobre la catástrofe, como "Desgracia impeorable", su novela de 1972 sobre el suicidio de su madre.
Pero su firme apoyo a los serbios durante las guerras de los Balcanes de los 90 lo ha puesto en desacuerdo con muchos otros intelectuales de Occidente.
En un ensayo de 1996, "Justicia para Serbia", Handke acusó a los medios noticiosos occidentales de presentar a los serbios como agresores en las guerras que llevaron a la división de Yugoslavia.
Negó que hubiera existido un genocidio cuando tropas serbio-bosnias masacraron a unos 8 mil hombres y niños bosnios musulmanes en el enclave de Srebrenica en 1995, y fue un opositor de los bombardeos aéreos de la OTAN contra Serbia en respuesta a las medidas violentas de ese país en Kosovo a fines de los 90.
En una entrevista con la televisora estatal serbia a principios de este año, Handke dijo que quienes ordenaron los bombardeos "no pertenecen a Europa y al planeta Tierra".
Las posturas de Handke llevaron al novelista Salman Rushdie en 1999 a llamarlo un contendiente al "Imbécil Internacional del Año". El publicista de Rushdie en la editorial Penguin Random House dijo ayer que el autor se apegaba a lo que escribió en 1999.
Polaca
La selección de Olga Tokarczuk fue bien recibida por autores liberales y lectores en su Polonia natal y más allá.
La novelista de 57 años es una de las escritoras más famosa de su país, conocida por abordar temas humanos y por su estilo juguetón y subversivo. La academia dijo que fue elegida por obras que exploran el "cruce de fronteras como una forma de vida".
Tokarcuzk ha sido atacada por la derecha nacionalista polaca, e incluso ha sido amenazada de muerte por criticar aspectos del pasado de su país, incluyendo sus episodios de antisemitismo.
Su novela de 2014 "Las escrituras de Jacob" aborda la conversión por la fuerza de judíos polacos al catolicismo en el siglo XVIII. Su libro "Sobre los huesos de los muertos" es un thriller policíaco con temas pro feministas y pro animales que por momentos ofrece una descripción poco halagadora de la vida en un pequeño pueblo polaco.
Ganó el Premio Internacional Man Booker en 2018 por "Flights", que combina relatos de viajes de nuestra época con historias como la de un anatomista del siglo XVII que disecó su propia pierna amputada y el traslado del corazón del compositor Frederic Chopin de París a Varsovia tras su muerte.
La escritora se mostró "muy feliz y orgullosa" de haber sido premiada con Hanke, dos escritores de Europa central, lo que tiene "mucho significado" para ella. Dicha región tiene ahora "problemas con la democracia. Estamos intentando encontrar nuestro propio camino sobre cómo lidiar con estos problemas", expuso.
Ambos ganadores de nobel literario recibirán un premio en efectivo valorado este año en 9 millones de coronas (918 mil dólares), una medalla de oro y un diploma.