De la palabra al emoji: cómo nos han cambiado las redes sociales
SOCIEDAD. Apps y plataformas ofrecen la posibilidad de comunicarse con amigos y familiares en cualquier lugar del mundo, pero qué pasa cuando su uso reemplaza al contacto interpersonal. Qué se gana y qué se pierde con esta nueva forma de relacionarnos.
Siomara e Ignacio mantuvieron su relación mediante redes sociales durante un año debido a que él ganó una beca para estudiar en Alemania.
Estas plataformas cumplieron un rol fundamental durante ese periodo, pues, según comentan ambos jóvenes, les permitieron sentirse cerca pese a estar en distintos continentes.
"Ignacio tenía programado su viaje de mucho antes de conocernos. Un mes antes de irse a Alemania, me pidió pololeo, así que parte del comienzo de nuestra relación fue por redes sociales. Logramos calzar los horarios de Alemania y Chile para hablar por WhatsApp y así pudimos estar comunicados. Hoy llevamos cuatro años juntos", dijo la joven.
Fenómeno
La masificación de las redes sociales permite eso y más. Actualmente estas aplicaciones cumplen un rol importante en la vida diaria, facilitando la comunicación a distancia e instantánea con personas que, de otra forma, estarían fuera de alcance.
Pero su uso intensivo no es inocuo. Todo lo contrario, tiene consecuencias.
En efecto, las redes sociales han transformado la dinámica afectiva a todo nivel. Hoy estas plataformas ofrecen emojis, stickers o gifs que expresan las más diversas emociones.
Así, el amor se manifiesta enviando una simpática carita con ojos de corazón, mientras que un "happy birthday" animado servirá para saludar a un amigo en su cumpleaños.
Para el psicólogo clínico Diego Pérez Egaña, estas herramientas no sustituyen el contacto persona a persona, sino que "solo son otra forma de expresarlas".
Además, advierte que estos símbolos son más limitados, por lo que no pueden homologarse a la comunicación presencial.
"Puedes falsear lo que sientes, ya sea por cortesía, por conveniencia, etc. Por el contrario cuando conversas en vivo y en directo, tu lenguaje no verbal es difícil de falsear, pues el cuerpo se rige por lo inconsciente, a menos que seas actor o actriz", explicó.
Otra limitación del lenguaje virtual, específicamente del escrito, es la falta del paralenguaje, es decir de la entonación, volumen, fluctuación, etc. Todos estos elementos le dan una connotación al mensaje, aspecto que se pierde en la comunicación escrita.
"Son herramientas que buscan hacernos la vida más fácil, pero a la vez nos hacen caer en vicios relacionales que merman la calidad de los vínculos que establecemos con los demás", resumió el profesional.
Necesidad
En estos días, estar conectado a estas plataformas se ha vuelto necesario, ya sea por fines laborales, académicos o para mantener contacto con nuestro círculo social.
La doctora en ciencias humanas y académica de la Escuela de Periodismo de la UCN, Pamela Romero, explica que nada de malo hay en el uso de estas herramientas, siempre y cuando no reemplacen la vida social de las personas.
"El problema se presenta cuando las redes sociales se transforman en lo principal de nuestra vida. Es común observar a personas que viven bajo un mismo techo comunicarse por mensajes de WhatsApp o Facebook que entablar una conversación", expuso.
Uno de los atractivos principales del uso de plataformas es la inmediatez que ofrecen.
Éstas han eliminado las distancias y creado un hábito a lo instantáneo, donde los usuarios están conectados permanentemente como parte de la vida cotidiana.
A partir de esta conducta, según manifestó Diego Pérez, el cerebro se entrena y crea la necesidad de revisar a cada minuto el dispositivo móvil, para estar atento a lo nuevo y ser integrado a la sociedad.
Esto le sucedió a Siomara e Ignacio durante el año que pololearon por WhatsApp.
"Me percaté que estaba pendiente todo el día del celular y sentía ansiedad en un principio cuando a Ignacio no le llegaban los mensajes. Tuve que entender que tenía que seguir con mis actividades cotidianas, así que nos coordinábamos para conversar todos los días a cierta hora y de esta forma no depender de este aparato", sostuvo.
Relaciones
Pero el uso de aplicaciones va más allá de la comunicación. Hoy las usamos para hacer negocios, controlar nuestros gastos, vigilar a nuestros hijos e incluso para buscar pareja.
Carolina y Andrés se conocieron gracias a la aplicación de citas Tinder. Actualmente están casados y forman parte del 40% de las parejas que se han conocido gracias a las redes sociales, según un estudio de la Universidad de Arizona.
Carolina recordó que en su perfil de Tinder tenía un par de fotos y una pequeña descripción de sus gustos.
"Yo descargué Tinder porque sentía que era una opción de conocer hombres y quizás con eso, posibles parejas, porque mi círculo social no es muy amplio. Así fue como conocí a Andrés, mi esposo", explicó.
"Soy de Santiago y cuando viajaba a Antofagasta activaba la app, y en uno de los viajes hice 'match' con Carolina", complementó Andrés.
La pareja reconoce que en su caso, el uso de la aplicación los privó del romanticismo del "flechazo" que se produce en la vida real, pero asumen que sin la intermediación de la plataforma y su algoritmo, lo más posible es que jamás se hubieran conocido.
La doctora en ciencias humanas, Pamela Romero, infiere que las redes sociales facilitan las relaciones a quienes son tímidos y actúan como una especie de compañía. Pero explicó que su uso excesivo para comunicarse puede provocar el deterioro de las relaciones interpersonales.
Por su parte, el doctor en Filosofía, Diego Pérez Pezoa, explica que la virtualización de las relaciones sociales ha provocado una "nostalgia generalizada" hacia las antiguas maneras de relacionarse, que hoy "se ven difuminadas por los ritmos acelerados de la era digital".
De esta manera, agrega, se ha perdido el deseo y la espera que caracterizaba a la comunicación epistolar, lo que implica una modificación afectiva de las relaciones sociales.
Así, perfiles y cuentas se convierten los elementos dominantes de una nueva forma de comunicación.
Aplicaciones de mayor uso en Chile
Facebook Fue creada por Mark Zuckerberg en 2004 junto a compañeros de Harvard. En 2017 alcanzó 2 mil millones de usuarios en el mundo.
Tinder Es una de las app de citas online más populares. Los usuarios tienen la posibilidad de crear un perfil y hacer "match" con otros.
Twitter Nació en 2006 y del ingenio de Jack Dorsey. Permite difundir mensajes de 280 caracteres (al comienzo eran 140), además de imágenes
Snapchat Es una aplicación de mensajería similar a Instagram. Al igual que ésta, su mayor característica es que los textos e imágenes son efímeros.
"Son herramientas que buscan hacernos la vida más fácil, pero a la vez nos hacen caer en vicios relacionales que merman la calidad de los vínculos".
Diego Pérez Egaña,, Psicólogo clínico
"Es común observar a personas que viven bajo un mismo techo comunicarse por mensajes de WhatsApp o Facebook que entablar una conversación"
Pamela Romero,, Doctora en Ciencias Humanas
Instagram Su función es subir fotos, vídeos e historias. Fue creada por Kevin Systrom y Mike Krieger y lanzada en octubre de 2010.
LinkedIn La red Social Profesional por excelencia, cuenta con más de 150 millones de usuarios, claramente orientada a las relaciones laborales.
WhatsApp Es una red social totalmente dedicada a la mensajería instantánea. Permite compartir texto, audio, video o fotografías. Se pueden crear grupos.
Spotify Es un servicio de música, podcasts y vídeos digitales en streaming que da acceso a millones de canciones. Tiene una versión pagada.
Una persona, varios perfiles
La construcción de los perfiles de las redes sociales es una de las herramientas que permite al usuario decidir qué contenido mostrar. Ante la diversidad de las plataformas, los perfiles cumplen con distintos objetivos según red social, permitiendo a los usuarios "editar la realidad". "No se puede usar la misma información de Tinder, que es una aplicación de citas, en Linkedin, que es para fines laborales, por ejemplo", indicó Carolina, quien tiene perfiles en distintas redes sociales. Recurrentemente sucede que las personas se esfuerzan demasiado por crear un perfil perfecto en redes, agrega la especialista en ciencias humanas, Pamela Romero. "Esta situación ha generado un conflicto entre la persona y el personaje que se muestra en redes sociales que suele ser más osado, más seguro y más atractivo que la persona real", finalizó la experta.
68% de los chilenos revisa la aplicación de WhatsApp cada una hora, según un estudio de Cadem. Cabe mencionar que esta aplicación de mensajería es la más usada en Chile.
40% de los usuarios de las aplicaciones de citas, han encontrado a su pareja en estas plataformas, según un estudio de Arizona realizado en 2018.
77% de los chilenos atiene acceso a internet móvil, según estudio de la universidad de Oxford el 2018. Siendo WhatsApp la aplicación más descargada, seguida por Facebook.