A dos semanas de iniciado todo un movimiento social en demanda de mejoras en la calidad de vida y equidad, jóvenes antofagastinos aportaron sus ideas desde diferentes áreas.

Voces surgidas desde la cultura, la política, el trabajo social, la dirigencia o el deporte, concuerdan en que la desigualdad es el detonante de la crisis y claman por un cambio radical que signifique mejores oportunidades para todos y el cierre de grietas que llevan décadas abiertas en la sociedad.

Los consultados concuerdan que el fenómeno se venía gestando hace años, y no fue advertido ni por los políticos ni por los gobiernos.

"Creo que lo que actualmente vivimos no es solo una contingencia de ahora, sino que es algo que se venía gestando hace muchos años. Pero la diferencia es que este malestar dejó de ser solo el sentimiento para ya hacerse manifiesto, y lo que queda es poder pensar qué es lo que esperamos del país. Ahora, debemos ser más participativos en los procesos que restan y no quedar ajenos como ciudadanos al debate sobre las demandas sociales". La gente se aburrió de las alzas en todo lo que consumimos y lamentablemente no alzan lo más importante para la población, que es el sueldo. Por eso la gente se armó de valor y salió a las calles a marchar y dar la opinión de cada uno. Lamentablemente este país tiene una vida muy cara y pensiones y sueldos muy bajos, y las personas alcanzan a llegar a fin de mes. Debemos tomar una lección".

Kelly Betancourt,, gestora cultural, Bryan Tapia,, tenista paralímpico, Milko Zenteno,, director de la, Red Ignaciana, Alberto Torres,, sociólogo, Luis Aguilera,, concejal de Antofagasta

"La ciudadanía despertó, los vecinos se conocieron y se logró entender que el problema de desigualdad que ha generado el sistema es algo transversal y que de una forma u otra afecta a todos. La lucha ya no es por las problemáticas individuales, la lucha es por las problemáticas estructurales que ha provocado el sistema y que vulnera derechos sociales día a día. Hoy las personas nos unimos y visibilizamos que este movimiento es de todos. Un primer paso es escuchar a las personas y las organizaciones sociales que vienen trabajando junto a los más vulnerados durante años, comprometer un nuevo pacto social". El término de las manifestaciones pasa por un acto republicano de Gobierno y oposición, en que ambos bloques fijen directrices comunes para el abordaje de las demandas ciudadanas. El oportunismo político no debe tener cabida, como tampoco las salidas extraconstitucionales, entre ellas acusar constitucionalmente al Presidente de la República, iniciativa que cuenta con el rechazo de vastos sectores de la oposición. Por otra parte, escuchar el mensaje de los chilenos es fundamental para el envío de proyectos de ley al Parlamento, que aborden reformas estructurales, de carácter gradual. Somos un país que históricamente ha sabido resolver problemas sociopolíticos, salvo pequeños paréntesis en nuestra historia". El descontento que ahora estamos viviendo nace porque las autoridades durante muchos años no han sabido escuchar ni tampoco trabajar por las personas. Ahora lo que resta es escuchar estas demandas y trabajar en pos de los derechos de todos los ciudadanos. Estamos frente al cierre de un ciclo en Chile y el inicio de uno nuevo, donde espero que las autoridades sepan recoger las demandas y las buenas ideas".

Mariana Barbosa,, directora TECHO-Chile, Carla Salvatierra,, periodista

"Lo que ha pasado en las últimas semanas y que forma parte de la contingencia nacional viene a reflejar la profunda sensación de descontento de la sociedad frente a la desigualdad e injusticia que se vive a lo largo del país. Existe un quiebre entre las decisiones que se toman a nivel central y las necesidades más urgentes de la ciudadanía. Para avanzar hacia una sociedad justa, necesitamos ciertos mínimos para un nuevo pacto social: más dialogo entre los ciudadanos, más voluntad de los distintos actores y que las soluciones a las principales problemáticas de la región surjan desde los mismo territorios". En un mundo donde el acceso a una cámara es cada vez más sencillo, las y los realizadores audiovisuales tenemos la obligación de registrar, montar y preservar el momento histórico que estamos viviendo. En este sentido, la contingencia plantea preguntas importantísimas para nuestro quehacer. ¿Qué decido mostrar a través de mi cámara? ¿A quién le quiero hablar con mis creaciones? ¿Cómo aporto con ellas a un Chile más justo? Sabemos que estamos viendo la caída de un sistema que no sólo ha regido Chile, sino a Latinoamérica. En este contexto, toda nuestra labor como audiovisualistas debe ser revisada, cuestionada y revalorada, tanto como individuos como colectivo". Estoy muy asombrada por la cantidad de gente que se encuentra marchando y que hoy está saliendo a manifestarse, haciéndose presente en las calles en base a un descontento social que ya todos sabemos que se viene acumulando hace mucho tiempo. Creo que a esta altura es importante que el Gobierno recoja estas demandas de forma íntegra y que no sean soluciones rápidas porque los chilenos estamos cansados de estas medidas tomadas a la ligera. Vivimos en un país que si bien tiene muchas desigualdades, con políticas adecuadas puede convertirse en una potencia. Pero hay que comenzar mejorando la calidad de vida".

Stjepan Ostoic,, realizador audiovisual