Este domingo se estrena la tercera temporada de "The Crown", una serie creada especialmente para Netflix que aborda la historia de la reina Isabel II de Inglaterra. En esta oportunidad, la producción muestra una nueva etapa de la monarca pues parte ambientada en 1964, mostrándola mucho más empoderada y madura de la mano de Olivia Colman.
Siempre bailando en una complicada línea entre la verdad y la ficción, los nuevos episodios permiten entrever una etapa más cercana de la monarquía. Aunque claro, tal como sucede en las producciones que están basadas en hechos reales, siempre hay un disconforme.
Esta vez fue Dickie Arbiter, exsecretario de prensa de la reina Isabel II, quien criticó la serie por sugerir un "infundado" romance entre la monarca y su administrador de cuadra según dijo a "The Sunday Times".
En el episodio que se menciona, según el mismo medio, la reina visita unas cuadras en Estados Unidos y Australia con Lord Porchester, su amigo y el administrador de su cuadra, al que ella llamaba "Porchie".
Ello genera las suspicacias de su marido (ahora interpretado por Tobias Menzies). "Si tienes algo que decirme, dímelo ahora", le dice la reina al principio del episodio. "Y si no, si me permites, estoy muy ocupada", añade; y aparentemente el duque decide dejar las cosas tal cual, y no dice nada. Según "The Sunday Times" la reina "siguió siendo cercana a Porchie hasta la muerte de éste en 2001". Pero también destaca que nada prueba que ambos fuesen algo más que amigos.
"'The Crown' es ficción", afirma el exsecretario de prensa de la soberana. "Nadie conoce las conversaciones entre miembros de la familia real, la gente se cuenta las historias que quiere y les da un toque se sensacionalismo", comentó.
Asimismo recordó que "la reina es la última persona en el mundo que habría siquiera considerado mirar a otro hombre". Ello porque según cuenta la historia oficial, así como la ficción histórica, la monarca se enamoró completamente del príncipe Felipe, duque de Edimburgo, con quien se casó en 1947 cinco años antes que ascendiera al trono.
El palacio de Buckingham no hizo comentarios sobre el caso.
Pero la polémica sólo sirve para aumentar las expectativas sobre la serie. De lo que se sabe, hasta ahora, en esta nueva entrega se abordarán temas como la catástrofe de Aberfan, un humilde pueblo minero galés sobre cuya escuela en 1966 se derrumbó una pila de escombros, causando decenas de muertos; y la reina apareció sólo una semana después en el lugar.
A ello se suma que se mostrará la adolescencia de Carlos (Josh O'Connor) y Ana (Erin Doherty), con un sucesor de la monarquía que aborrece su rol, y una mujer que busca mayor protagonismo. Al mismo tiempo se muestra el conflicto permanente entre el príncipe heredero y su madre por cómo se debe hacer cargo del trono -aunque a sus casi 71 años está más lejos que nunca el quedarse con la corona-, así como su conflictiva relación con Camila.
A ello, por supuesto, se suman otras intrigas de palacio y conflictos familiares que se extenderán por 10 capítulos. Al mismo tiempo, ya comenzaron las grabaciones de la cuarta parte, en la que aparecerá Diana de Gales y su conflictivo matrimonio.