Dos análisis para desmenuzar las claves de una crisis que ya cumplió un mes
CRISIS SOCIAL. César Trabucco, sociólogo y Cristian Rodríguez, director del Instituto de Políticas Públicas respondieron seis preguntas del momento del país. 1. ¿A un mes de iniciados los hechos, qué es lo que más le impresiona? 2.¿Cómo puede explicarse el nivel de violencia vista durante estos días? 3.Respecto al origen del problema, el malestar, por qué estima que emergió en estos tiempos? 4.¿Qué explica la larga duración de la crisis? 5.¿Cómo observa la labor del gobierno en la gestión del conflicto? 6.¿Por dónde pasa la salida de la crisis?
"Ojo con intentar cooptar el movimiento con prácticas que todos conocemos"
Además de los niveles de violencia, la incapacidad de la institucionalidad política para el procesamiento del conflicto transformándose así dramáticamente en parte del problema y no de la solución. La atomización del cuerpo social y la desmovilización de la ciudadanía desde el momento de la transición cobra así la factura.
Los niveles de violencia expresan una rabia concreta y una simbólica. Mucho de la destrucción tiene que ver con las representaciones del modelo AFP, bancos, isapres, farmacias, las instituciones públicas que se vinculan con prestaciones cotidianas y otras que han contribuido al deterioro de la convivencia como iglesias y supermercados (que en el caso de Antofagasta figuraban curiosamente como las más respetadas).
Por otro lado la violencia en la represión por parte del Estado ha vulnerado de manera importante derechos humanos generando así una espiral compleja de contener. Pero no hay que confundir la violencia con el movimiento ciudadano.
Yo creo que esto fue un proceso de larga acumulación que reventó tras la frustración de ver que la promesa de un crecimiento económico que chorrearía a todos puso un punto crítico. La promesa incumplida de "los tiempos mejores "y la constante alzas que afectan a cada uno de los ciudadanos operó como el gatillante. Pero el problema no es solo económico, la desigualdad se expresa en todas las áreas: para algunos la cárcel y para otros clases de ética, corrupción, colusión, evasión están en la mezcla explosiva.
Tiene que ver con las incapacidades políticas de parte de todos los involucrados en el conflicto y con un modelo que solo incentiva consumidores endeudados más que ciudadanos. Hoy ese paradigma cambió y muchos siguen operando con lógicas del día 17 de octubre.
El gobierno quedó es estado de shock fundamentalmente por su incapacidad de leer correctamente lo que ocurre. Partió con la tesis de la guerra y ahora llama a grandes acuerdos para los cuales tiene serios problemas para implementar dentro de la lógica del modelo que intenta sostener. Preso en un quiebre político en su alianza está inmovilizado esperando que ellos negocien su propia ineficiencia.
La salida de la crisis debería funcionar con tres tiempos que operan en simultáneo; uno inmediato es resolver problemas de orden público atendiendo las demandas; otro mediato, pasa por resolver problemas vía ley en temas urgentes como precio remedios, pensiones y salarios y uno de largo plazo: el constitucional.
"(Hay) un camino de solución que para ser aplicable requiere de un cambio paradigmático... asumir que la soberanía radica hoy en los ciudadanos".
César Trabucco, sociólogo
"La extensión de la crisis tiene que ver con los problemas y la debilidad de la política"
El despertar de la conciencia de miles de ciudadanos frente a las desigualdades, los abusos y las demandas insatisfechas por una vida digna, en un país cuyo crecimiento económico ha sido considerable, pero donde sus beneficios económicos no se distribuyeron con equidad.
La movilización legítima que hemos observado no tuvo una respuesta rápida a las demandas plateadas. La represión y violación de Derechos Humanos debilita a la autoridad, y deja un espacio indeseado de anarquía que ha sido aprovechado por las minorías violentas y la delincuencia, cuestiones que deben ser rechazadas y condenadas.
Aunque desde la década de los 90 disminuyó de manera considerable la pobreza (que estaba en torno al 45%) y se desarrolló una amplia clase media; sin embargo, esta última quedó socialmente desprotegida, expuesta a los abusos de un mercado desregulado en ámbitos fundamentales como la previsión, la salud y la educación. El estallido social apareció porque el costo de la vida aumentó, profundizando la precarización del bienestar de amplios sectores que no encontraban una respuesta de la política a su condición.
Las respuestas, fueron erráticas, lentas y graduales para entender y abordar un estallido social con pocos antecedentes históricos similares. La extensión de la crisis tiene que ver con los problemas y la debilidad de la política en nuestro tiempo, es un enorme remezón para las elites dirigentes del país.
Al principio, sin comprender la magnitud del estallido y sus fundamentos sociales, económicos y políticos, por tanto errático. En cambio, ahora creo que ha comprendido que le toca conducir un proceso de transformaciones, para lo cual empieza a adoptar las respuestas sociales y políticas correctas para una nueva etapa de la historia del país. Tengo la esperanza que está encontrando el camino y que nuestra democracia saldrá robustecida.
Por impulsar respuestas políticas, sociales y económicas de magnitudes similares al problema que expresó la sociedad chilena. La política nacional tiene una enorme responsabilidad, no puede seguir marcando el paso; también tiene la oportunidad de dejar su espacio de confort y buscar las respuestas a las necesidades de las personas.
Este es un momento en el cual la política tiene grandes desafíos con el país y la región.
"Tengo la esperanza que (el gobierno) está encontrando el camino y que nuestra democracia saldrá robustecida".
Cristian Rodríguez, Director del IPP