La diabetes en la salud de chilenos
La mala nutrición ocupa un lugar protagónico al evaluar el estilo de vida que llevan los chilenos. Es uno de los factores de riesgo que potencia esta enfermedad. La Organización Mundial de la Salud estima que para el año 2035, más de 590 millones de personas padezcan esta patología en el mundo. El número de diabéticos en América se triplicó desde 1980.
Hace poco se recordó el Día Mundial de la Diabetes, para formar conciencia sobre la enfermedad que está en aumento en el mundo y, especialmente, en Chile, tomando en consideración que el 12,3% de los chilenos la padece, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud 2016-2017. Pero esa tasa podría ser mayor, ya que muchos no han sido diagnosticados porque no presentan síntomas.
Ésta es una enfermedad crónica silenciosa y subdiagnosticada que puede tener una causa genética o autoinmune, que afecta cada día a más personas. Los diabetólogos estiman que aproximadamente el 50% de los diabéticos no saben que la padecen y al momento del diagnóstico, una alta proporción de los pacientes ya presentan complicaciones neurológicas, vasculares, renales u oftalmológicas asociadas.
Nuestro país tiene una de las tasas de prevalencia de diabetes y obesidad más altas del continente y junto con la hipertensión se han convertido en patologías causantes de enfermedades invalidantes, que pueden llevar a la muerte. La obesidad y sobrepeso, especialmente en los niños, debido a la alimentación poco sana y la falta de actividad física, han conducido a un fuerte aumento de los índices de diabetes y el riesgo de la enfermedad es cada vez más precoz.
La Subsecretaría de Salud Pública ha dado a conocer que en siete años el ingreso de pacientes diabéticos a los programas cardiovasculares en Chile creció 57%, lo que se traduce en que cada año entra un promedio de 10 mil personas.
Expertos dicen que la mejor forma de prevenirla es que la población siga una alimentación saludable, evitando sobre todo los alimentos ultraprocesados -altos en calorías y pobres en nutrientes- y las bebidas azucaradas, a la vez que realicen actividad física en forma regular para mantener un peso saludable.
Si bien leyes como el etiquetado de los alimentos ayudan a reducir los problemas de obesidad -y con ello varias patologías, todo dependerá de que haya verdaderamente cambios en los hábitos de alimentación de las familias, por ejemplo, desterrando el consumo de comida chatarra, sobre todo en los niños, y realizando más actividad física.