Eugenio Sugg Gálvez
Un escenario complejo, marcado fundamentalmente por la evolución de la crisis político-social a nivel nacional y el desenlace de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, es el que anticiparon distintos economistas para la economía regional en 2020.
Pese a las mejoras en las perspectivas para la cotización del cobre, los expertos advirtieron sobre la eventualidad de un proceso inflacionario que aumente el costo de la vida y un crecimiento de la participación en el mercado laboral que podría aumentar los índices de informalidad y acentuar la tendencia a la baja que vienen experimentando los sueldos en la zona.
En esa línea, el director del magister en Gerencia Pública y Desarrollo Regional de la Universidad Católica del Norte (UCN), Manuel Pérez, aseguró que las políticas que deberá impulsar el gobierno de forma inmediata son todas aquellas orientadas a apoyar a las MyPES.
Demanda
Eso, con el objetivo de "recuperar la infraestructura dañada y el empleo perdido en ellas, así como impulsar a la demanda mediante un aumento del gasto público para recuperar lo antes posible las expectativas positivas de inversión de los agentes privados", dijo.
Asimismo, admitió que en el marco internacional -y de forma exógena a la política que se pueda aplicar por el gobierno para favorecer la recuperación- "será necesario que el comercio internacional se recupere, mejorando las expectativas de crecimiento económico nacionales".
El peligro de la inflación
La variación de la economía regional tradicionalmente se medía a través del Índice de Actividad Económica Regional (Inacer), no obstante el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) tomó la determinación este año de descontinuar esa serie, por lo que técnicamente se hace complejo analizar y proyectar su evolución.
Pese a ello, el decano de la facultad de Economía y Administración de la UCN Dusan Paredes, explicó que las proyecciones de crecimiento regional para el próximo año van a estar condicionadas principalmente por dos variables: la situación político-social del país y la evolución del costo de vida.
"Será fundamental la capacidad del país para organizar la institucionalidad. En la medida que el sector privado y financiero sienta que las reglas están claras, eso va a ayudar mucho", dijo.
Y agregó que hay un aspecto sobre el cual no se ha puesto mucha atención aun y que puede resultar determinante: La inflación.
"Cuando el gasto público crece en los niveles que lo está haciendo actualmente, todos los economistas saben que puede provocar presión inflacionaria. Hay crecimiento del gasto, pero no crecimiento económico", advirtió.
Lamentablemente, no hay un indicador que muestre la variación en el costo de la vida regional, entendiendo que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) que entrega mensualmente el INE es una medición nacional.
"Nosotros estamos trabajando en una plataforma, un observatorio que va a levantar un índice de precios regionales y esperamos comenzar a aportar pronto en esa materia", cerró Paredes.
Mejor perspectiva para el cobre
La última proyección de precios del cobre entregada por Cochilco en agosto estimó para 2020 un valor promedio de US$ 2,90 la libra, fundamentada básicamente en las tensiones macroeconómicas y geopolíticas globales lo que deterioró las expectativas de crecimiento mundial; y a que China enfrenta un ciclo de desaceleración económica que ha socavado las expectativas de demanda del metal en el corto plazo.
No obstante, ese análisis no incorpora los últimos acercamientos entre las dos principales potencias económicas mundiales, lo que podría favorecer la cotización del metal rojo en el mediano plazo.
Proyecciones económicas para el 2020 Deterioro del empleo y salarios Optimismo inmobiliario Leve alza de las exportaciones
Manuel Pérez, director del magister en Gerencia Pública y Desarrollo Regional de la UCN explicó que el mercado de trabajo regional se encuentra en una situación de nuevo equilibrio respecto a lo que se observó tras el súper ciclo, al producirse un cambio en el nivel de ingreso de los ocupados, el cual lleva ajustándose a la baja en términos reales desde 2015: el ingreso mediano real descendió entre 2015-2018 un 7,3% según la Encuesta Suplementaria de Ingresos 2018.
"El escenario venía en deterioro desde antes del estallido social (en parte, pudiendo ser explicativo del mismo). Todo fruto fundamentalmente del deterioro en las relaciones comerciales internacionales, que afectó los intercambios de bienes y servicios globales e impactó de forma directa sobre la capacidad de crecimiento regional".
Este deterioro en el ingreso impulsó la actividad laboral en la región. "En aquellos hogares donde el jefe de familia perdió su ingreso -o lo vio reducido- los potenciales activos laborales del grupo familiar se pusieron a buscar empleo con el fin de suplir la caída de renta en el hogar. Ese factor explica el importante crecimiento de la población activa, la cual pasó de 273,2 mil individuos en agosto-octubre de 2017 a 315,8 mil en el mismo trimestre de este año".
Según Pérez, lo anterior tuvo impacto sobre la informalidad laboral que pasó de 61,9 mil personas en agosto-octubre de 2017 a 72 mil en el mismo trimestre de 2019 (crecimiento del 16.2%). "La informalidad se convirtió en un mecanismo de integración al mercado de trabajo para la población activa", dijo.
Con esa dinámica y los acontecimientos tras el 18 de octubre, advirtió que "es esperable que con motivo del impacto negativo en las expectativas económicas a corto plazo, que afecta de forma directa la inversión y consumo, así como el deterioro de la infraestructura en el comercio (principalmente MyPES, que soportan parte importante del empleo), es probable que el mercado laboral presente un aumento en la población activa y empleo informal".
Esto implicará una presión a la baja de los salarios -derivado del incremento de oferta- que pudiera impactar negativamente el consumo y capacidad de creación de empleo.
La economía regional está fundamentalmente orientada al mercado exterior. Antofagasta concentra la mayor parte de las exportaciones del país, llegando inclusive a duplicar a Valparaíso o la Metropolitana. En la última década, la región alcanzó su máximo en exportaciones en 2011, cuando sumó US$28.418 millones.
El director de la escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad Santo Tomás, Cristian Delgado, explicó que posteriormente el valor de los envíos regionales entró en un prolongado declive hasta 2016, cuando la caída acumulada fue de 37%, quedando en US$17.991 millones.
"Sin embargo, desde 2017 se inicia un cambio favorable en la tendencia, que se vio desacelerado por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, quedando el año pasado en US$24.178 millones", detalló.
Esta fuerte dependencia de la economía asiática -explica- se debe a que el 90% de las exportaciones de la región corresponde a cobre, cuyo principal destino es el continente asiático. En torno al 60% del valor de los envíos.
Sostuvo que la posibilidad de un acuerdo comercial entre Estados Unidos y China ya se dejó sentir en los mercados a través de la menor volatilidad en el precio del cobre y las exportaciones.
"Si bien es una buena noticia, las proyecciones de crecimiento de las exportaciones de cobre siguen siendo discretas, debido al leve deterioro de los indicadores de crecimiento de China en 2019. Según los datos de proyección de Cochilco (1% aumento en demanda de cobre), el Banco Central (2% aumento en exportaciones de bienes y servicios) y la última tendencia mencionada -favorable desde 2017-, se espera que en 2020 las exportaciones anuales aumenten entre el 1% y 2%", dijo Delgado.
Destacó que las exportaciones regionales de octubre no fueron afectadas por el conflicto social, aumentando un 4,6% interanual.
Rodrigo Boetsch, gerente general de Inmobiliaria que desarrolla el proyecto Puerto Nuevo, aseguró que ven con buenos ojos el escenario económico para la región y el mercado inmobiliario local.
"Existen indicadores que muestran que la senda de recuperación que venía mostrando la región desde principios de este año y que en este cierre de 2019 se vio afectada producto de la contingencia país, debiese retomarse con vigor. De esta manera, el aumento de la inversión en la región, el alza del precio del cobre y un posible desenlace positivo de la guerra comercial entre China y EE.UU.-por nombrar algunos-, son elementos que permiten augurar un buen 2020", dijo.
Y destacó la encuesta del Ministerio de Economía para conocer el sentir de inversionistas y el efecto de la contingencia en sus planes. "El estudio destaca que no existe ningún proyecto de envergadura -entre ellos, mineros- que haya tomado la decisión de no realizarse por el escenario actual", cerró.
2,9% acumula el Índice de Precios al Consumidor (IPC) a noviembre de este año, según el INE.
7,3% disminuyó el salario mediano real de los ocupados en la región de Antofagasta entre 2015 y 2018, de acuerdo a los datos de la Encuesta Suplementaria de Ingresos 2018.
US$2,9 la libra es el precio promedio proyectado por la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) para la cotización del metal rojo durante 2020, levemente superior al de este año.
1%- 2% aumentará el valor de las exportaciones regionales en 2020, de acuerdo a la estimación del director de la Escuela de Ingeniería Comercial de la UST, Cristian Delgado.