13 de enero, Día del Veterano
Haciéndolo coincidir con el aniversario de las Batallas de San Juan y Chorrillos (13 enero 1881), en el año 1926 se instituyó el 13 de enero como el Día del Veterano. Tuvieron que pasar casi cuarenta años desde el término de la Guerra del Pacífico, para que aquellos sobrevivientes tuvieran un día dedicado a su heroísmo. Casi 6.000 cuerpos quedaron en el desierto extranjero nortino y más de 40.000 regresaron enfermos, mutilados, ciegos…Hoy ya no quedan veteranos vivos de aquella época y tal vez por eso este aniversario haya pasado al olvido en nuestro país, mientras que la efemérides militar que está detrás de esta conmemoración tampoco es muy recordada por la mayor parte de la sociedad chilena. Es cierto, las guerras no se justifican, sin embargo, son parte de nuestra historia país. De esta conquista del desierto heredamos un territorio norteño rico en minerales que hasta hoy constituyen el soporte de la economía nacional, y del desarrollo y bienestar de toda una nación. Chile pasó de ser un país agrícola a uno minero. En el Cementerio General de Antofagasta hay varias tumbas cuyas lápidas hacen mención que el difunto fue veterano de la Guerra del Pacífico. También, existe una cripta a los héroes de La Abtao (caídos en el Segundo Combate Naval de Antofagasta, 28 agosto 1879) y el Mausoleo de la Sociedad de Veteranos del 79 con 178 héroes que escogieron quedarse en nuestra ciudad luego de la guerra.
Recordarlos este 13 de enero es un gesto que le debemos. Sin duda, los más contentos, desde el cielo, serán nuestros "viejitos", nuestros héroes civiles, campesinos, mineros, de pueblos originarios, los sacerdotes, los niños y nuestras valientes mujeres. Tomemos en cuenta que el 80% de los chilenos es descendiente de algún veterano del 79.
Omar Contreras, cantautor iquiqueño, dice en su canción: "Veteranos olvidados que murieron sin morir/ y que a su regreso hallaron más desdichas que un porvenir/veteranos, las medallas que les dieron por sangrar/ y morir en las batallas, las cambiaron por el pan…".
Ana Olivares Cepeda, guía de Turismo Patrimonial