Comenzar a leer el resto del mundo
Todo lo que ocurre fuera de nuestras fronteras tiene implicancias a nivel doméstico. Incluso la crisis social se explica por lo que sucede hoy planetariamente. ¿Qué traerán los siguientes años? Nadie lo sabe, son parte de los misterios de la vida para lo cual se requerirá una voluntad de adaptación y aceptación que debemos cultivar.
Los chilenos todavía cargamos con una pequeña visión de mundo, muy estrecha y propia de lo que hemos sido a lo largo de la historia: una colonia pequeña, alejada del primer mundo y encerrada por el mar, la Cordillera de Los Andes, el desierto y los bravos mares del sur.
Somos harto insignificantes y el ejemplo más obvio es que el mundo incide mucho más en nosotros que nosotros en el resto del planeta.
Pero somos muy inconscientes de aquello que nos afecta y tampoco advertimos lo que ocurre alrededor nuestro y más allá, en otras latitudes.
México está en un complejo momento con el narcotráfico, Estados Unidos decidirá si continúa con Donald Trump; Argentina acaba de cambiar de mano, lo mismo que Brasil, Bolivia y Ecuador.
Perú tampoco es el mismo de hace una década, lo mismo que Colombia. El mundo está tensionado al máximo, relamiendo sus heridas, desafiando nuevos caminos y está emergiendo algo que creíamos desaparecido: un auge fascista, nacionalista, mientras parece derrumbarse la socialdemocracia que dominó discursivamente buena parte de los últimos 50 años.
Eso es el Brexit, la salida de las islas británicas de la Unión Europea, un hecho poco comprendido a nivel nacional, pero que es síntoma de algo más complejo.
Lo mismo ocurre con la irrupción de una derecha más extrema en Europa -especialmente en la ex-órbita socialista-, pero también la emergencia de China como potencia mundial, como eje del Pacífico y el repliegue, al menos momentáneo de Norteamérica, que ya no parece tan dispuesta a ser el "policía del planeta".
¿Qué traerán los siguientes años? Nadie lo sabe, son parte de los misterios de la vida para lo cual se requerirá una voluntad de adaptación y aceptación que debemos cultivar.
Ver el mundo es más necesario que nunca. Pretender calma hacia el futuro es pura ilusión, sin tener idea de cómo se mueven las ideas y cuáles son las tensiones que caracterizan a las distintas sociedades, especialmente las más importantes.