En el segundo piso de la Biblioteca Regional de Antofagasta se está presentando la exposición "El lugar más seco del mundo" del fotógrafo Cristian Ochoa.

Las imágenes mezclan fotografías del actual momento de Quillagua, poblado ubicado en el río Loa, y fotos antiguas aportadas por los mismos habitantes que muestran la época en que abundaban los cultivos en la tierra y los camarones en las aguas del río.

Hoy Quillagua tiene muy pocos habitantes, debido principalmente a la contaminación del Loa que mató los peces y camarones, y además no permite la agricultura. La mayoría de quienes se quedaron en el poblado son ancianos que se niegan abandonar el lugar que tanto quieren.

Como explica el fotógrafo Cristian Ochoa, "Quillagua, situado en el camino del inca, fue un punto de encuentro entre los pueblos ancestrales altiplánicos y los del mar. Con el auge salitrero se consolidó como centro abastecedor de productos para los campamentos mineros, principalmente de alfalfa y verduras".

Hasta que un día del año 1997, el río Loa despertó con sus aguas negras y una espuma blanca. La población e investigadores hablan de una contaminación por el químico xantato, producto de los procesos de Codelco. Esta contaminación junto a otras ocurridas anteriormente, además de la sequía del río, hizo que la actividad agrícola del oasis, desapareciera.

Hoy, Quillagua recibe electricidad y agua potable solo algunas horas del día.

Su centenar de habitantes sueñan con que su valle retome la vida y el pueblo vuelva a ser habitado.

Una de las instancias que revive al pueblo es la celebración a San Miguel Arcángel, patrono de Quillagua.