Cientos de migrantes inician una nueva caravana en dirección a Norteamérica
HONDURAS. Intentarán entrar a EE.UU. Autoridades acusan que viaje es manipulado.
Cientos de migrantes, principalmente hondureños, partieron ayer a pie o en diversos vehículos desde San Pedro Sula con la esperanza de formar el tipo de caravana que llegó a la frontera de México con Estados Unidos en 2018.
Algunos agitaban banderas hondureñas y entonaban consignas contra el presidente Juan Orlando Hernández al iniciar el trayecto hacia la frontera con Guatemala.
La mayoría de los intentos de formar caravanas en 2019 se toparon con la policía y la Guardia Nacional en México, presionado por Estados Unidos para impedir que los inmigrantes lleguen a la frontera.
"Aquí no vivimos, sobrevivimos", dijo Elmer García, de 26 años, proveniente de Comayagua. "Entonces da igual, da igual morir allá que morir aquí", mencionó. Gerson Noé Monterroso, de 34 años, está desempleado desde hace cinco años. Partió con uno de sus hijos en brazos y dejó a los demás niños con sus abuelos en Choloma, su pueblo natal. "Aquí en Honduras las oportunidades son escasas", dijo. "No se aguanta la delincuencia, no estamos seguros ni en nuestros hogares", opinó y dijo que este era su tercer intento de llegar a Estados Unidos. En los otros dos lo obligaron a volver.
Las perspectivas de que se forme una caravana como la de 2018, con miles de personas, parecen remotas. Muchos migrantes de 2018 pidieron asilo, algo que se ha vuelto difícil o directamente imposible.
Estados Unidos ha utilizado el método de la zanahoria y el garrote en los acuerdos bilaterales firmados a partir de julio con Guatemala, Honduras y El Salvador para negar a la gente la oportunidad de pedir asilo.
"La verdad es que es imposible que puedan llegar a Estados Unidos", dijo la activista por los derechos humanos Itsmania Platero. "La Policía de México ha dicho que tiene un contingente muy fuerte y que va a capturar a todos los migrantes que ingresen sin documentos y de manera irregular, serán puestos en privación de libertad y retornados al país de origen".
"Los riesgos se vuelven mucho más altos por las deportaciones", dijo la analista de migraciones Sally Valladares. Además, al no poder cruzar México en caravana, "van a buscar de manera individual un camino y podrían caer en manos de organizaciones criminales que acechan a los migrantes", agregó.
El secretario de seguridad de Honduras, Julián Pacheco, dijo que personas "perversas" están "manipulando" y financiando "el movimiento", sin precisar más informaciones. Se estima que al menos 1.200 personas iniciaron el viaje a EE.UU.