Pequeños comerciantes también son afectados por los saqueos en el centro
PÉRDIDAS. Esforzado verdulero perdió toda su mercadería, además de dinero, y lo mismo le pasó al dueño de una casa de empeño.
La vida de Eduardo Barrionuevo (68 años), conocido como "El Tomacho", está marcada por el esfuerzo. Cuando tenía sólo 13 años comenzó a trabajar como vendedor de frutas y verduras, rubro en que es conocido.
Luego de trabajar varios años como comerciante ambulante con permiso en el centro de Antofagasta y la Feria de las Pulgas, decidió -hace cuatro años- arrendar un local en calle Baquedano.
Aquí siempre le fue muy bien, pero desde que comenzó el estallido social en octubre, las cosas cambiaron, y al igual que le pasa otros locatarios, ya no puede trabajar tranquilo.
Según relata, luego de varias amenazas, finalmente su local fue saqueado. En efecto, la madrugada del viernes desconocidos ingresaron al negocio, desde donde sustrajeron cerca de $200.000 en mercadería, dos televisores, las romanas (pesas), además de dinero en efectivo.
"El viernes me llamaron a las 2 de la madrugada para avisarme que estaban saqueando el local. Al llegar, vi que todo estaba destrozado, la mercadería botada en el suelo. Las papas, cebollas, zanahorias. Me robaron dos televisores, la radio y $330.000 en efectivo", relata.
Barrionuevo agrega que pese a contar con medidas de protección, como candados gruesos, nada fue impedimento para que los manifestantes ingresarán a su negocio.
"Esto es todos los días, de lunes a viernes. Te gritan: cierra, que te vamos a saquear. Hay que cerrar a las cinco de la tarde, tengo toda esta mercadería y no alcanzo a venderla. Hay días que son las 2 de la tarde y hay que cerrar", declaró el verdulero, quien pese a todo, sigue atendiendo en forma normal.
Este comerciante tiene que abrir cada vez más temprano para alcanzar a vender su mercadería. Por eso, con ansias espera que esta situación acabe, pues dice apoyar las manifestaciones, pero pacíficas.
"Espero que se calme todo esto. Ya no se puede trabajar tranquilo. Se invierte dinero para perderlo, como me pasó a mí", comenta con impotencia.
Especies
El martillero público Mario Espinosa, también fue víctima de los saqueos. La noche del domingo, dos vecinos lo llamaron para avisarle que antisociales habían ingresado a la bodega que arrienda hace 20 años en calle Esmeralda, en el centro de Antofagasta.
"Deben haber sido más de 400 personas, era una turba gigante (en el sector). Cuando nos vinimos por calle 14 de Febrero, los carabineros estaban ahí, pero los manifestantes no los dejaban subir, tenían bloqueado el paso. Andaban con máscaras, filtros para las lacrimógenas y escudos", comentó.
Pero una de las situaciones más extremas se vivió cuando intentó ingresar al local, pues a su esposa la empujaron e incluso le llegaron unos piedrazos.
"Adentro deben haber habido unos 40 jóvenes, todos encapuchados. Todos encaramados, registrando y destruyendo todo", indicó.
Espinoza detalla que los antisociales se robaron herramientas y televisores. Pero también camas, colchones y otros muebles de madera, los que luego utilizaron para prender barricadas, estimando las pérdidas en cerca de $ 10 millones. Lo que más lo entristece es que varios de los objetos que fueron quemados eran parte de su historia familiar.
"Uno se siente vulnerado y más encima injustamente. Yo estoy de acuerdo con las demandas sociales. Creo que el estallido es justo, que hay muchas cosas que no están bien en este país y que tienen que cambiar, pero los que tienen que pagar son los responsables. Y no gente que es igual que ellos, que trabaja y tiene responsabilidades", declaró.
Por eso, al igual que Barrionuevo espera que los incidentes terminen pronto. Ambos recalcaron que apoyan las demandas sociales, pero no las violencia vista estos días.