Cristián Venegas M.
En el periodo 2020-2030 la producción de cobre se enfocará en los concentrados por el progresivo decaimiento de las reservas de óxidos, al mismo tiempo que el envejecimiento de las minas y la continua caída en las leyes aumentará en el mineral a procesar y consecuentemente se hará necesario un mayor uso de las concentradoras, intensivas en el consumo de energía.
Plantas que además utilizan mayor cantidad de agua, lo que las mineras vienen resolviendo con la construcción de plantas desaladoras, que requieren estaciones de bombeo y que también son intensivas en el consumo de energía para impulsar el agua de mar desde la costa a la faena.
Lidera el consumo
Es en este contexto que en 2019 la región de Antofagasta concentró el 54% de la demanda eléctrica de la industria cuprífera nacional, con 12,8 Twh (kilovatio-año). Cifra que registrará un incremento del 30% al 2030, de acuerdo a la "Proyección del consumo de energía eléctrica en la minería del cobre 2019-2030", investigación elaborada por Cochilco.
A nivel nacional, según detalló la analista de la Comisión, Rosana Brantes, el consumo pasará de 23,6 TWh en 2019 a 33,1 TWh en el año 2030, lo que representa un crecimiento de 41%.
"Alza -explicó- que se debe a causas estructurales como el agotamiento de los minerales lixiviables y por el mayor tratamiento de concentrados lo que requerirá el uso de más agua. También al envejecimiento de las minas y la caída en las leyes minerales, lo que implica mayor mineral a procesar y consecuentemente un mayor uso de electricidad en la molienda y conminución en el proceso de concentración".
Desaladoras
El aumento del consumo eléctrico de la minería, según destaca el informe de Cochilco, es impulsado fuertemente por la región de Antofagasta, particularmente entre 2019 y 2024, periodo en el cual se espera la puesta en marcha o ampliación de varias plantas desaladoras, tales como las de Escondida EWS inaugurada a principios de 2018, la futura planta desaladora del Distrito Norte de Codelco, la ampliación de tuberías para el distrito Centinela de Antofagasta Minerals y el uso de agua de mar para expansión de Sierra Gorda de la estatal polaca KGHM.
Para el periodo 2025-2030, e incluso mucho antes, se espera además la entrada de los proyectos El Abra Mil Project, que utilizaría agua desalinizada para su nueva planta concentradora, y el proyecto Marimaca que también tiene en sus planes usar agua de mar para sus procesos.
En segundo lugar se proyecta que la región de Atacama tenga un crecimiento importante a partir de 2023, destacando los proyectos Santo Domingo de Capstone Mining, Nueva Unión de Goldcorp y Teck, y el proyecto Diego de Almagro, junto con los ya existentes como la ampliación de la planta desaladora de Mantos Copper. En Tarapacá se espera la puesta en marcha de la planta desaladora de Collahuasi, mientras que en Coquimbo se espera el proyecto de infraestructura complementaria de Los Pelambres de Antofagasta Minerals.
Concentradoras
Otro factor para el aumento sostenido en el consumo eléctrico, que destaca el estudio, es que una producción enfocada en concentrados de cobre supone una mayor intensidad en el uso de plantas concentradoras, proceso que es altamente intensivo en energía eléctrica. El uso de energía eléctrica a partir de este proceso aumentará de 13,3 TWh en 2019 (lo que representa el 56% del total) a 21,8 TWh en 2030, representando un crecimiento compuesto anual de 4,6%.
56,3% del consumo eléctrico de la minería del cobre durante 2019, correspondió a las plantas concentradoras.