Los malos hábitos alimenticios son un tema que debe preocuparnos mucho más como sociedad, sobre todo si estos se presentan a muy temprana edad. Hay que recordar que una alimentación desequilibrada y abundante en grasas y sal puede provocar enfermedades como hipertensión, diabetes, problemas cardíacos y otras normalmente asociados a la obesidad y el sobrepeso.
Y en esto los datos son alarmantes. El último el informe "Radiografía de la Obesidad", elaborado por el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, como parte del programa Elige Vivir Sano, mostró que el 75% de la población mayor de 15 años tiene obesidad o sobrepeso, lo que debe entenderse como una poderosa señal de alerta sobre el riesgo que enfrentamos.
Pero el mismo informe entrega más datos. Así, por ejemplo, se establece que la población de 18 años y más que no realiza actividad física llega al 69,1%, mientras que la población que consume las cinco porciones diarias de frutas y verduras recomendadas es apenas el 12,8%.
De igual forma la población que consume seis o más vasos de agua al día es el 34,5%, mientras que quienes consumen uno o más vasos de bebidas azucaradas son el 65,2%.
A su vez, la encuesta precisa que la población que consume legumbres dos veces a la semana es el 31,9%, y la que consume pescados o mariscos semanalmente sólo llega 11,2%.
Otro dato peligroso es que el 99,7% de la población consume más de dos gramos de sal al día.
En resumen: los chilenos somos sedentarios, ingerimos poca agua, mucha sal y azúcar procesada, y escasas frutas y verduras, una combinación que con toda seguridad en algún momento tendrá efectos importantes en nuestra salud.
Debe precisarse que un estudio del Minsal estimó que la obesidad en Chile genera un costo anual al sector de US$ 1.691 millones, lo que representa el 6,7% del gasto del Estado en esta área.
Es tiempo entonces de ocuparse de este problema que nos afecta. Los malos hábitos alimenticios ganan terreno entre los chilenos y se requieren esfuerzos mayores, del Estado, pero también de las familias. De lo contrario, tendremos una sociedad enferma.