Parásitos
En la reciente entrega del Óscar de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, la película coreana "Parásitos", del realizador Bong Joon-ho, se ha coronado como el mejor filme del año, la mejor cinta internacional, la mejor dirección y del mejor guion original.
Un hecho inédito, considerando que no solo arrasó con los favoritos del público y la crítica, sino que se instaló como la primera película de cine arte internacional que alcanza los dos galardones máximos: mejor filme del año y la mejor en idioma extranjero, constituyendo un hito para la industria coreana.
Más allá de lo cinematográfico, cabe preguntarse: ¿qué tiene "Parásitos" como para arrasar en los festivales, ganar la adhesión de la crítica más exigente, conquistar a públicos de todas las latitudes e instalarse como una obra maestra redonda?
La respuesta: es una película que describe una situación real y dolorosa como puede ser la desigualdad social en las grandes ciudades, el hacinamiento y la incesante búsqueda de la felicidad a través de lo material.
Una potente obra que revela la crisis social que separa a las personas en pobres y ricas, etiquetando como desechables a quienes no alcanzan el estatus dentro de una sociedad que venera el dinero antes que cualquier valor.
Y como sucede con las obras grandes, los vasos comunicantes son múltiples: la película nos recuerda "La metamorfosis", de Kafka, cuando muestra cómo la familia obra sobrevive en un oscuro y maloliente sótano rodeado de bichos, generando las condiciones ideales para que, pronto, estalle la violencia contenida.
Las imágenes del filme revelan, con espléndida caligrafía, con sutilezas en la utilización de la cámara y los encuadres, cómo se van disponiendo las piezas en un juego siniestro, donde todos parasitan de los demás, se apoderan de la (supuesta) felicidad que proporciona el sistema y de manera simbólica, usa el movimiento hacia abajo, a través de escaleras, subterráneos y laberintos, para recordarnos la crudeza de su mensaje: algunos seres están definitivamente confinados al encierro y al olvido en un medio social despiadado.
¿Suena conocido?
Víctor Bórquez Núñez, periodista, escritor, cinéfilo