Un gran incendio destruyó el Santiago la Iglesia y el Colegio de los Padres Franceses, situado en Alameda esquina de la Avenida Campo de Marte. Numerosos Bomberos sufrieron quemaduras durante el combate de las llamas y los daños superan los cuatro millones. Se cree que el incendio fue intencional.

Doble parricidio y

suicidio en Calama

Dos niños de tres y un año de edad recibieron disparos de su madre, quien posteriormente se quitó la vida en Calama. Los cuerpos fueron descubiertos por el madre, de 30 años. El hombre de inmediato dio aviso a Carabineros, quienes constataron que se había tratado de un doble parricidio y posterior suicidio.

25 mil talibanes combaten a fuerzas internacionales

Más de 25.000 talibanes y hasta 150 miembros de Al Qaeda enfrentan las fuerzas internacionales en Afganistán.

La cifra la aportó el Consejero de Seguridad Nacional, el general James Jones, en un encuentro del Foro Atlántico -que reúne a parlamentarios de todos los países de la OTAN- celebrado en Washington.

Sin duda el término de 2019 no dejó indiferente a nadie. Tras el 18 de octubre, más allá de las pérdidas que afectaron a diferentes rubros, se generó en las empresas un proceso de transformación organizacional y del negocio.

Bajo este contexto, el desafío para los profesionales que estén en búsqueda de oportunidades estará puesto en adaptarse a este nuevo mercado. Los procesos de selección serán más desafiantes, complejos y exigentes; se evaluará más desde las capacidades que desde lo académico. Hoy las compañías no están buscando el formato profesional tradicional, precisan colaboradores de altas competencias y habilidades, que puedan desenvolverse en escenarios cambiantes, tomando rápidas y acertadas decisiones en entornos adversos, más modernos y exigentes.

Frente a un inminente aumento de profesionales en todos los niveles jerárquicos, intentando reingresar al mercado laboral, cabe preguntarse. ¿Cómo es posible formar parte de una organización originada en la innovación y eficiencia? Lo que se debe tener en consideración es que la forma en que antes se trabajaba está quedando totalmente obsoleta, por lo que el desafío es reconvertir las habilidades para abordar los nuevos desafíos. Es el camino que puede asegurar una oportunidad de recolocación.

Nuestro rol como intermediario de capital humano es trascendental. Se requiere orientar al candidato, para que no quede fuera de este nuevo marco laboral, explicar que es necesario una toma de conciencia, a través de la educación. Alertar apoyados en los medios informativos, los cambios de conceptos y de qué manera complementar este proceso de innovación, no sólo con la incorporación de los aspectos técnicos, sino que también en experiencia y habilidad.

Sin embargo, no debemos únicamente dirigir al candidato hacia la empresa. Es nuestra responsabilidad comunicar a los empleadores que hay profesionales con potencial que se están quedando fuera de este proceso, es decir, cómo las organizaciones, generadoras de talento, dan la oportunidad de entregar las herramientas para reconvertir estas habilidades.

Reutilizar el capital de experiencia es una gran prueba, especialmente en nuestro país. Existe un factor cultural muy potente, que nos hace resistente a los cambios, tanto en nuestra vida personal y profesional. Naturalmente, a partir del actual contexto social en el que nos encontramos, este factor se ha potenciado. Esta inexperiencia ha paralizado, tanto a candidatos como grandes empresas, por lo que nuestra misión es orientarlos a la reconvención, con el fin de trabajar en un círculo virtuoso con prácticas colaborativas de beneficio para todas las partes.

Isabel Carrasco

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Hoy se cumplen 141 años desde que Antofagasta quedó bajo soberanía chilena, hecho que pasó a considerarse como su fecha de aniversario. Su cumpleaños, podría decirse.

Se trata entonces de un día especial, y que nos sorprende en un escenario diferente, de incertidumbre, cuestionamiento, reflexión y también de dolor.

A este nuevo aniversario Antofagasta llega tras haber vivido casi cuatro meses extremadamente complejos, donde al igual que en gran parte del país, se produjeron actos que hirieron el alma de la ciudad.

Acciones vandálicas y también delictivas, agresiones, pillaje, destrucción de bienes que nos sirven a todos y también casos en que se abusó del poder que otorga el uso de un uniforme.

Meses donde reinó la intolerancia y se perdió el respeto por la persona que opina distinto. Fueron tiempos duros, no hay duda, que la inmensa mayoría de los antofagastinos desea que hayan quedado atrás y jamás vuelvan.

La tarea que surge ahora es por lo mismo desafiante, pero alcanzable con el concurso de todos.

Es más urgente que nunca avanzar en diálogo, en tolerancia y en respeto. Aprender que las diferencias enriquecen y que los caminos del odio y el desenfreno llevan a destinos oscuros.

En este nuevo aniversario Antofagasta debe proponerse reparar lo dañado, pero sólo no lo físico, también lo intangible, que siempre resulta ser lo más importante. Hay que fortalecer las confianzas, el sentido de pertenencia, la solidaridad, reconstruir y fortalecer el alma ciudadana.

No será algo sencillo. En los próximos meses vienen desafíos importantes que nuevamente nos pondrán a prueba, pero no nos cabe duda que en este camino han quedado muchas lecciones aprendidas.

Afortunadamente el grueso de los antofagastinos, y de los chilenos, por cierto, aspira a lo mismo: progreso, bien común, oportunidades, dignidad. En el fondo una vida mejor para todos y todas.

Es cierto, este aniversario 141 Antofagasta lo vive con algo de pena, pero también con esperanza porque están los caminos abiertos para construir una ciudad mucho mejor de la que ya tenemos.