Hobbes y el Leviatán a la chilena
"La acción humana siempre estará motivada por el deseo y dominada por la pasión, planteaba Hobbes". Alberto Torres Belma, Sociólogo y Académico de la Universidad de Antofagasta
Thomas Hobbes, filósofo político inglés del siglo XVI es célebre por sus reflexiones en el ámbito de la Ciencia Política. En su libro titulado "Leviatán" (1651) describe las características que asumen el Estado y las personas. "Leviatán" alude a un monstruo bíblico, cuyo poder es descomunal: "nada ni nadie lo detiene, es rey sobre todos los soberbios y de su grandeza tienen temor los fuertes", en una clara analogía con el Estado absoluto, que Hobbes sugería como eficaz para la tranquilidad social.
Por cierto, sus reflexiones son atingentes al estallido social que experimenta nuestro país. En momentos como el actual y atendiendo las perspectivas del ciudadano común y de las autoridades que nos representan, como también el desprecio por el diálogo y entendimiento, es que podemos señalar que el "Leviatán" representa un riesgo latente en nuestro país, o acaso, algo manifiesto.
Las características de este personaje bíblico parecen asociarse no sólo al Estado, sino también a las acciones violentas que debilitan el sentir de mayor justicia social demandado por una gran mayoría de los chilenos. Así, el recrudecimiento de la violencia que afecta la paz social puede devenir en la puesta en escena, acaso inconscientemente, de un Estado que asuma las características de un Leviatán. Por otra parte, aquellos grupos que realizan acciones violentas y que son ampliamente cuestionados por nuestros compatriotas según encuestas de opinión, en sí mismos encarnan un Leviatán que nos conduce a un riesgo inminente de debilitamiento de nuestra democracia. En consecuencia, el absolutismo y la verticalidad, en los tiempos del estallido social, no sólo podrían manifestarse en el Estado (en un contexto próximo o lejano de recrudecimiento de la violencia), sino que ya son manifiestos en las conductas de grupos minoritarios.
La acción humana siempre estará motivada por el deseo y dominada por la pasión, planteaba Hobbes, de ahí su célebre frase "el hombre es el lobo del hombre". Además, planteaba que los problemas en la convivencia entre seres humanos surgen cuando éstos constatan que sus deseos no son iguales a los de otras personas, desatándose la peor faceta del ser humano, "la guerra de todos contra todos". Síntomas como éstos son los que refieren los ciudadanos en la calle, la incapacidad de entender y respetar distintos puntos de vista. Hoy pareciera prevalecer un temor latente en el ambiente.
Resulta especialmente alentador el reciente comunicado de exministros y personeros de la exConcertación, que abogan por un entendimiento y gran acuerdo nacional que supere la crisis. Es de esperar que este manifiesto sea acogido por diversos sectores, para evitar el riesgo de un "Leviatán" en lo social y político, que podría conducir a la ejecución o recrudecimiento de acciones cuestionables y lamentables, algunas voluntarias y otras no voluntarias.
En nuestro país pareciera concretarse la reflexión de Hobbes respecto a que cada persona es enemiga de las demás, siendo natural también en el tiempo que las personas vivan sin otra seguridad que la que su propia fuerza y la que su propia invención pueda propor¬cionarles.