Francisco Contreras Uribe
La antofagastina Katina Proestakis (17), está viviendo un expectacular momento en su carrera como esgrimista. Si ya era catalogada como la promesa de este deporte, hace unos días atrás lo confirmó al lograr el título panamericano de florete juvenil en El Salvador.
Actualmente la exestudiante del Antofagasta British School y número 16 del ranking mundial juvenil, vive en Estados Unidos, donde entrena y se especializa en la disciplina. Si bien dedica muchas hora a entrenar, no descuida sus estudios, ya que su objetivo es obtener un título universitario.
Oro panamericano
Te enfrentaste a potentes rivales en el torneo. ¿Esperabas tan buenos resultados?
-Me siento muy contenta de haber obtenido el oro. A la misma vez, muy agradecida ya que esto no sería posible sin el apoyo de todo el equipo que hay detrás, como por ejemplo familia, entrenadores, compañeros de equipo, federación entre otros.
Este último periodo he estado trabajando muy duro pensando en los objetivos que quiero lograr, ya que eso me motiva. Pero al llegar el momento de competir, solamente me enfoqué en hacer las cosas bien, confiando en la preparación previa.
¿De qué forma te preparaste para enfrentar este Panamericano Juvenil?
-La preparación en el alto rendimiento es constante. En estos últimos meses, hemos competido en múltiples competencias internacionales y siento que cada una me sirvió para detectar errores y así superarlos. Así, al llegar el momento de competir, se que hice todo lo posible para lograr un buen resultado y si no, seguir corrigiendo detalles para el próximo torneo.
Sacrificios
Me imagino que por ser deportista de alto rendimiento has dejado muchas cosas de lado...
-El camino ha sido largo. Este deporte ha sido parte de mi vida por 10 años. En reiteradas ocasiones he tenido que sacrificar muchas vivencias, colocando primero los objetivos deportivos. Si bien es cierto, la vida social es importante para mí, las prioridades son el deporte y los estudios.
¿El radicarte definitivamente en Estados Unidos fue un cambio muy grande?
-El cambio cultural fue un proceso difícil. Estuve varios meses primero tratando de aprender un idioma nuevo para poder comunicarme y adaptarme.
Fue un proceso demoroso, pero definitivamente una experiencia que me ayudó a formar mi carácter y que me dejó muchas enseñanzas. Ahora ya estoy más acostumbrada y he formado buenas amistades, como también he mantenido amigos de Chile en todo este periodo.
Próximos desafíos
¿Cuáles son tus próximos desafíos y metas en este deporte?
-Como todo deportista de alto rendimiento, mi sueño es convertirme en una deportista olímpica, desde pequeña, anhelando obtener una medalla. En este momento, mi próxima meta es tener un buen resultado en el Mundial Juvenil en abril, para terminar la temporada dentro de las 10 primeras del ranking mundial.
Pero, ¿sueñas con clasificar alguna vez a los Juegos Olímpicos?
-Sí, creo que si es posible. Me siento capaz porque confío en que cada entrenamiento me ayuda a superarme a mi misma. Siento que he mejorado bastante y que tengo mucho por aprender todavía.
¿Sientes que el nivel que tienes ahora es en parte a lo que aprendiste en Antofagasta?
-En Antofagasta aprendí los fundamentos y a amar el deporte. Desde entonces, todas las experiencias que he vivido han sumado y han sido igual de importantes. Cada aprendizaje y detalle han sido valiosos para llegar a donde estoy hoy en día.
¿Crees que en Chile hay talento?
-Creo que en Chile tenemos a muchos deportistas talentosos. No sólo eso, si no que también muchos deportistas con grandes sueños y con muchas ganas de triunfar, pero esto debe ir acompañado de apoyo. Si bien es cierto recibimos apoyo que se agradece mucho, sería beneficioso aumentarlos dentro de lo posible para poder seguir potenciando estos talentos y sumando otros nuevos.
Tengo entendido que quieres seguir estudiando...
-Quiero sacar una carrera universitaria y obtener un título, esto sería sin dejar la esgrima. Desde pequeña tuve que aprender a organizar mis tiempos para poder cumplir en ambos ámbitos. No es algo fácil pero es posible y lo hago pensando en que a futuro todo valdrá la pena.
Organizando bien los tiempos, puedo seguir entrenando, estudiando y compartiendo con mi familia y amigos, lo cuál es fundamental para mí.
"El camino ha sido largo. Este deporte ha sido parte de mi vida por 10 años. En reiteradas ocasiones he tenido que sacrificar muchas vivencias, colocando primero los objetivos deportivos". "Quiero sacar una carrera universitaria y obtener un título, esto sería sin dejar la esgrima. Desde pequeña tuve que aprender a organizar mis tiempos para poder cumplir en ambos ámbitos".