EFE
El denominado "paciente de Londres", un venezolano de 40 años, se convirtió en el segundo del mundo que se cura del VIH, confirmaron científicos del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, en Barcelona.
El paciente, 29 meses después de someterse a un trasplante de células madre y dejar de tomar antirretrovirales, sigue sin rastro del virus.
El estudio del paciente de Londres, que publicó esta semana en la revista "The Lancet HIV", y coincidió con la difusión de otro paciente, en este caso de Düsseldorf (Alemania), que, según los científicos, podría convertirse en el tercer caso en la historia en curarse del VIH, tras el de Londres y uno anterior en Berlín.
Este tercer caso de Düsseldorf fue dado a conocer en la Conference of Retroviruses and Oportunistic Infections, que debía celebrarse en Boston (EEUU), pero tiene lugar estos días de forma virtual a causa del coronavirus.
No obstante, en este caso, los médicos han señalado que se trata de una "remisión a largo plazo del VIH", todavía no de una curación.
Células madre
Los pacientes de Londres y Düsseldorf forman parte del estudio IciStem, que coordinan el investigador del IrsiCaixa Javier Martínez-Picado, y el University Medical Center de Utrecht (Holanda), y que intenta comprender el papel del trasplante de células madre en la cura de la infección por el VIH.
En el IciSitem siguen actualmente a 28 pacientes trasplantados vivos, de los cuales dos llevan ya un año sin tratamiento, uno de los ellos consideran curado y el otro en fase de remisión total de virus.
El investigador Javier Martínez-Picado puntualizó que los médicos diferencian los conceptos de curación y de remisión a largo plazo en función del tiempo trascurrido sin rebrote viral desde la interrupción de la medicación antirretroviral.
El paciente de Londres, dado por curado, es un hombre portador del VIH a quien se le detectó un Linfoma de Hodgkin, por lo que en 2016 se sometió a un trasplante de células madre con una mutación, llamada CCR5 Delta 32, que impide la entrada del virus a las células diana del VIH, los linfocitos T CD4.
Al cabo de 16 meses, los médicos interrumpieron el tratamiento antirretroviral y en marzo del 2019 la revista "Nature" publicó un artículo que demostraba que llevaba 18 meses con el virus indetectable en su sangre, lo que le convertía en el segundo caso de "remisión a largo plazo".
Ahora, 29 meses después de la interrupción del tratamiento, el virus continúa indetectable en sangre, líquido cerebro-espinal, intestino y semen, y con niveles muy bajos de genoma de VIH en tejidos linfoides, pero en este caso se trata de material genético defectuoso que no tiene capacidad replicativa ni infecciosa.
Alemán
El paciente de Düsseldorf es un hombre alemán de 50 años con VIH que en febrero de 2013 recibió un trasplante de células madre con la mutación CCR5 Delta 32 para tratar una leucemia mieloide aguda.
En noviembre de 2018, los médicos interrumpieron la medicación antirretroviral y, 14 meses después, sigue sin rebote viral.
Los análisis muestran rastros de ADN del virus en los nódulos linfáticos y el tracto gastrointestinal, aunque sin capacidad infecciosa.
Según los investigadores, estos resultados "son compatibles con una remisión sostenida del VIH", lo que lo convierte en el tercer caso del mundo.
Habitualmente, cuando las personas con infección por el VIH interrumpen el tratamiento, el virus rebrota a lo largo de las primeras 4 semanas.
Donante
Según los investigadores, la falta de rebrote en estos casos se debe a que las células del donante son resistentes al VIH, y a medida que van reemplazando las células del receptor tras el trasplante, disminuyen las posibilidades de infección del virus, que acaba desapareciendo.
Pese al éxito, Martínez-Picado advirtió que "aún quedan barreras antes de que la edición genética del receptor CCR5 pueda ser usada como estrategia de cura escalable para toda la población".
También recordó que el trasplante es un procedimiento médico de mucho riesgo, que sólo se aplica a pacientes con una enfermedad que no pueda tratarse con otras terapias.
El "paciente de Londres" accedió a contar su historia al New York Times. Según cita la BBC, se trata de Adam Castillejo, un venezolado radicado en Londres en 2002, diagnosticado con VIH un año después de llegar a la capital británica, cuando tenía 23 años. En 2011, al hombre se le detectó un tumor maligno (linfoma) en etapa 4, por lo que fue sometido a un trasplante de médula ósea, como último recurso para combatir su cáncer. El trasplante resultó exitoso y esencialmente reemplazó el sistema inmune de Castillejo con uno resistente al virus. Adam Castillejo contó que decidió revelar su identidad porque quiere convertirse en un "embajador de la esperanza".
Venezolano