El Gobierno decretó ayer el cierre de lugares que reúnan a gran cantidad de personas en espacios reducidos, como restaurantes, cines y discotecas, para evitar la propagación del coronavirus que, al cierre de esta edición, sumaba 434 contagiados.
Pero la medida no dejó conforme a un grupo de alcaldes, quienes piden decretar cuarentena para evitar la circulación de personas y, por ende, limitar los contagios, medida que el ministro de Salud, Jaime Mañalich, consideró una "insensatez completa" con "fines políticos" de algunos jefes comunales.
Tras anunciar la medida de cierre, que entró en vigencia a las 00:00 de hoy, La Moneda fue ampliamente criticada por no decretar una "cuarentena total" en el país, como ya fue dictada en Argentina o Perú.
Ante ello, Mañalich explicó que para combatir el avance del coronavirus existen "diversos niveles" de medidas, por lo que se utiliza el concepto de cuarentena progresiva.
"En el primer nivel se le pide a la gente que esté en sus casas, se cierran los pubs, los cines, el comercio, los malls. (...) En un segundo nivel se forman las aduanas sanitarias", es decir, el control de acceso a las ocho regiones con menos casos de COVID-19.
En el tercer nivel de prevención, continuó Mañalich, "viene lo que llamamos el cordón sanitario: implica que en una comuna, ciudad o barrio, no se permite la entrada o salida de personas que no viven ahí, dentro de ese cordón sanitario", mientras que "el punto final de la cadena es el de cierre de una ciudad entera, de una comuna, de un país (...) Esto significa en la práctica para poder hacerlo cumplir un toque de queda de 24 horas por los próximos meses", destacó, y agregó que todavía no cree que sea el momento "oportuno".
Mañalich agregó que cuando se pide una medida como esa, no hay una comprensión clara su significado.
"Es absurdo, es una medida desproporcionada para la situación que tenemos. Debemos entender que lo que están pidiendo es toque de queda de 24 horas de duración cada día, con vigilancia policial y militar en las calles, con presidio y retención de las personas que no lo respeten, que se va a prolongar en el tiempo, de acuerdo a la realidad epidemiológica que tenemos, a lo menos por tres meses", explicó.
Alcaldes
Sin embargo diversos alcaldes, como Joaquín Lavín (Las Condes) y Cathy Barriga (Maipú) decretaron ayer cuarentena en sus administraciones, a lo que se sumó una carta firmada por otros 56 ediles, quienes se dirigieron al Presidente Sebastián Piñera, al Congreso y al mundo político pidiendo la medida.
"La experiencia de los países que han tenido más éxito en el control de la pandemia del COVID-19, así como la opinión de numerosas científicas y científicos, establecen que la medida más relevante para contener el contagio, y con ella la presión desbordante sobre los sistemas de salud, es la cuarentena", dijeron.
Lavín, quien anunció una cuarentena voluntaria en conjunto con Vitacura y La Reina, pidió a los vecinos prescindir de personal de servicio en estas comunas, de salir a la calle e incluso de "sacar a pasear a las mascotas".
Y al llamado se sumaron también alcaldes de la región, como Karen Rojo, de Antofagasta, y Daniel Agusto, de Calama.
"Este llamado lo hago tanto como alcaldesa y también como profesional de la salud, soy químico farmacéutico y sé que existen enfermedades que no se tratan necesariamente con medicamentos y que se pueden tratar de forma no farmacológica, y este es el caso. La medida no farmacológica es la aislación social, es decir que no se tenga contacto con la sociedad, con los vecinos, en los espacios públicos, entre otros", dijo la autoridad local.
Rojo aseguró que el tema ha sido conversado con otros alcaldes, como Daniel Agusto de Calama, y Luis Moyano de Tocopilla, y existe coincidencia en la necesidad de una cuarentena nacional, advirtiendo que "no podemos esperar la muerte para reaccionar".
Daniel Agusto, por su parte, dijo que la proyección de contagio de este virus es de tal magnitud, que pone a la región ante un escenario cuarentena, pero no una "absoluta, no un apagón nacional", sino que una cuarentena respecto al tránsito de personas, sobre todo las que vienen de regiones con más contagios.
El edil propone una cuarentena que respete el abastecimiento, que permita que funcionen los supermercados, las ferias hasta cierto horario y que evite ese "tránsito interminable de gente que entra y sale de nuestras ciudades".
Interior
El ministro del Interior, Gonzalo Blumel, respondió a los alcaldes asegurando que se han tomado medidas necesarias para este momento.
Además, el secretario de Estado pidió a los jefes comunales no politizar esta crisis.
"Los alcaldes no pueden tomar medidas que vayan más allá del ámbito de sus atribuciones, no existe algo así como la cuarentena municipal, quien decreta esas medidas es la autoridad sanitaria", dijo.
El ministro Mañalich, a su vez, dijo en distintos canales de televisión que había cierta "ingenuidad" de parte de los jefes comunales, que en algún momento es más probable que se dicte "el cierre total" de algunas zonas del país y que "lo que están pidiendo los alcaldes, algunos con afanes populistas, otros con afanes electorales, sin ninguna duda, es una insensatez completa".