Mauricio Rivas Alvear
Hace 13 años la temuquense Maritza Astroza Soto (38 años) compró un pasaje en avión a Barcelona siguiendo a Gonzalo Ganduxer, quien había radicado en la capital catalana junto a sus padres. Allá se casaron y tuvieron dos hijos.
Maritza estudió Prevención de Riesgos Laborales en Chile y radicada ya en Barcelona se tituló de técnico en enfermería. Gracias a esa instrucción consiguió trabajo estable en el Hospital Universitario Sagrat Cor, uno de los recintos catalanes más prestigiosos en especialidades quirúrgicas e investigación. Sin embargo hoy, como casi en todo el mundo, su foco está en enfrentar una pandemia que tiene de rodillas al planeta y en especial a España.
Maritza sale a trabajar todos los días, como parte de la primera línea española que lucha contra el COVID-19. "Llevamos dos semanas desde que se decretó el Estado de Alarma, donde hemos pasado de vivir libres en una ciudad preciosa y muy turística a estar confinados en casa, hacer colas para ir a comprar al supermercado, no podemos salir ni siquiera al parque para llevar a los niños, las terrazas y bares están cerrados y las calles se ven desérticas y desoladoras, con los desplazamientos al trabajo restringidos solo con servicios mínimos. En general, vivimos una realidad muy triste", relata desde Barcelona.
¿Por qué cree que España es uno de los países más afectados?
-Creo que a diferencia de China y otros países, en España hubo varios focos a la vez, con lo que la velocidad de propagación es mayor.
¿Ha actuado con responsabilidad la población española? ¿Están siguiendo las instrucciones de la autoridad sanitaria?
-Ahora sí. Al principio no creían lo violenta que podía ser esta crisis sanitaria. Una vez que las cifras comenzaron a subir la población actuó con más responsabilidad y siguiendo las medidas sanitarias.
¿Las políticas adoptadas en España han sido correctas?
-Correctas a mi parecer, pero se han aplicado de manera tardía. Una semana antes nos hubiésemos evitado muchos problemas.
¿Cómo es el ambiente en el hospital donde trabaja?
-La carga física y sicológica que tenemos es bastante grande, pero a pesar de esto enfrentamos cada turno con optimismo y energía positiva. Sabemos que los pacientes nos necesitan.
¿Tiene temor de contagiarse?
-Trabajo de manera directa con pacientes con COVID-19. Quizás ya esté contagiada. Hasta no tener síntomas, no lo sabré. El temor a no contagiarme ya no lo tengo, solo pienso que si nos hemos de contagiar que sea leve.
¿Cómo considera se ha abordado la crisis en Chile?
-Creo que se están tomando las medidas que adoptó el gobierno de Corea del Sur, con restricciones paulatinas, que apuntan a no crear desabastecimiento. En este caso no concuerdo con estas medidas, ya que culturalmente no somos como Corea del Sur en cuanto al cumplimiento de las normas.