Jonathan Villella Coyán
Don Francisco está preocupado, y motivos no le faltan. La obra solidaria a la cual ha dedicado gran parte de su vida, la Teletón, enfrenta su momento más crítico, posiblemente un antes y un después.
Apremiados por la escasez de recursos y en un escenario nunca antes visto, con restricciones de movilidad y las oficinas del Banco de Chile cerradas por la pandemia de coronavirus, preparan la que asegura es la campaña solidaria más compleja de la historia, el próximo 3 y 4 de abril.
La meta es superar los 33 mil millones de pesos de la última versión, y así asegurar financiamiento para sus 14 centros de atención a lo largo del país, los que atienden a 26 mil niños y niñas con distintas patologías. Ya lo intentaron a fines del año pasado, pero las movilizaciones sociales obligaron a posponer la cruzada.
Ahora, Mario Kreutzberger, su verdadero nombre, explica que no hay más opción. Los $5.500 millones aportados por 23 empresas a fines del 2019 como salvavidas para la operación de los centros se agotan y se requiere más que nunca el aporte de la comunidad para mantener la obra.
¿Esta versión de la Teletón sin duda será las más compleja tomando en cuenta todo lo que ha pasado, primero el estallido social y ahora la pandemia de COVID-19?
-Por supuesto, es un mal momento para la Teletón. Es un momento difícil. Ayer atendimos 2.857 pacientes de manera remota, entonces, claro, la Teletón no es solamente publicidad cuando decimos que la Teletón es todos los días, al contrario. Todos los días estamos luchando por sacar los niños adelante y nuestros recursos terminan en abril, lo que es un drama, ya que, por primera vez en la historia, en 40 años, nos está pasando esto. Nunca antes nos había pasado algo así.
¿Cree que la gente está en sintonía con la Teletón, con donar y con los niños y niñas que están en rehabilitación?
-Por eso es que queremos hacerlo en estos momentos, en estos tiempos. Porque estamos viendo lo que está pasando en el país, con la gente.
En primer lugar, esta no es una Teletón, es algo distinto que tiene el nombre Teletón, porque esto pretende ser un evento afectuoso, solidario, de cercanía, pretende ser un afecto que cruce además la Teletón con las necesidades sanitarias que la gente tiene en estos momentos por el coronavirus.
Otra cosa muy importante. La Teletón siempre ha sido hecha por los chilenos, y por lo mismo, tenemos un correo (teleton@teleton.cl), donde queremos que la gente nos diga qué quieren ver en este programa, qué cosas no, qué críticas tienen, qué cosas les parece que podrían ellos aportar para que lo hiciéramos mejor, cómo piensan que podríamos salir de esta situación... hay tantas preguntas… Lo que sabemos es que queremos hacer un programa interactivo además, donde la gente participe desde sus casas, por RR.SS., es una combinación de lo que hemos hecho durante estos 41 años, de los nuevos reportajes que tenemos hecho, también hay más antiguos, es una combinación. Una cosa, dadas las circunstancias, completamente digital. Que Teletón sea más bien una compañía.
Y, sí, obviamente entendemos que va a haber mucha gente que no estará en condición de aportar, pero pueden hacer un aporte simbólico de $100, da lo mismo, pero hay otros (que pueden más) y para esta versión estarán todos en sus casas, gente que a lo mejor tiene las posibilidades de darnos una mano, porque lo más importante, la meta de la Teletón, es la vida; la tuya, la mía, la de tu familia, la de todos los que vivimos en Chile. Ese es un poco el sentido de eso, por eso es tan importante el correo.
¿Qué pasa en el caso eventual de no llegar a la meta?
-En el peor de los casos, pasaría que no alcanzaremos a llegar a fin de año. Recién te mencionaba que se atendieron 2.584 pacientes en forma remota. Para ellos la Teletón es todos los días. Muchos de ellos tienen graves problemas respiratorios, hay muchos que están postrados y por lo mismo los padres están angustiados.
Por eso la atención debe ser remota, para evitar contagios si es que los hubieren.
¿Cuál será la estrategia de este año?
-Nosotros seguiremos promoviendo la solidaridad, pero no solo de los niños de la Teletón, sino la gente de todo Chile. Porque de pronto al lado de tu casa hay una persona que necesita tu apoyo, necesita un acto solidario, porque no tiene los recursos para salir adelante en este momento, porque perdió su sueldo, por tantas razones. Pero en verdad no tengo idea, nadie sabe lo que pasará, estas situaciones, como he dicho, nos pillaron a todos por sorpresa.
Por eso es que digo que el dinero en esta situación cambio de valor. Hoy el dinero sirve para la vida, para sobrevivir. No para ganar más dinero o aumentar tu patrimonio, sino para la vida, para poder mantenerte, ayudar a un amigo. Este es el momento donde todos los chilenos nos necesitamos. Esa es la idea de lo que intentaremos hacer, pero la gente, el público, tiene la palabra.
¿De qué manera pueden ayudar las empresas a la Teletón?
-Me enteré por un twit de (Andrónico) Luksic que pagará un suelto ético y pienso que muchas empresas podrían seguir ese ejemplo y dar un poco más de seguridad a sus trabajadores, porque mientras esto pasa, y ya cuando la gente se recupere, todo se va a recuperar. Pero en estos momentos tenemos que ser solidarios
La gente critica el hecho de que sea Teletón y no el Estado, quien se encargue de rehabilitar a las personas que presentan alguna discapacidad, en procesos que duran años. Para esas voces críticas ¿cuál es el mensaje?
-En todos los países, incluso los más desarrollados, cuando se trata de este tipo de rehabilitación, la gente tiene que recurrir a instituciones, a grupos, a la solidaridad y la filantropía ¿Por qué razón?, porque la discapacidad no se incorpora en el sistema de la salud, en las previsiones. Cuando un niño llega enfermo, con algún tipo de discapacidad, al sistema de salud público, está unos meses en rehabilitación, tal vez unos seis, pero no como hace la Teletón, de acompañarte 14 años en promedio (hasta los 20 años de edad). Y si a ese niño le falta una prótesis, claro que la puede tener en el sistema de salud. Pero pasa algo, esa prótesis no es solo una prótesis, son 14, 16 o 18 prótesis que ese niño, al momento de ir creciendo, necesitará tener.
El costo de esto es muy alto, y los salubristas del país siempre dicen que con esa plata que voy a gastar en una persona, puedo hacer la prevención de 40 o 50 mil embarazadas. Entonces, esa es la razón por la cual, en casi todos los países, si bien hay un aporte del Estado a esto, al final siempre se necesita un refuerzo para poder mantener la última tecnología, para atender bien a ese niño o paciente durante el tiempo que sea necesario, porque la satisfacción de la familia con un niño que sufre alguna discapacidad, es tremenda, hay que imaginarse lo que significa para esas 32 mil familias.
¿Cuál es el mayor logro de la Teletón en estas cuatro décadas?
-Yo diría que la Teletón, lo que más ha hecho, es que ha una visibilidad a la discapacidad. Hace 40 años la discapacidad era absolutamente desconocida. Las personas que tenían algún tipo de discapacidad estaban prácticamente escondidas en sus casas, y en eso, ha habido un gran cambio.
El hecho de que sean recibidos en los colegios, en las universidades, que haya salido esa ley (Ley 20.422: normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión de personas con discapacidad) es un tremendo avance, pese a que todavía no está muy bien implementada y que aún falta mucho por hacer. Que las esquinas estén rebajadas, que haya rampas para entrar al estadio, en cualquier hotel o restaurante, todo eso es nuevo, y eso llega a casi el 20% de la población, con algún grado de discapacidad.
"Hace 40 años la discapacidad era absolutamente desconocida. Las personas que tenían algún tipo de discapacidad estaban prácticamente escondidas en sus casas, y en eso, ha habido un gran cambio".