Cristian Castro Orozco
Joaquín es un profesional de 35 años, y lleva cinco con su actual pareja, con la que tiene dos hijas. Hace seis años se emplea como administrativo de una empresa bancaria y como tal, su rutina consideraba estar en la oficina de lunes a viernes (a veces sábado) entre 8 y 19 horas.
Tal vez es por ello, desde que el sector público y privado implementaron el teletrabajo para prevenir contagios por COVID-19, su vida dio un giro en 180 grados.
"Estar compartiendo con mis hijas más tiempo que antes me ha llevado a conocer más de sus gustos, hasta estoy escuchando cantantes y grupos que podríamos llamar millenials. En esta semana descubrí el Tik Tok (aplicación de moda entre los jóvenes)", cuenta.
Pero estar en casa y compartir con los suyos no ha salido gratis. Si bien apenas lleva una semana en esta dinámica, dice que la experiencia le resulta inquietante y también un poco estresante.
"Antes el estrés de la pega se remitía a la oficina. Yo salía del trabajo pensando en llegar al departamento y ver a mi mujer y mis niñas, y lo mismo cuando me iba de la casa al trabajo. Eran dos mundos perfectamente equilibrados, pero ahora todo eso se mezcló", cuenta.
Impacto
El caso de Joaquín ilustra bien la situación que viven muchas familias del país, quienes se han debido confinar en sus hogares para evitar el virus.
Expertos concluyen que este confinamiento tiene luces y sobras para la familia. El psicólogo y antropólogo de la Universidad de Santiago, Sergio González, explica la dualidad que se presentaría.
"Lo primero a destacar es que siempre estuvo la queja permanente de que uno no disponía de tiempo para hacer las cosas que le gustaría hacer, ya sea personalmente o en familia, por lo demandante del trabajo. Bueno, ahora dispone del tiempo y las personas pueden estructurar su tiempo y espacio para elaborar una pequeña agenda cotidiana para ponerse al día en cosas que no había hecho por falta de tiempo", argumentó.
Pero agrega que "la contraparte es que al estar casi enclaustrado, lógicamente eso significa que habrá roces, problemas de comunicación, conflictos y eso es muy importante tenerlo claro, teniendo además presente que las personas estarán confinadas un tiempo aún desconocido".
Pese a que en la mayoría del país aún es posibles desplazarse durante el día, el autocuidado y las recomendaciones de las autoridades ha llevado al confinamiento voluntario a millones de personas, reduciendo las salidas a lo estrictamente necesario.
Luisa Córdova, una joven universitaria que hace unos días esperaba en la fila para ingresar al Jumbo Angamos, contó que en el escenario actual, apreciaba estos pequeños tiempos en el "exterior".
"Vivo en pensión, entonces imagínate lo que es esto para mí. Mi familia está en Iquique y no es llegar e irme a pasar la cuarentena con ellos. Así que paso todo el día encerrada en mi pieza estudiando, escuchando música, qué se yo, cocinando. Hacer las compras me distiende", cuenta.
Enfrentar la crisis
El psicólogo de Clínica Bupa Antofagasta, Felipe Valencia, dijo que es preciso adoptar ciertas conductas para que en el grupo familiar no se llegue al desgaste por la situación.
"Este encierro puede desencadenar sentimientos de ansiedad, depresión. Es importante validar estas emociones, no suponer que debemos estar siempre felices o con todo el ánimo y ser funcional el 100% del tiempo. Debemos darnos los espacios para reconocer lo que nos está ocurriendo. Aquí no hay nadie que no vaya a ver trastornada su rutina. Lo importante es manifestar lo que nos ocurre. Acá deberemos apoyarnos entre todos", afirmó.
Por lo mismo, recomienda mantener una comunicación fluida dentro de la familia, hacer de este trance una experiencia compartida, pero sin renunciar tampoco a la individualidad.
"Se debe conversar y establecer espacios de comunicación con las personas que compartimos dentro del hogar. Es necesario también asegurar nuestros espacios privados y los comunes. Tanto físico como de tiempo. Debemos establecer rutinas, ya sea del teletrabajo, hobbies u ocupaciones, y también tener espacios comunes, como ordenar el patio o ver una serie", explicó.
Teletrabajo
Respecto a cómo llevar el trabajo al hogar, el psicólogo y académico de la Universidad de Antofagasta (UA), Jean Pierre García Fernández, dijo que en primera instancia lo esperable es que exista una confusión entre los espacios laborales y descanso, lo que debe abordarse. Por eso el orden y la adaptación es importante.
"Lo fundamental es generar espacios de rutina, conductas que nos lleven a distender el estrés es sumamente importante, y la rutina con los niños es clave, generar un horario de tareas, porque ahora a todos los niños les envían las tareas en línea. Yo creo que al final los procesos de crisis o de cambios estarán supeditados a los procesos de políticas públicas que se generen, y también a cómo abordarlos desde lo personal y en la familia. Pero será un proceso de acomodación importante", argumentó.
OMS: el impacto psicológico del COVID-19 en la sociedad no debe ser ignorado
La Organización Mundial de la Salud (OMS) subrayó que la amenaza del COVID-19 y las necesarias medidas de confinamiento contra la pandemia están causando un fuerte impacto psicológico en las sociedades que no debe ser olvidado en la actual crisis y ha de ser atendido con medidas "imaginativas".
"El aislamiento, el distanciamiento físico, el cierre de escuelas y lugares de trabajo, son desafíos que nos afectan, y es natural sentir estrés, ansiedad, miedo y soledad en estos momentos", subrayó al respecto en una rueda de prensa el jefe de la OMS para Europa, Hans Kluge.
Uno de los colectivos más afectados son los trabajadores sanitarios, que son también uno de los grupos de mayor riesgo ante la actual pandemia (uno de cada 10 infectados en Europa pertenece a ese sector), por lo que la OMS aconsejó medidas para apoyarles psicológicamente en este momento de dificultad.
Entre ellas, cambiar turnos en las posiciones de mayor estrés, incrementar la comunicación entre los equipos de trabajo, contar con personal de equipo psicosocial en los hospitales y asegurarse de que los trabajadores en primera línea tienen amplia experiencia, subrayó la experta en salud mental de la OMS Aiysha Malik.
Otros colectivos a tener en cuenta en cuanto a impacto psicológico son las embarazadas, los mayores o los niños, añadió Malik, señalando que los más pequeños "pueden experimentar ansiedad al ver que un familiar fallece o debe recibir tratamiento", por lo que quienes les rodean deben prestarles especial atención y "ser honestos con ellos".
La experta también advirtió que el mayor tiempo en casa de algunos niños en hogares en los que existen problemas de convivencia familiar los hace aún más vulnerables.
Malik subrayó el riesgo de recaída que estos momentos de aislamiento y estrés producen en personas con adicciones, por lo que transmitió el mensaje de que acudir al alcohol, las drogas o el juego para afrontar estas dificultades "sólo puede empeorar las cosas".
Los expertos de la OMS enfatizaron que en general la respuesta a estos desafíos es mostrar afecto y cuidado hacia los demás tomando en cuenta las recomendaciones de distanciamiento social, y proyectando cercanía a través de una llamada telefónica, una postal o una videoconferencia.
"Es esencial que afrontemos los retos mentales que esta crisis produce en Europa y el resto del mundo, también diseminando información puntual, comprensible y veraz a todos, incluidos los más jóvenes y los mayores", concluyó el doctor Kluge, según consigna la agencia Efe.