jonathan Mondaca Escobar
El rector de la Universidad Católica del Norte (UCN), Jorge Tabilo, asegura que en medio de la pandemia que afecta al país y el mundo, se está poniendo a prueba el sentido de comunidad, de ponerse en el lugar del otro para evitar que el virus siga contagiando a más personas.
Y añade que el actual escenario trae muchas lecciones, como mantener el funcionamiento de planteles como las universidades, junto con prestar servicios y apoyo a los sectores más vulnerables.
"La construcción de la sociedad del conocimiento implicará potenciar áreas de desarrollo en temas relacionados a nuestras problemáticas regionales", dice el rector, respecto de una nueva sociedad que enfrenta cambios y emergencias globales.
El estallido social y el COVID-19 obligaron a la implementación de plataformas virtuales para no detener la enseñanza. ¿Las clases remotas son la dirección hacia donde evolucionará el sistema de educación superior?
-La emergencia sanitaria obligó a suspender hasta nuevo aviso las clases presenciales y a que gran parte de la actividad docente se realice en la modalidad online. Era una decisión que había que tomar, más aún al ver los efectos devastadores de la pandemia en otros países, porque la vida de las personas está primero.
Cuando superemos las fases más peligrosas del COVID-19 se retomarán las clases presenciales, porque seguirán siendo un pilar fundamental dentro del proceso formativo. Sin embargo, esta situación nos ha enseñado que las tecnologías de información permitirán desarrollar nuevas formas de aprender que tendrán un gran impacto en la evolución de la sociedad.
¿Qué impacto tendrá en las universidades el escenario económico actual, cuyas proyecciones no son las mejores?
-Ha existido un efecto negativo en las universidades, primero por la disminución de las matrículas debido a la incertidumbre del panorama social; y ahora por la pandemia, cuando incluso han surgido propuestas parlamentarias para suspender el cobro de aranceles.
Al respecto, las instituciones del CRUCh hemos manifestado que una medida en esa dirección afectaría la sostenibilidad financiera de universidades como la nuestra, las que, hay que recalcar, no solo hacemos una labor formativa, sino que también tenemos una función pública, mediante la cual en estos momentos estamos apoyando los esfuerzos de prevención y combate al coronavirus.
Solo por nombrar algunos ejemplos, nuestra Facultad de Medicina está reforzando el enfrentamiento de la pandemia en la Región de Coquimbo con la atención de pacientes y la realización de exámenes, mientras que en Antofagasta el Departamento de Ingeniería Industrial está usando impresoras 3D para hacer escudos faciales destinados al personal del SAMU y del Hospital Regional.
¿La crisis social y la pandemia son elementos que llevarán a replantear la formación de personas en las universidades?
-El rol fundamental de la universidad es la formación de personas con un gran sentido de solidaridad y formación ciudadana. Se puede ver que con esta pandemia se está poniendo a prueba el sentido de comunidad y de aprender a ponerse en el lugar del otro. El cuidado del otro, el que los jóvenes tengan la vivencia que da el sentido de la solidaridad, implicará la sobrevivencia de las personas mayores y permitirá desarrollar una sociedad más justa y con un mayor nivel de conciencia.
Lecciones
En educación, ¿qué enseñanzas deben sacar las instituciones respecto a prepararse para hechos contingentes que modifiquen el normal funcionamiento de los planteles?
- Hay muchas lecciones en esto y no solo en la parte académica. Ante escenarios tan complejos como el actual también está el desafío de mantener el funcionamiento de instituciones tan complejas como nuestras universidades, las que son el sustento de miles de funcionarios y juegan un papel relevante para su entorno en áreas como la generación de conocimiento, la prestación de servicios y el apoyo a los sectores más vulnerables de la sociedad.
En una nueva sociedad de cambios y eventos globales que repercuten de inmediato en forma local, ¿qué decisiones deben tomarse para que la región desarrolle sus elementos clave, como la minería no metálica, el mar o la astronomía?
-Creo que en general la construcción de la sociedad del conocimiento implicará potenciar áreas de desarrollo en temas relacionados a nuestras problemáticas regionales. Como Universidad nosotros ya estamos formando profesionales para un mundo interconectado, eso está en nuestro Proyecto Educativo Institucional.
Si extrapolamos esa forma de pensar a la sociedad, tenemos que Chile debe fortalecer las instituciones más capaces para actuar en este desafiante contexto global, y es ahí donde las universidades juegan un rol central, sobre todo aquellas que desarrollan sus actividades desde las regiones, por su compromiso con el territorio.
"Cuando superemos las fases más peligrosas del COVID-19 se retomarán las clases presenciales, porque seguirán siendo un pilar fundamental dentro del proceso formativo. Sin embargo, esta situación nos ha enseñado que las tecnologías de información permitirán desarrollar nuevas formas de aprender que tendrán un gran impacto en la evolución de la sociedad".