Antofagastinos desarrollaron prototipo de ventilador mecánico de bajo costo
CIENCIA. Mario y Christopher Monardes, de la empresa Timamg, diseñaron un modelo cuyo valor no supera los mil dólares. Esta semana se reúnen con representantes del Gobierno Regional.
Preocupados ante el exponencial aumento diario de los contagios por coronavirus en el país (y que hasta el cierre de esta edición sumaba 7.213 casos), los hermanos antofagastinos Mario y Christopher Monardes, de la empresa Timamg, junto a una serie de profesionales relacionados al ámbito de la salud, la empresa y el mundo académico, desarrollaron un prototipo de ventilador mecánico de bajo costo que puede ser clave para enfrentar la pandemia.
Los ventiladores son uno de los artefactos críticos en esta crisis (ver nota segundaria) y en el mundo hay una enorme demanda para hacer frente a los casos más complejos, ya que asisten a los humanos en casos de crisis respiratoria.
A eso reaccionaron los artífices del proyecto, quienes desean entregar al gobierno una alternativa más barata y rápida de implementar.
Pruebas
Si las pruebas resultan positivas, podrían hacer entregas de 500 unidades en un mes.
Así lo explicó Mario Monardes, ingeniero mecánico y copropietario de Timamg (empresa metalmecánica, dedicada al desarrollo y reparación de tolvas, compañía que es pionera en el desarrollo de cargas herméticas para la minería en Chile), quien confidenció que la idea de realizar este proyecto, salió observando la televisión.
"Fue un sábado, mientras veía televisión y todo lo que estaba pasando en el país, con el tema de la emergencia sanitaria y pensé en ocupar nuestros recursos, habilidades y creatividad para ayudar a la gente, y es así, como se me ocurrió hacer un ventilador mecánico (…) no lo dudé, agarré el teléfono, llamé a mi hermano y le pregunté si quería armar un ventilador conmigo. Nos juntamos con otros expertos y en cuatro días lo teníamos listo", precisó.
Su hermano, Christopher Monardes, sostuvo que "cuando escuché la idea, me pareció fantástica, sobre todo la parte de construirlo con elementos comunes que teníamos al interior de la empresa, lo que en cierta medida fue el desafío. Empezamos a revisar motores que teníamos dentro de la misma (área) metal-mecánica, como algunos restos de aluminio que nos habían sobrado de un proyecto que tuvimos con unas cargas herméticas, cosas así. Lo desarrollamos bastante rápido", dijo.
Para confeccionar el modelo, se basaron en diversos prototipos que salían en televisión e internet; modelos españoles y de diversas universidades. "Fuimos sacando ideas hasta que logramos este prototipo, el cual tiene un valor de entre 800 y 1000 dólares. La idea era hacerlo con materiales que cualquier persona puede encontrar en las ferreterías".
Funcionamiento
Lo que hace el aparato, en definitiva, explicó Mario Monardes, es reemplazar la función de un humano (por lo general un enfermero, paramédico, o funcionario de la salud), en la aplicación de la Bolsa Válvula Mascarilla (BVM), controlando la frecuencia de bombeo hacia el 'ambu', además de controlar el volumen de aire, durante la ventilación no invasiva.
"Tiene el motor de un limpiaparabrisas de un vehículo (12 Voltios), un cargador de batería de los taladros inalámbricos, además de una resistencia variable (timer), que es un potenciómetro, que controla las revoluciones por minuto del motor, que me sirve para controlar la frecuencia de bombeo hacia el ambu (resucitador manual o bolsa autoinflable). También tiene otro mecanismo por el cual entregamos y medimos el volumen del aire (al apretar el ambu), que irá finalmente al paciente", dijo.
Tamaño
Acotó que otra de las gracias que tiene el prototipo, además de su tamaño (el cual es menor a una maleta para la cabina del avión), es que funciona ya sea cargado a una toma eléctrica de 220 Volts, o mediante una batería, la cual otorga una autonomía de 4 a 5 horas.
"Pesa nueve kilos y puede ser conectado, además, al encendedor del auto, volviéndolo ideal en el traslado de pacientes críticos. Puede ser usado en hospitales de campaña o en ambulancias".
Acotó que mañana (en horario aún por confirmar), se juntarán con autoridades de gobiernos y militares, para ver si es factible de implementar durante la contingencia. La cita, será en el Hospital Clínico de la UA.
"Llamé a mi hermano y le pregunté si quería armar un ventilador conmigo. Nos juntamos con otros expertos y en cuatro días lo teníamos listo".
Mario Monardes, Empresa Timamg