Antofagastina entrega apoyo a chilenos complicados en Italia
SOLIDARIDAD. Notable ejemplo de compatriota en el Viejo Continente.
La antofagastina Pamela Lucero Zlatar lleva casi 25 años viviendo en Milán, Italia, pero no olvida sus raíces nortinas.
Es hija de Ernesto Lucero Panadés y Magda Zlatar, propietarios de la desaparecida Casa Lucero deportes.
Pamela hoy vive en uno de los países más golpeados por la pandemia, pero su buen ánimo impresiona; no ha perdido el ánimo y mucho más que eso, también se ha dedicado a auxiliar a otros chilenos que están complicados en la nación europea.
Historia
Italia suma 172 mil enfermos y más de 22 mil víctimas fatales. Solo en las últimas 24 horas se contabilizaron 525 decesos. Ese es el contexto en el que se lidia con la pandemia y que motivó a la antofagastina a prestar ayuda.
"Por casualidad, a inicios de marzo, me contactaron desde Chile para ayudar a una familia que estaba en un crucero que estaban por desembarcar en Savona. Cuando los desembarcaron, la familia quedó completamente dividida. Dos de ellos por las malas condiciones de salud fueron trasladados al Hospital San Martino de Genova, otros dos fueron trasladadas a un exhospital que acondicionaron en Torino para esta emergencia. El resto de la familia fue trasladada a Roma a un hotel", apuntó.
El caso más complicado es el del compatriota Patricio Gajardo, quien permanece aún en cuidados intensivos en Génova, después de estar entubado 22 días. Recién está respirando sin ventilación mecánica ayudado de una máscara de oxígeno.
Su esposa Margarita Vera, está aun en Torino. También está enferma de COVID-19. Su hermana Myrta Gajardo debió ser hospitalizada en Génova y solo después de tres semanas la dieron de alta y pudo reunirse en Génova con su nieta, para seguir rumbo a Roma, donde estarán en un hotel, recuperándose a la espera del regreso a Chile.
El resto de la familia sigue en Roma donde hay otros hospitalizados también por la pandemia. Ayer le dieron de alta en Roma a Bernardo Vera, hermano de Margarita quién estuvo con trombosis provocada por el coronavirus, y pudo regresar al hotel a reencontrarse con la familia que esta ahí cumpliendo la cuarentena.
Solo resta un enfermo de la familia Gajardo en la capital italiana, apuntó Pamela.
"Estoy en continuo contacto con ellos porque desde que los desembarcaron, quedaron completamente aislados, encerrados en una pieza o en el hospital, y no tenían como comunicarse entre ellos. A las que estaban en Torino logré mandarle paquetes con víveres y elementos de primera necesidad porque la estructura de Torino era bastante mala y escasa. Además que no hablan el idioma, entonces todo era para ellos mucho más difícil, por ejemplo, les mandé pasta dental, shampoo, bálsamo, leche, jugos, detergente y productos para comer no perecibles", relató desde Italia.
Ella y su esposo además redactaron mensajes en italiano para que pudieran darse a entender.
Otra antofagastina
También requirieron la ayuda de otra antofagastina en Roma: Mónica Spencer, quien también apoyó a una familia de chilenos en esa ciudad.
"La ayuda más necesaria es hacerles sentir que alguien está preocupados de ellos, que no están solos en una tierra extranjera, lejana sin hablar el idioma porque es lo más complicado", detalló.
"Aconsejaria a todos en Chile, tomarse en serio de la gravedad del virus, preocuparse de la higiene personal, ambiental, privada y pública más que nunca. Hay que evitar los hacinamientos, colocarse la mascarilla cuando vayan al supermercado, cuando usen los medios públicos de transporte; mantener un metro de distancia como mínimo entre cada persona, lavarse las manos muchas veces, usar alcohol gel… Es importante mantener bajo control los contagios para evitar que la estructura sanitaria colapse", concluyó Pamela.