Aprovechando el horario de toque de queda que rige entre las 22 y 5 horas, y arriesgándose a ser detenidos por incumplir este mandato impuesto en todo el territorio nacional, un grupo de vecinos de calle Oscar Farías, comuna de Mejillones, desde hace al menos cuatro días se han organizado para "sanitizar" su sector. Esto ante el temor que existe por el aumento en la cifra de contagios por COVID-19 que afecta al vecino puerto desde el pasado 6 de abril, cuando se registró el primer caso positivo.
Para esta comunidad de vecinos, cercana al sector de los campamentos donde se ha registrado el mayor número de casos, la situación que están viviendo por estos días es de permanente inquietud
"Aquí la gente esta preocupada. Los contagios siguen sumando y sumando y ya son muchos más. Como comunidad decidimos organizarnos y salir a fumigar las calles con un equipo que compró una misma vecina del sector. Lo estamos haciendo después de las 10 de la noche que es la hora en que nadie anda en la calle, incluso arriesgándonos a que nos saquen un parte. Lamentablemente es la única solución que tenemos para descontaminar", explicó Marcela Vargas, presidenta del comité Oscar Farías.
La dirigenta comentó además que han solicitado en varias ocasiones al municipio que realice labores de sanitización en su sector, sin embargo esto no será posible hasta dentro de dos semanas, según el programa que está llevando adelante las autoridades comunales. Es por ello que utilizando una solución compuesta por cinco litros de cloro y cinco de agua, han procurado mantener desinfectados sus antejardines, calles y veredas en un tramo que se extiende por cerca de cuatro cuadras.
Medidas
Para algunos vecinos de la comuna las medidas sanitarias que han implementado hasta ahora las autoridades, municipalidad y Gobierno Regional, han sido demasiado tardías. Así lo cree Nancy Castañeda, la presidenta del condominio social Costa del Desierto II, el que agrupa a 80 familias.
"En Mejillones existe temor por parte de la ciudadanía. Sentimos que las medidas que se han tomado son básicas no responden a la situación que está afectando a la comuna. Hace rato que la ciudad necesita cuarentena total", puntualizó la pobladora.
Junto con ello, la dirigenta acusa que durante esta emergencia sanitaria se ha vuelto complejo conseguir productos de limpieza para mantener sanitizados sus hogares. "Acá no es fácil conseguir muchas cosas. Antes lo que costaba 2 mil pesos ahora está a 4 mil. Cuesta mucho adquirir algunos insumos como cloro o mascarillas", enfatizó.
Campamentos
Hoy los habitantes de Mejillones permanecen alertas a lo que ocurre en la comuna, siendo en estos momentos una de sus mayores preocupaciones lo que sucede al interior de los campamentos. En ese sentido, los vecinos han llevado adelante una serie de manifestaciones para evidenciar su descontento por el manejo de la crisis sanitaria en el puerto.
"La gente que vive en los campamentos no tiene la culpa de lo que está pasando. La mayoría de esas familias no cuenta con los servicios básicos para poder enfrentar esta pandemia. El otro día hubo una manifestación y gracias a eso se hizo presente la seremi de Salud y les puso estanques con agua. Mejillones es muy chico y directa o indirectamente todos tenemos algún vínculo con las personas de los campamentos, ya sea un conocido o compañero de trabajo y uno no puede dejar de ir a trabajar porque sino quién sustenta a su familia", declaró Nancy Castañeda.
Para el presidente del campamento Nueva Esperanza, Edwin Cuero, lo que está ocurriendo en este barrio en relación al aumento de casos por COVID-19 responde a varios factores que, a su juicio, podrían haber sido abordados con anterioridad para así evitar que el virus se propagara.
"Cuando se detectó el primer caso en Mejillones, nadie se hizo presente en el campamento para orientar a las familias cómo prevenir el contagio, tampoco hubo campañas de entrega de tapa bocas ni sanitizaciones. La toma estaba totalmente olvidada y pasó lo que tenía que pasar. Esto era algo que se podía evitar tomando medidas con anticipación", manifestó el dirigente.