Voluntarios apoyan a adultos mayores que viven solos la cuarentena por el coronavirus
SOLIDARIDAD. En la región hay 17.892 adultos mayores que están en situación de vulnerabilidad. Jóvenes están ayudando con las compras de víveres.
Don Ricardo tiene más de 70 años y se dedicaba a comercializar carteras hechas por el mismo en una feria en Calama. Fue uno de los primeros en guardar cuarentena cuando inició la crisis sanitaria pero a más de un mes de la contingencia, su situación se volvió asfixiante.
Vive solo, problemas a la cadera le hacen la mayoría del tiempo trasladarse en una silla de ruedas (puede caminar, pero muy poco), no tiene contactos con sus familiares y los abarrotes y el dinero se le agotaron. Desesperado llamó al número fijo del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) y contó lo que le estaba ocurriendo. Un grupo de jóvenes voluntarios asistió en su ayuda con víveres esta semana.
"Cuando lo vimos se emocionó hasta las lágrimas. Generalmente son personas que no solo te agradecen el que le lleves alimentos, sino que es gente muy solitaria que trata de que alguien les escuche, aprecian mucho la compañía. Imagina pasar esta pandemia en soledad, y sin recursos de ningún tipo, ha de ser una situación muy angustiante", cuenta Marianela Jaime, presidenta de la agrupación Jóvenes Voluntarios por Calama, que fueron en auxilio de don Ricardo.
Este ha sido el tipo de ayuda que por hoy presta una red de voluntarios coordinados por el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) y el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama) para asistir a adultos mayores.
En la región son cientos los casos de personas que terminan sus días dentro de una vivienda en completa soledad y a veces incluso hasta con trágicos finales, como sucedió la madrugada del 20 de enero de este año en Antofagasta cuando una pareja de ancianos de 75 y 89 años fallecieron calcinados al quedarse dormidos con velas encendidas. Fuera de ellos dos, no tenían contacto con nadie más.
Para evitar que la cuarentena invisibilice aún más a esta población (que según la encuesta Casen del 2017, en toda la región eran 17.892 los ancianos en situación de vulnerabilidad), las autoridades comenzaron a trabajar en conjunto con grupos de voluntarios para que estos les fuesen a preguntar a sus casas -con todos los elementos de prevención necesarios- qué necesitaban.
Conversar
Paola Solari Montenegro es directora de Injuv Antofagasta y la encargada de ir a retirar medicamentos a las farmacias para ir a dejarlos personalmente hasta la casa de los adultos mayores que no pueden salir.
Solari cuenta que en su periplo de ir dejando remedios por cada una de las viviendas, los adultos mayores les piden un momento para hablar, de lo que sea, pero hablar.
"Nosotros apoyamos el fono Yo te Ayudo (800 400 035) que es del Senama. ¿Cómo funciona? Los abuelitos llaman, se les atiende directamente, no tienen que digitar opciones. Se les contesta y de ahí se envía a los grupos de voluntarios a atenderle. Nos pasa mucho que la mayoría de las veces ellos también quieren conversar con uno, es gente que se siente muy sola. Por eso en una entrega que no debería ser de más de 15 minutos termina en charlas de una o dos horas. Uno igual lo hace con gusto", cuenta Solari.
Dijo que uno de los casos que más le llamó la atención fue el de una señora de 79 años sorda y no vidente que vive sola en una casa del sector norte de Antofagasta y que había solicitado que le enviasen algunos medicamentos.
"Ella me contaba que sus hijos se la quieren llevar a sus casas, pero ella por opción propia no quiere porque no quiere dejar a sus mascotas y además me dice que conoce de memoria su vivienda, sabe dónde está ubicado cada mueble, cada cosa, y que si se va a otra vivienda, terminará sus días sentada en un sillón sin poder moverse".
En la cuarentena los llamados al fono Ayuda de Senama se han multiplicado y en muchos casos, solo con la intención de poder hablar con alguien o hacer consultas sobre la pandemia.
Así lo cuenta Constanza Campusano, gestora regional del Programa Vínculos del Senama, a cargo de atender las llamadas. "La mayoría de los llamados son de gente que no cuenta con ningún tipo de apoyo y que están angustiados con lo que está pasando. Algunos consultan por los bonos que se están recibiendo, pero también hay muchos llamados de gente que quiere ser escuchada y acompañada".
Fono ayuda
Los adultos mayores que necesiten asistencia de voluntarios o información, pueden llamar al Fono Ayuda: 800 400 035. A su vez, quienes quieran ser voluntarios, deben llamar a Injuv.