Habitantes de María Elena exigen que se declare la cuarentena total en su comuna
MANIFESTACIÓN. Durante la mañana de ayer el alcalde Omar Norambuena participó de una protesta que demandaba la medida.
"La verdad que ha sido extenuante, agotador todo este proceso. Somos 4 médicos trabajando 14 horas diarias, tenemos dos enfermeros, dos auxiliares de servicio. Tenemos una demanda creciente de consultas y necesitamos que se adopten medidas que permitan controlar los contagios en la comuna", indica Andrés Ly, médico general de zona que reside hace dos años en María Elena y que trabaja en su único centro de salud público.
Tal como indica Ly, la solicitud de confinamiento obligatorio es cuasi unánime entre habitantes de la comuna.
El alcalde Omar Norambuena protagonizó la primera protesta pública de una autoridad electa en tiempos de cuarentena. La toma del acceso sur de la Ruta B-24, en rechazo a la no aplicación de la medida, mostró parte del descontento en el poblado.
"La idea no es molestar a nadie con esta decisión pero hemos sido pasados a llevar. Este es uno de los pocos pueblos salitreros que aún sobrevive y hay mucha gente asustada en mi comuna y necesitábamos hacer algo al respecto", explicó Norambuena.
La sensación de abandono se vio agudizada con la noticia del primer fallecimiento de una habitante de la comuna la mañana del miércoles en Calama.
Al igual que la mayoría de habitantes de la comuna, la concejala Doris Araya también tiene familiares cercanos notificados. Araya asegura que si bien la cuarentena resulta urgente, el comportamiento de los vecinos ha contribuido a la transmisión del virus.
"Pasa que acá la gente tiene sus costumbres. No cambia. Va al mercado y se queda conversando en la plaza, haciendo vida social. Los jóvenes siguen saliendo, no respetan el toque de queda. Ahora tenemos el virus en todas partes y necesitamos que las autoridades tomen medidas, pero también la gente tiene que entender que esto es grave si ya tenemos una vecina muerta", afirma.
Para el doctor Mauricio Canals, académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, la situación de comunas aisladas como María Elena reviste alto riesgo por cuanto la propagación del virus se comporta de igual forma que en recintos confinados como las cárceles.
"En territorios aislados y con poco tránsito intracomunal, el virus avanza igual como cuando hay contagios al interior de una cárcel. En teoría se contagia el 60% de la población, el 30% de ello presenta síntomas, y el 5% requiere de hospitalización. Es una situación muy delicada que debería tener el máximo control posible por parte de las autoridades", indicó el académico.