Cuidado de datos de las personas
Es indispensable garantizar que las empresas o los propios gobiernos no estén vigilando a las personas, cuando sus acciones son intermediadas por la web. Es un asunto absolutamente sustantivo y relevante pues se trata de su intimidad que no puede entregarse ni a gobiernos o empresas, que los pudieran usar con fines particulares.
La transformación de lo cotidiano es tremenda y cualquiera lo puede percibir en estos días. Bien o mal, mejor o peor, los alcances del teletrabajo, la tele educación y la forma en que compramos, entre tantas otras cosas, tiene hoy una manera radicalmente diferente de ejecutarse.
Hoy todo está intermediado por las plataformas digitales. Pueden comprarse alimentos y servicios usando las aplicaciones disponibles, puede solicitarse un permiso por internet para comprar físicamente, pasear a la mascota o ir al médico; prácticamente todo puede hacerse si se tiene acceso a la web, la app apropiada y un terminal desde el cual pueda hacerse la acción, esto es un smartphone o un computador.
Lo interesante es la data que es posible de obtener de cada persona: qué adquiere, cuándo, qué celebra, hacia dónde se dirige, con quiénes se conecta, en qué trabaja y de qué manera. Estados Unidos, Europa y China, entre otras naciones, han tratado de regular estos volúmenes de información, a fin de que las personas estén protegidas. Es un asunto absolutamente sustantivo y relevante pues se trata de su intimidad que no puede entregarse ni a gobiernos o empresas.
Chile registra poca prolijidad en este asunto: el cuidado de los datos de las personas. Hay mucho que avanzar en esa dirección, pues hoy más que nunca, los individuos y consumidores están totalmente expuestos respecto a sus acciones, gustos e intereses. Si aquellos volúmenes de datos caen en manos equivocadas, que puedan mal utilizarlos, las consecuencias pueden ser perjudiciales para las personas y la sociedad.
El control ilegal es una opción real que debe regularse, para no caer en excesos como los apreciados en China, donde existe una férrea y aplastante vigilancia a los ciudadanos usando todos los medios tecnológicos disponibles, incluyendo aquellos usados con objetivos sanitarios.
Esperemos que los congresistas y el gobierno lo entiendan bien cuando comiencen a debatir un asunto que será cada vez más evidente y grande. El resguardo de la intimidad es un derecho humano fundamental.