La vida doméstica depositada en un tupperware
"Vida de hogar" (Yasna & Trío Editorial) de Naomi Orellana revela las fisuras puertas adentro de los tiempos que corren. Es un libro objeto presentado junto a un paño tejido a crochet.
En "Vida de hogar", de la periodista Naomi Orellana (1982), se narran las vicisitudes de la familia moderna e ilustrada. Todo, desde el ciclo del orden y el desorden de una casa con las presiones de la convivencia en pareja marcadas por el dinero, la rabia y el derecho a los tiempos del individuo.
Esta es la segunda edición de un ejemplar diseñado especialmente para leer en pantallas y dispositivos digitales, de libre descarga en imagenypalabra.cl. También será un objeto de colección para quien lo desee: adentro de un tupperware junto a un pañito tejido a crochet.
El libro abre con la frase: "La vida familiar sigue siendo una trampa viva que se alimenta de muchachas inocentes", para marcar el tránsito de la pérdida de esta inocencia.
"Vida de hogar", para la crítica de libros de LUN, Patricia Espinosa, "contribuye a reflexionar sobre la incomodidad de ser mujer (…) relegada a una práctica considerada menor, como resulta la condición de 'dueña de casa', para promover, con gran intensidad, cambios que reviertan la permanente violencia de género en la que vivimos".
Naomi Orellana, que también publicó el poemario "Los cardos" (2018, Yasna & Trío editorial), es especialista en cine, disciplina de la que constantemente escribe.
En "Vida de hogar" registra la violencia en escenas. Muestra, por ejemplo, la inequidad de responsabilidad en la crianza: "Los hombres se sienten atacados con el libro. Cuando me hablan (no todos) se sienten súper interpelados y tocados. Se defienden, dicen que no todos los hombres son así. Es lo mismo que pasa con 'El violador eres tú'", explica Noemí Orellana.
"Hay días en que despierto inspirada, pero hay que lavar la loza", es otra de las frases del libro. "Vida de hogar", efectivamente, está escrito en el epicentro de la crianza: "Yo no me sentaba a escribir todas las mañanas. En algunos de esos textos, hay tres años de diferencia. Escribí en cuadernos, notas de celular, otros los escribí en el auto. Era una escritura de urgencia que yo la capturaba cuando tenía que salir. Era lo que era", explica Orellana.
-¿Qué significa cada elemento que va en esta edición especial: tupperware, fanzine, pañito a crochet y póster?
-Me interesa la escritura como arte, me gustan los objetos, quería hacer una edición de colección. Se me ocurrió poner todo en un tupperware, un objeto súper ligado al hogar. El paño a crochet es por la relación del hilo con la palabra. Hay una clara relación con el cierre, suturar ciclos con la costura. El pañito es circular. Constanza Figueroa hizo una ilustración inédita para el póster y el sticker que va sobre el tupperware.
-¿Qué le da y que le quita la maternidad a la escritura?
-Le da urgencia, porque la maternidad te hace valorar mucho el poco tiempo libre que te queda. Valorar los espacios en que solamente te puedes concentrar en una sola cosa. Le quita lo mismo que le da, porque la maternidad cubre todo, no puedes pensarte fuera de eso. Todas las cosas que tú piensas están teñidas con ese rol. En el sentido que es algo tan trascendental a la vida que te lleva a cuestionamientos tan radicales como ser humano, que muchas de las preguntas e impulsos creativos salen a partir de eso. Le da la contracara de lo que le quita.
-¿Por qué decidiste liberar tu libro en internet?
-El libro hace ver la vida cotidiana en la casa. Como ahora estamos todos encerrados, me pareció que podía resonar. Sobre todo pensando que las mujeres que lo pasaban mal en la casa ahora lo están pasando peor. Es una forma de aportar y me parecía mal aprovechar el contexto el libro y venderlo. Liberarlo digitalmente tiene más alcance. Hice una edición especial para leer en formato digital especial, que se pudiera leer bien, que fuera liviana. Es tan poco lo que uno gana vendiendo libros, que la verdad poner eso en primer lugar antes que la conexión con los lectores me parece pobre. Nadie gana plata, menos en la edición independiente.
-¿Qué piensas del formato libro?
-Pienso que es un formato esencial, clásico. Es el propio de la escritura.
¿Cómo es la maternidad de hoy?
-Empoderada, con más deseos de emancipación, de criar de manera más libre, con más propiedad. Me acuerdo mucho que cuando fui mamá todavía no existía el feminismo como existe ahora. Hay profesores que levantan la bandera del feminismo que me reprobaron por faltar a una prueba por tener una guagua recién nacida. En estos doce años el mundo ha dado un vuelco, se tomó consciencia de que la maternidad te puede consumir, anular.
¿Qué leíste mientras escribías?
- En ese tiempo leí a Virginia Woolf, a Simone de Beauvoir. Todo lo que muestro en el libro existe. La cosa era generar otro tipo de conexión. Yo quería hacer un libro que pudiera leer mi tía, la señora del negocio, que resonara en otro plano, no solo en el plano intelectual. Para lograr eso tenía que poner mi carne, exponer mi biografía. Eso es lo que le da la fuerza a esa escritura. La ficción es un aliado pero yo sabía que estaba exponiendo mi vida personal.
-¿Cómo llevas la dupla cuarentena- maternidad?
-Bien. Mi niña está grande y es extremadamente buena onda y responsable. Es una compañera, tiene doce años, puedo hacer perfectamente mis cosas con ella. Creció conmigo y está habituada a que uno se dedica a escribir, a sus tareas concentradas. Estamos acostumbradas la una a la otra en nuestros universos. Mi experiencia con la maternidad ha sido tranquila. Sé que para mujeres no ha sido así. Tengo una sola hija, buenas redes de apoyo. Eso es lo fundamental, determina la carga de trabajo que te llevas.
El libro de Noemí Orellana se puede descargar libremente en www.imagenypalabra.cl
Naomi Orellana. Ilustraciones de Constanza Figueroa
38 páginas
Pack Taperware 12 mil
Vida de hogar
Por Cristóbal Gaete
Sebastián Riffo