Judicialización del pago de aranceles
Colegios y universidades enfrentarán problemas severos si una mayoría de las familias decide no pagar sus cuotas. El foco debe estar en los grupos más perjudicados. Es evidente que las semanas más complicadas aún no han llegado, ni en lo económico, ni en lo sanitario. Eso es bien fundamental de entender. El nivel de complejidad exigirá mesura y acción.
Una reciente entrevista a Jorge Lawrence, presidente de Copanor permitió conocer algo de los problemas que enfrenta este gremio y sus asociados, en el contexto de la pandemia de coronavirus.
Hay un aumento de la morosidad, indudablemente producto de las dificultades económicas, pero también por la equivocada convicción que tienen muchos padres y apoderados: el derecho de no cancelar los aranceles en la medida que no hay clases formales, desde marzo.
El asunto ha llevado a una creciente judicialización de estos contratos, muchos de los cuales son empujados por abogados, tal cual comenzó a ocurrir en establecimientos del centro y sur del país.
Lo que debe precisarse es que las clases están suspendidas en los establecimientos por orden de la autoridad. No es una decisión discrecional.
Como se sabe, el sistema subvencionado está basado en el aporte del Estado y de los padres y apoderados, que varía, según lo acordado por cada colegio. Va desde cero pesos, hasta poco más de 100 mil pesos mensuales.
Copanor, institución nacida en 2016 en y que reúne a representantes de Arica a Copiapó, llamó a evitar la judicialización de esta discusión y apelar a la solidaridad de las familias, en el entendido de que efectivamente habrá menores muy complicados financieramente hablando, por el aumento del desempleo que observamos ante la ola de despidos.
En efecto, los esfuerzos de los establecimientos están puestos en ayudar a las familias que han sufrido los perjuicios económicos, de modo que quienes pueden pagar, deben hacerlo, pues el auxilio de los colegios (que mantienen igual sus gastos en remuneraciones) debe concentrarse en aquellos alumnos que hoy tienen complicaciones reales.
"Hay que ser solidarios. Si alguien necesita ayuda económica debe acercarse al establecimiento y plantear el problema. Allí debemos enfocarnos. No sirve eso que algunos plantean de bajar los pagos parejo para todos. La solidaridad debe partir por quienes tienen problemas", citó el ejecutivo.
Un mensaje que debiera calibrarse.