Qué explica la baja letalidad actual y por qué no se deben relajar las medidas
PANDEMIA. Especialistas apuntan a que la modernidad del Hospital Regional ha sido clave en el manejo de la emergencia, pero advierten que la situación podría cambiar si no se respetan las recomendaciones. "Nos acercamos a las semanas más complejas", afirman.
Alejandro Ahumada
La preparación de la red de salud previo a los primeros casos de COVID-19 y el hecho de contar con un Hospital Regional inaugurado hace menos de dos años, serían factores que inciden en la baja letalidad que hasta hora presenta del virus en la región. Sin embargo, los especialistas advierten que este escenario podría cambiar si hay un relajo de las medidas preventivas.
Según las cifras entregadas por el gobierno, hasta ayer la región presentaba 1.648 casos acumulados del nuevo coronavirus, con 17 víctimas fatales (1,03% de letalidad), las que en su mayoría corresponden a adultos mayores que presentaban patologías de base.
La realidad es diferente en zonas con similar número de casos. En Valparaíso, los fallecidos son 32 de un universo de 1.639 contagiados (1,95% de letalidad), en La Araucanía han muerto 44 personas de 1.666 infectadas (2,64%) y en Magallanes se registran 17 decesos entre los 972 enfermos con COVID-19 (1,74%).
"Prematuro"
El jefe de la Unidad de Infectología del Hospital Regional, Pedro Usedo, advierte que todavía es prematuro establecer que la letalidad del virus es baja en Antofagasta. Pero sostuvo que uno de los principales factores en ese escenario es que el sistema hospitalario, a pesar de estar sobreexigido, sigue dando respuesta a las necesidades.
"Aún podemos manejar todos los pacientes covid positivo que requieren unidades críticas con personal altamente entrenado. Tenemos una mayor capacidad de conversión de camas, en promedio contábamos con 17 camas UCI y hoy transformamos camas intermedias y de otras áreas para tener un mayor número de pacientes ventilados", explicó el especialista.
La preparación que tuvo la red de salud fue fundamental para el facultativo. Por ejemplo, el 11 de febrero, más de un mes antes de que se registraran los dos primeros casos de COVID-19 en la región (Calama), el Servicio de Salud realizó un simulacro de paciente infectado con coronavirus desde el Servicio de Alta Resolución de la Coviefi, hasta el Hospital Regional. En todo ese tiempo se trabajó en los protocolos para reacción y manejo de la enfermedad.
Fortalecimiento UCI
La infectóloga Yoselyn Castillo, explicó que hubo un importante fortalecimiento de la Unidad de Pacientes Críticos del Hospital Regional. "Como región, las unidades críticas tienen determinado número de camas y nosotros nos preparamos para tener más. También nos está cooperando el referente nacional en ventilación mecánica, el doctor Vinko Tomicic", añadió.
Castillo indicó que si bien aún no está utilizada la dotación completa de camas críticas, ya se acercan a esa realidad, por lo que las semanas que vienen serán de máxima exigencia para la red de salud pública.
Para Usedo la planificación antes de que la emergencia en Antofagasta fue correcta, ya que actualmente se están trasladando pacientes de menor complejidad al hospital antiguo y comenzará la operación del hospital de campaña.
Sin embargo, el factor más decisivo para el especialista, hasta ahora, es que el Hospital Regional fue inaugurado hace menos de dos años.
Este recinto es cuatro veces más grande que el anterior (123 mil metros cuadrados), fue inaugurado en marzo del 2018, y la inversión de 231 millones de dólares lo posiciona como el centro de alta complejidad para toda la macrozona norte del país.
"Que esta pandemia nos encontrara justo con áreas clínicas que están en muy buenas condiciones de manejo y de trabajo, con infraestructura y sistemas que permitan manejar estos pacientes, es fundamental. No sé si la respuesta habría sido la misma si hubiésemos estado en el hospital antiguo, ya que sabemos tenía deficiencias estructurales importantes, con un séptimo piso donde siempre teníamos un cúmulo de palomas y otras complicaciones", apuntó.
Y enfatizó que el único lugar que asegura no solo las condiciones médicas y de soporte clínico, laboratorios, esterilización, para enfrentar esta emergencia sanitaria, es el nuevo Hospital Regional.
A ello suma la capacitación de los equipos de trabajo y la llegada precisa de especialistas en ventilación mecánica previo a la pandemia.
Sin embargo, el jefe de Infectología advirtió que en la medida que la pandemia avance, el sistema estará más presionado, los requerimientos aumentarán, el personal clínico estará más cansado y con la necesidad de más camas críticas, la baja mortalidad puede quedar atrás.
"No sería tan triunfalista, estamos recién enfrentando la ola. Una de las cosas que más ha jugado en contra en Chile es el excesivo exitismo que vimos inicialmente", sostuvo el profesional.
Semanas complejas
Para aplanar la curva y que los contagios disminuyan, el único camino es respetar las indicaciones de la autoridad, agregó Usedo.
"Aún hay mucha gente dando vueltas por la ciudad, la cuarentena debió empezar mucho antes, somos un país muy reactivo. Ojalá la cuarentena se alargue hasta que la curva disminuya, ya que lo peor que nos podría pasar es un rebrote, que aparece cuando se bajan medidas como la cuarentena", manifestó Pedro Usedo.
La infectóloga Yoselyn Castillo señaló que Antofagasta se acerca a las semanas más complejas de la emergencia.
"Cuando hay cuarentena, las cifras comienzan a notarse por lo menos después de dos semanas, si la gente respeta la cuarentena", concluyó.
Mauricio Canals, académico y autor del informe que elabora semanalmente la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, concuerda en que la baja letalidad observada en el país está relacionada con la capacidad y calidad de atención de las unidades de pacientes críticos en el sistema público. No obstante, el destacado radiólogo advierte que los indicadores presentados hoy son los efectos de casos que han evolucionado por lo menos dos semanas atrás.
"La curva de letalidad va siempre retrasada en dos semanas con la presentación de casos nuevos. Toda esta alza de casos que vemos ahora la vamos ver en dos semanas más. Y el problema no es el porcentaje de letalidad, es el efecto de saturación de las UCI de agregar mortalidad al sistema por incapacidad de tratar pacientes. Italia en su peor momento, llegó a tasas de 7% no por edad de la población o la alta mortalidad del virus, sino por la imposibilidad de responderle a esa población", afirmó.
"No sería triunfalista, estamos recién enfrentando la ola. Una de las cosas que más ha jugado en contra en Chile es el excesivo exitismo que vimos inicialmente".
Pedro Usedo, Infectólogo