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con la violencia y con el caos, como si fuera todo una sola cosa. Uno tiene que ser capaz de distinguir la manipulación de la desesperación de miles de chilenos que están padeciendo pobreza, cesantía o hambre, es decir, la demanda legítima. Hay que condenar la manipulación y hay que ser duro con el que provoca la violencia. Pero hay que ser muy comprensivo con la ciudadanía que lo está pasando mal. Se tiene que separar las dos cosas. Los activistas logran su efecto, porque la crisis social es real, es verdadera, no es un invento, Si no lo fuera, no lograrían sacar a nadie a las calles.
-Una de las quejas, fundamentalmente de sectores de derecha, respecto del estallido social, era que el gobierno no pudo mantener el orden público y se pedía más control policial e incluso mano dura. ¿Compartía esa apreciación entonces y la cree aplicable ahora?
-Absolutamente, no. No es Carabineros el que tiene que solucionar las crisis sociales. Hay que actuar con firmeza y mano dura frente a los violentistas, no hay duda. Pero esa es una minoría muy pequeñita. No podemos pretender utilizar a Carabineros para resolver las crisis sociales. Lo dije en octubre, lo dije en noviembre y lo mantengo hoy día. Tenemos que tomar medidas políticas y económicas para eso. Creo que el gobierno está haciendo lo correcto, avanzando en ese punto, pero falta todavía. Esas medidas deben buscar soluciones a los problemas de la gente. A palos no vamos a solucionar nada ni arreglar la crisis social.
-Las diversas crisis han implicado o incidido en cambios de gabinete. ¿Lo ve factible ahora?
-No lo creo. Y menos en medio de la pandemia. Es una decisión del Presidente en último término; por supuesto, él resolverá, pero creo que tiene que mantener a sus ministros y personeros. Veo difícil un cambio de gabinete en estas condiciones porque los ministros lo están haciendo bien. El presidente tendrá que juzgar, pero yo veo empoderados a la gran mayoría de los ministros, trabajando, desplegados en su labor. Creo que no es el minuto de hablar de cambios de gabinete.
-¿Cómo considera que ha sido la actuación del Gobierno en este tiempo?
-No hay duda que lo bueno ha sido que el presidente con su capacidad de gestión logró que el país se preparara para la pandemia en términos de salud: se compró ventiladores, si no se hubieran adquirido en su momento el sistema de salud habría colapsado el día 4 de abril; se compraron los test; el país se planificó desde el punto de vista de cómo hacer frente a la situación. La forma en que se han ido llevando adelante las cuarentenas dinámicas es la adecuada. En materia económica también se han tomado las medidas de apoyo a las pymes, lo que tiene una parte buena y una parte mala, porque lamentablemente se ha detectado que los créditos Fogape no están llegando a muchos sectores de pequeñas y microempresas y esto se ha corregido. Espero que en el nuevo sistema vía Corfo logre llegar a quienes no lo estaban recibiendo. Luego, creo que se entendió mal por la ciudadanía el mensaje del "retorno seguro", pues se entendió que se podía volver como si no pasara nada y eso obviamente fue un paso en falso. Pero me parece que la gestión del Gobierno ha sido bastante buena en materias como el Bono Covid, el refuerzo millonario del BancoEstado, en fin, creo que se está trabajando en la línea correcta. Pero Gobierno y oposición debemos estar lo más pronto posible dialogando sobre cómo solucionar algunos de estos problemas inmediatos y planificar esa solución más a largo plazo. Urge ponernos de acuerdo.
-¿Y qué opina las medidas económicas más recientes, como el Ingreso Familiar de Emergencia?
-El Ingreso Familiar de Emergencia es una buena medida. Para una familia de cuatro integrantes estamos hablando de 260 mil pesos: esto es para que la gente no tenga que salir de sus casas durante la cuarentena. Se ha pensado de manera decreciente por tres meses, de manera que la gente no esté tan agobiada y pueda empezar a buscar trabajo o volver a sus trabajos en ese período. Se trata de los sectores más precarios, que no tienen contrato ni trabajo fijo y, por tanto, creo que es una medida adecuada. Siempre uno quisiera que hubiera más recursos, pero hay que tener cuidado con esos recursos, dosificarlos, porque como de seguro se va a necesitar inyectarlos en sectores que hoy seguirán pasándolo mal, es necesario ver bien dónde se hacen los aportes y las ayudas. Va a haber que sostener a muchos mundos: el mundo gastronómico, el del restaurante pequeño; el mundo del turismo que lo está pasando pésimo; a la gente de los taxis colectivos, en que pasará mucho rato probablemente para que se normalice su uso. Se va a tener que ir identificando a quienes vamos a tener que darles ayudas especiales y se necesitarán entonces nuevos recursos, por lo cual creo que el gobierno ha hecho lo correcto.
-¿Y respecto de las cajas de alimentos?
-Sobre las cajas de alimentos anunciadas considero que también es una buena medida. La idea es llegar a un setenta por ciento de las familias chilenas, es decir, una cantidad muy grande, por lo que se requerirá una gran capacidad logística. Quizá podría haberse hecho el anuncio cuando estuvieran las cajas listas, pero salvo eso, me parece una medida razonable, que complementa a las otras medidas que el Gobierno ha tomado.
-Hablando de cajas de alimentos, un diputado de su partido en Ñuble, lo ha hecho por su cuenta. ¿No le parece riesgosa esa actuación?
-Son muchas las personas de distintos partidos que han entregado cajas de ayuda.
-En todos esos casos, ¿no es riesgoso, en el sentido que puede entenderse como una forma de propaganda electoral a destiempo?
-Yo creo que es necesario ayudar a la gente. El diputado que menciona tiene elecciones en un año y medio más. No le había puesto nombre ni identificación a sus cajas de ayuda hasta que reclamaron de la oposición porque pensaron que eran cajas fiscales. El diputado, para dejar claro que no eran recursos fiscales sino cosas que él personalmente ha donado o conseguido, le puso su imagen. La verdad es que yo prefiero que se haga eso a que no se haga nada. La gente necesita ayuda y el que pueda ayudar, que lo haga. Es muy urgente colaborar con quien lo requiere. Llegar con alimentos o insumos a la casa de los que no pueden o no deben salir, es algo valioso e importante. Ojalá pudiéramos hacerlo todos.
-Usted, junto al senador Insulza, impulsó una propuesta de acuerdo amplio, un "gran pacto social". ¿Qué requisitos tendría que tener ese acuerdo?
-Lo primero es que tienen que participar actores sociales, políticos, gremiales, sindicales, la academia. Tiene que ser algo muy amplio, no sólo reducido a la política. Luego, tiene que haber ánimo de conversar, de negociar, de ceder. No sacamos nada con que se siente en esa mesa la gente que cree que está todo perfecto, que lo que ellos opinan es lo único válido y no están dispuestos a ceder un milímetro, porque esa gente no va a permitir ningún avance. Por eso es bueno aprender de las experiencias de otros países. Yo creo que es un acuerdo que debería pensar lo que hay que resolver hoy día, lo más urgente, pero también pensar en el mediano y largo plazo. Que los chilenos sepan cuáles son las metas y los plazos, en qué minuto van a ir llegando cambios en las distintas áreas, de manera que la ciudadanía tenga claro cómo se avanza. Pienso que esto debe ser lo más transversal posible, siempre habrá quienes, en ambos extremos, no llegarán a acuerdos, porque es gente que no quiere conversar, quiere echar todo abajo, no tiene disposición al diálogo. Pero hay que trabajar con una mayoría, un setenta u ochenta por ciento quizá, que sí quiere lograr acuerdos. En mi opinión personal, si esto llegara a concretarse, porque estamos lejos todavía de tener, por así decirlo, agua en esta piscina, tiene que nacer del presidente de la República. En todos los casos a nivel internacional que conozco, lo ha convocado el Gobierno, el presidente o ministros. Chile no tiene por qué ser la excepción y no correspondería hacerlo de otra manera.
-Ahora, el senador Insulza no tuvo mucho apoyo en su sector ni usted, al parecer, en el suyo. ¿Cree aún posible esa colaboración amplia?
-Sí tengo apoyo en mi sector. En Renovación Nacional, la directiva por unanimidad, la comisión política por unanimidad, acordaron apoyar la búsqueda de un pacto social, esta misma semana. Así que apoyo en Renovación Nacional hay. También me han contactado los alcaldes, la mayoría de ellos, no quiero decir todos, porque no he conversado con todos, pero creo que la mayoría de los alcaldes, que es la gente que está más en terreno, que escucha más a la ciudadanía, está de acuerdo con la idea. La discusión que se dio en la oposición, y fue una pelea interna en el Partido Socialista en la que no me voy a meter, es si el senador Insulza era o no la persona adecuada. Pero esto no es más que una convocatoria, y por tanto los celos, las hipersensibilidades, hay que dejarlas de lado en este minuto en que el protagonismo individual es lo menos importante y en que lo que hay que hacer es sumarse a este tipo de convocatorias. Es un llamado, no es más que eso, un intento de pedir a todos los que estamos en algún cargo de responsabilidad que de una vez por todas consideremos seriamente este acuerdo.
-Se ha dicho que el presidente Piñera pidió que los acuerdos fueran al interior de la coalición primero.
-Eso no es tan así. El presidente ha dicho dos cosas. Primero, él ha estado siempre por lograr grandes acuerdos nacionales, eso nos dijo el lunes y es evidente porque el presidente Piñera desde el día uno de su Gobierno ha convocado grandes acuerdos nacionales. En segundo término, que cuando ya entremos en las negociaciones que tratemos de ponernos de acuerdo primero en Chile Vamos y en eso no puedo sino concordar con él. El punto es que todavía no se ha negociado nada. Entonces los que están oponiéndose se están oponiendo a la posibilidad sólo de conversar. Eso me parece irresponsable ante el panorama que estamos viviendo en el país.
-Cambiando de tema, la crisis sanitaria también tiene efectos electorales: ¿piensa que será necesario cambiar fechas de elecciones o plebiscitos?
-Espero que no. Es algo que tendremos que resolver allá por el mes de julio. Vamos a tener que analizar si las condiciones sanitarias permiten hacer el plebiscito. La única razón para no hacer el plebiscito, en mi opinión, es la sanitaria. No hay otra. Tenemos que cumplirle a la ciudadanía el compromiso que hicimos con este cronograma constitucional para que sean los chilenos los que decidan si quieren o no una nueva Constitución. Tenemos una enorme cantidad de elecciones, es cierto, pero creo que finalmente el resultado será positivo, que el plebiscito va a desencadenar, si logramos sentarnos en una mesa nacional, un pacto social nuevo, un período virtuoso de Chile en donde ojalá pronto logremos ser un país desarrollado.
-¿Y qué le parece el protagonismo de los alcaldes no sólo en la gestión de la crisis sino en realzar a algunas de sus figuras en eventuales presidenciables?
-Me parece muy bien. Trabajo muy estrechamente con nuestros alcaldes. Son las figuras que están más cerca de la gente, son el vínculo más directo con la ciudadanía. Lo están haciendo bien, están empoderados, más allá de si el alcalde es de mi sector político o es de la oposición, tenemos que trabajar codo a codo todas las autoridades, incluyendo a los alcaldes, para enfrentar esta pandemia.
-¿Cómo ve los próximos meses?
-Difíciles. Con mucha preocupación, me duele la guata pensar que pudiéramos tener una crisis como la de los años ochenta. Yo sé lo que es tener un papá cesante por dos o tres años, sin tener grandes apoyos económicos y, por Dios que se pasa mal en una crisis como esa. No quisiera que el país vuelva a revivir y lo jóvenes a vivir lo que nos tocó entonces.
-¿Algo bueno que esperar?
-Yo espero que los políticos estemos a la altura, que recojamos el guante de acordar la salida entre todos a esta crisis y además buscar soluciones definitivas a los problemas que aquejan a los chilenos. Tengo confianza, aunque a veces uno se desmoraliza un poco cuando ve tanta crítica, tanta gente que se opone, que se opone por debajo porque la mayoría no lo hace públicamente porque ni siquiera es capaz de dar la cara, pero tengo esperanza porque pienso que la mayoría de los dirigentes políticos ha recibido de manera positiva este llamado y eso es lo que cuenta al final del día.
la entrega de las primeras cajas de alimentos esta semana en la región metropolitana. desbordes la considera una buena medida.