La antofagastina y seleccionada chilena de básquetbol Catalina Ramírez (17), no pierde el tiempo en esta cuarentena.

La ala-pívot está entrenando fuertemente en su casa con el objetivo de llegar en buena forma al Campeonato Mundial de Rumania, que está programado del 15 al 23 de agosto.

Este año la joven tomó la decisión de comenzar una nueva vida en Santiago, que le permitiera tener tiempo para terminar sus estudios secundarios y entrenar junto al combinado nacional en el Centro de Alto Rendimiento (CAR). Sin embargo, debido a la situación que se vive en el país, tuvo que retornar a la ciudad.

La antofagastina es una de las promesas de la región en esta disciplina. Antes de tomar la decisión de irse a vivir a la capital, defendía los colores del Sokol y SQM. Actualmente está trabajando bajo el proyecto denominado Promesas Chile.

En la Región Metropolitana no estaba jugando en ningún equipo, pues la intención del entrenador Warren Espinosa era que todas las jugadoras del plantel se enfocaran en la selección chilena.

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En conversación con este Diario, Catalina Ramírez contó su intensa rutina en casa.

"Los lunes, miércoles y viernes por la mañana hago físico, luego los martes, jueves y sábado voy a la cancha cerca de mi villa, donde me pasan las llaves y estoy sola. En las tardes trabajo las rutinas de la selección chilena, acompañada de nutricionista, psicólogo y preparador físico", puntualizó.

Ramírez dijo que se le hace difícil entrenar todos los días con la misma intensidad, sumando que esto lo debe hacer en un espacio reducido y sin sus demás compañeras de la selección chilena.

"Obviamente que al hacer todo sola hay beneficios, como el mejorar mucho la musculatura, movimientos con el balón, entre otros aspectos. Pero falta estar ahí como equipo, jugar y comunicarnos", indicó.

Pero las prácticas con la "Roja" no son las únicas, ya que en este instante también lo hace con el equipo de Promesas Chile, proyecto liderado por la profesora Claudia Vicencio.

"Entrenamos todos los días de lunes a viernes, mañana y tarde, pero yo solo puedo temprano porque después tengo los temas con la selección", dijo.

La exalumna del Hrvatska Skola San Esteban contó que esta semana se va a decidir si el Mundial de Rumania se hace o finalmente se busca otra fecha para llevarlo a cabo.

"Hace tres años comenzamos a luchar por este sueño de ir al mundial de la categoría. No solo queríamos lograr cosas positivas en torneos internacionales importantes, siempre estamos deseando ir más allá. Lo que logramos en el Pre Mundial fue parte de nuestro esfuerzo, de esa forma conseguimos clasificar a Rumania", apuntó.

La ala-pívot mantiene una estrecha comunicación con el entrenador de la "Roja" Sub 17, Warren Espinosa.

Han conversado sobre la importancia de contener a y apoyar a las compañeras que tengan problemas y de lo relevante que es esforzarse en todo momento, sobre todo en situaciones difíciles.

"El entrenador siempre nos dice que el sueño no se acaba en el mundial de Rumania, sino que el proyecto es estar en un mundial adulto y clasificar por primera vez a unos Juegos Olímpicos. Todo esto es a largo plazo", anunció la antofagastina.

Sus objetivos en estos momentos son grandes. En un momento no la pasó bien debido a una complicada lesión. Ahora Catalina se propuso seguir al ligada al mundo de la salud y jugar en el extranjero..

Facundo Langbehn tiene 25 años y practica escalada desde los cuatro. El santiaguino es uno de los más destacados en esta disciplina, pero en la modalidad de roca. Su consolidación llegó en 2017 cuando se transformó en el primer chileno y segundo sudamericano en llegar al 8C (nivel de dificultad), en el The Nest, en Red Rocks, en Nevada, Estados Unidos.

¿Cómo has vivido esta pandemia por el COVID-19?

-Por suerte en mi casa hay harto espacio al ser una parcela. Ahí tengo un muro de escalada, así que me he mantenido todos los días entrenando. Pero tengo muchas ganas de escalar en roca y no hacerlo me tiene más inquieto.

Tengo entendido que la actual situación te impidió irte a vivir a Estados Unidos…

-Este año me iba a Estados Unidos y al final con todo lo que ha pasado, suspendí el plan. Además estaba hablando con mis auspiciadores para hacer proyectos en ese país, pero todo está bien complicado.

¿Cuál era tu situación como deportista antes que pasara esto?

-Antes de que comenzara todo esto fuerte en Chile, estaba por competir en el Master de North Face, la prueba más importante de Latinoamérica, pero al final se suspendió. Alcancé estar en el pre master que se hizo en Santiago, donde gané. Me sentía bastante bien.

¿Cómo vislumbras el retorno?

-Todo esta situación es súper compleja de abordar, será un proceso, no creo que un día nos digan que esto de inmediato vuelve a la normalidad. Por lo que he leído será algo largo paso a paso.

¿Asimilas el hecho de que eres unos de los escaladores de mayor renombre a nivel sudamericano y latinoamericano?

-Da mucha alegría cuando otra gente valora tu carrera y te siguen de forma constante. Es agradable ver a otras personas que se preocupan por ti. Yo llevo una vida bastante normal. Estoy contento de haber llegado hasta donde estoy y ojalá pueda seguir progresando.

Desafíos

¿La escalada debería ser tomada más en cuenta en Chile?

-La escalada es impresionante, sobre todo en Santiago, con gente que la practica y que se está haciendo muy conocida. Pese a ello, esta disciplina sigue siendo de bajo perfil, pero obviamente se puede explotar más de lo que ha se ha hecho hasta ahora. Hay mucha gente todavía que confunde esto con el montañismo, que es un deporte más peligroso.

¿Entonces lo importante es partir de la base?

-Claro, lo importante en este mundo del deporte es ir captando a gente talentosa desde chicos, para que se puedan desarrollar y al mismo tiempo aprender cosas desde la base. Es un aspecto que siento que puede optimizarse bastante acá en el país.

El año 2019 visitaste Antofagasta, justamente para un evento de escalada. ¿Qué te pareció el nivel?

-La vez que fui a Antofagasta me sorprendió mucho la cantidad de gente que estaba escalando y lo motivados que se veían, observé mucho potencial. He seguido en verdad por redes lo que se hace allí.