Titán, la luna más grande de Saturno es conocida por tener una atmósfera densa y con clara evidencia de estar cubierta de ríos y mares líquidos. A pesar de que el líquido superficial es de metano, etano y otros elementos, se cree que debajo de la superficie puede haber un océano de agua líquida, que podría albergar vida.
Todas las lunas se alejan de sus planetas, incluso la nuestra. El jalón gravitacional que la Luna ejerce sobre la Tierra es el causante de las mareas. Procesos de fricción dentro de la Tierra convierten esta energía en calor, que distorsiona el campo gravitacional de la Tierra, empujando a la Luna más adelante en su propia órbita. Esto causa que la Luna gane energía y gradualmente se mueva más lejos de la Tierra (a una velocidad de 4 cm por año, tranquilidad, no nos vamos a quedar sin Luna antes de quedarnos sin Sol). Este proceso se llama "migración". El jalón de Titán sobre Saturno es similar, pero se pensaba que los procesos de fricción dentro de Saturno eran más débiles que los de la Tierra, por ser un planeta gaseoso, por lo que la migración de Titán se calculaba en 0.1 cm al año.
El pasado lunes, la revista Nature publicó el trabajo de dos equipos de científicos que usaron técnicas diferentes para medir la órbita de Titán por 10 años. Una de estas técnicas, llamada astrometría, produce mediciones precisas de la posición de Titán con respecto a las estrellas de fondo tomadas por la sonda Cassini. La otra, radiometría, midió la velocidad de Cassini y el cómo esta era afectada por la influencia gravitacional de Titán. Ambos equipos coincidieron en que la velocidad de migración de Titán es en realidad 11 cm por año, 100 veces más rápido que lo estimado anteriormente.
El estudio completo se puede encontrar en: https://authors.library.caltech.edu/102142/