Correo
Retiro de fondos AFP I
Los que acusan populismo, no tienen hambre. Ese es el asunto.
Marta Jara C.
Retiro de fondos AFP II
La "excelente" propuesta de retirar los ahorros previsionales es mala por donde se la mire.
No honra el acuerdo alcanzado; va en dirección contraria a la política de aumentar las pensiones; no es focalizada y es regresiva; deja afuera al sector informal; obliga al Estado a endeudarse para quienes no necesariamente son los que más lo necesitan; perjudica la amortiguación y reactivación económica; afecta la generación de empleos; no toma en cuenta que habrá más crisis. El retiro de pensiones en pandemia implica abrir una puerta difícil de cerrar. La propuesta más allá de ser populista, sólo habla cuán escuálidos están algunos sectores de ideas. Porque basta con leer no más que estas líneas para darse cuenta que alternativas hay muchas, pero carecemos de personas que las representen.
Tomás Orellana Bardavid
Respuesta
En carta publicada recientemente en su medio, José Luis Trevia, refiriéndose a las reacciones a la comisión de expertos, propuesta por el Presidente de la República, en relación a la declaración de admisibilidad de las mociones, señala: "Los dichos y reacciones de varios congresistas, en particular la presidenta del Senado Adriana Muñoz (PPD), destacada por violar reiteradamente la Constitución, son por lo bajo exageradas."
No puedo dejar pasar dicha aseveración, absolutamente gratuita, injustificada y errónea.
Más allá de una frase vertida en una sesión recién pasada, en la tramitación de los proyectos de ley en el Senado se han seguido las normas constitucionales, legales y reglamentarias vigentes. Éstas entregan a los Presidentes de las Cámaras y de las Comisiones la facultad para determinar la admisibilidad, quedando, en último término, la decisión al plenario.
Ello se ha cumplido rigurosamente, existiendo, además, diversas herramientas institucionales, como el veto o el control preventivo para corregirlas, si el Ejecutivo o los mismos parlamentarios, lo estimaran pertinente.
Adriana Muñoz D'albora, presidenta del Senado
Corrupción
Me he dado cuenta que el delito de corrupción que beneficia al causante y a un grupo de privilegiados, así como el caso de los traficantes que regalonean a algunos para conseguir resguardo, provocan un singular y morboso atractivo por los réditos que los elegidos obtienen con su venal comportamiento, diseminándose la admiración a la gente común que endiosa a los malhechores por su samaritana actuación.
Cuando gobernó la honorable Dra. Marcela Hernando, fue perseguida tanto por los concejales de la UDI como por varias gentes, siendo acusada incluso de cinco delitos falsos para poder desbancarla; todo porque Hernando tuvo el defecto de ser una dama decente e incorruptible.
Actualmente, nos encontramos con la peor alcaldesa. Pero como las malas practicas causan atracción, la misma gente que carteaba hostigando a Hernando, ahora se repliega en silencio ante la corrupción local, atacando torpemente al intendente, a la diputada P. Nuñez; al exalcalde C. López con delitos inexistentes, al gran Mañalich, a la infaltable Bachelet, menos a quien corresponde.
Iris Lara B.
Mi fusil y yo
Suena romántico el nombre de la carta, pero hoy al ser controlado por una patrulla militar me pude percatar, que portaban sus fusiles sin sus correspondiente cargador, transformándolos en un molesto e ineficiente pedazo de fierro y se me vino a la mente una hermosa canción, que se entona en las Fuerzas Armadas y que en una de sus estrofas dice: "Es un bravo compañero, la patria me lo brindó, y por ello lucharemos, siempre juntos mi fusil y yo". Lamentablemente las autoridades que nos gobiernan les han quitado toda autoridad y disuasión a nuestras Fuerzas Armadas y de Orden, sin pensar las consecuencias que esto puede tener para la nación.
Nuestras Fuerzas Armadas y de Orden, gozan de un prestigio internacional, por su profesionalismo, entonces es incomprensible y ofensivo, cuando el ministro de Defensa, superior jerárquico de éstas, en una postura de concursante, al sacar a la calle a las tropas de elite, "que está tirando toda la carne a la parrilla", y ahí se me viene a la mente que efectivamente no fueron los 30 pesos, sino que los treinta años que la clase política, en todo su espectro, ha destruido al país, en lo económico en lo social y lo más grave en lo moral.
Roberto Espinosa Fabres