Agencias
La Justicia francesa abrirá una investigación contra el ex primer ministro Édouard Philippe, la extitular de Sanidad Agnès Buzyn y su sucesor en el puesto, Olivier Véran, por la gestión de la crisis sanitaria del covid-19, informó ayer el Tribunal de Casación en un comunicado.
De las 90 denuncias recibidas, la comisión del Tribunal de Justicia de la República, encargada de filtrarlas, decidió aceptar nueve de las 53 examinadas contra varios miembros del Gobierno del presidente Emmanuel Macron.
El fiscal del Tribunal de Justicia de la República, François Molins, tendrá que estudiarlas para decidir si abre finalmente una causa contra Philippe, Buzyn, que dejó el Ministerio de Sanidad en febrero, y Véran, al frente de esa cartera desde entonces.
Philippe abandonó ayer el cargo de primer ministro para volver como alcalde de la localidad normanda de Le Havre, cargo para el cual fue elegido en las elecciones municipales recientes y que debería asumir este sábado.
Hasta 90 denuncias
El Tribunal Superior de Justicia, encargado de investigar presuntos delitos de miembros del Gobierno, recibió hasta 90 denuncias contra Philippe y varios cargos del Ejecutivo, inmerso ahora en una transformación para dar un giro más social a la segunda parte del mandato de Macron.
De las 53 examinadas, descartó 34 por falta de interés de los denunciantes en seguir el proceso o por estar incompletas. Las 19 demandas restantes fueron en parte consideradas, en el caso de los tres responsables ya citados, y una decena de ellas archivadas.
Las denuncias, presentadas desde el inicio del confinamiento a mediados de marzo, fueron interpuestas por ciudadanos, médicos y asociaciones por cargos como poner en peligro la vida de otros, homicidio involuntario, no asistir a personas en peligro o no haber tomado las medidas para frenar la epidemia, que ha causado casi 30 mil muertes y contagiado a cerca de 167 mil personas en Francia, situando a este país europeo como el décimo séptimo del mundo con más infecciones.
"un nuevo rumbo"
La renuncia del gabinete se acordó el jueves y fue confirmada ayer. En una reunión, "el Presidente de la República y el primer ministro se pusieron de acuerdo en la necesidad de formar un nuevo gobierno para encarnar una nueva etapa del quinquenio, un nuevo rumbo", comunicó la Presidencia. Rumbo que debe incluir "un proyecto de reconstrucción social, económica, medioambiental y local", agregó.
Este cambio de gobierno era inminente tras el duro revés que sufrió el joven partido gubernamental, La República en Marcha (LREM), en las elecciones municipales del domingo, marcadas por el avance de los ecologistas.
El Ejecutivo francés ha atravesado un período complicado, con la inédita movilización de los "chalecos amarillos", la huelga contra la reforma de las jubilaciones y el descontento del personal sanitario. A esto se suman las consecuencias de la pandemia de coronavirus, que ha tenido un impacto devastador en la economía francesa. El Banco de Francia estimó que el desempleo llegará a 10% a fines de 2020 y a 11,5% a mediados del año que viene, un nivel "por encima de precedentes históricos" de recesiones económicas.