La autora que dio su vida por cazar a un asesino
HBO estrenó "El asesino sin rostro", serie documental basada en las investigaciones de Michelle McNamara que ayudaron a arrestar a un psicópata que violó a más de 50 mujeres durante los 70
Las series documentales sobre crímenes han alcanzando las cimas del streaming desde que Netflix comenzó a apostar insistentemente por ellas hace algunos años. La mente homicida se convirtió en material masivo de interés, reviviendo esa fascinación tan estadounidense por los asesinos seriales.
La escritora Michelle McNamara compartía esa obsesión. Desde que mataron a una vecina durante su adolescencia, comenzó a interesarse cada vez más por el crimen. Probó suerte como guionista de thrillers en Hollywood, pero no tuvo éxito. Entonces, alentada por blogs dedicados a muertes sin resolver, reemplazó sus búsquedas en el cine por la investigación periodística.
"El asesino sin rostro", la nueva serie documental de HBO ¬que se puede ver en el canal y también en la app HBO-Go, está basada en "I'll be gone in the dark" (2018), libro que McNamara no pudo ver en vida, ya que murió en el 2016 debido a una sobredosis accidental de barbitúricos.
La publicación narra su obsesión por cazar a un misterioso criminal que entre los años 70 y 80 violó a más de 50 mujeres y asesinó al menos a 12 personas en el sur de California. Juntando las piezas, recopilando más de 3.500 archivos relacionados con el caso, recogiendo testimonios y publicando avances en su sitio True Crime Diary, McNamara compuso una obra que fue de gran ayuda para que el FBI pudiese reabrir el caso en el año 2016. El responsable de esas brutalidades impunes -bautizado por la autora como "El asesino del Golden State"- era James DeAngelo, un aparentemente inofensivo jubilado de 76 años de edad que vivía con su hija y su nieta en una casa de Sacramento. Fue arrestado el 25 de abril de 2018. McNamara ya estaba muerta. Derribada por la ansiedad de cazar a ese depredador que se volvía más monstruoso a medida que indagaba en sus actos bestiales. A su desgastante exploración por una mente oscura se sumaron el miedo, la paranoia y el insomnio. Esto último la llevó a usar fentanilo, el peligroso opiáceo que el mismo día de su muerte se llevó también a Prince.
"Es una paradoja terrible que muriera sin ver al asesino capturado. Ella no quería fama o reconocimiento, sino verlo entre rejas", opinó tras el fallecimiento su marido, el comediante Patton Oswald, personaje pilar en la serie tras la ausencia de la autora.
Aunque la producción -dirigida por Liz Garbus ("What Happened, Miss Simone?")- mantiene el formato estándar de este tipo de ofertas, busca el balance entre la biografía de McNamara y la investigación criminal, con testimonios de víctimas, detectives y cercanos al caso. Eso permite que sea la crónica de una pesquisa policial y, al mismo tiempo, una radiografía a la peligrosa y necesaria práctica de buscar justicia en contra de las adversidades.
"Lo que no menciono, es lo incómodo que me ha resultado darme cuenta de hasta qué punto nuestra búsqueda frenética, constituye un reflejo del comportamiento compulsivo del individuo al que buscamos", escribe McNamara en el libro deduciendo que el investigador y el asesino pueden compartir un mismo tipo de obsesión.
La serie que estrena HBO está basada en el libro escrito por Michelle Mcnamara.
Por Andrés Nazarala R.
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