Fuerte golpe al mercado laboral
Uno de cada cuatro antofagastinos está cesante o dejó de buscar trabajo los últimos meses. El empleo es otra víctima del coronavirus. Los trabajadores "inactivos" en la región aumentaron en 50 mil en el trimestre marzo-mayo. Se trata de personas que temen enfermar o piensan que no hallarán trabajo en el actual escenario de pandemia.
El último boletín del Centro de Economía y Política Regional, CEPR, de la Universidad Adolfo Ibáñez entregó una radiografía impactante del mercado laboral en la región. Tal estudio tiene la virtud de incorporar a la fórmula de cálculo de la desocupación a las personas "inactivas" laboralmente, es decir aquellas que, pese a poder trabajar, han dejado de buscar empleo por distintos motivos. De esta manera, lo que ofrece es una mirada "corregida" de la realidad que estamos enfrentando debido a la pandemia.
El informe, que comparó datos del trimestre marzo, abril y mayo de este año y con igual periodo del año anterior, estableció que en la región los ocupados bajaron de 317.214 a 276.845 personas, mientras que los desocupados subieron de 31.858 a 42.201 personas. Sin embargo, el dato más revelador son la personas "inactivas", que aumentaron en más de 50 mil al comparar iguales periodos. Se trata de personas que salieron del mercado laboral y han suspendido temporalmente la búsqueda de empleo, ya sea porque observan que sus esfuerzos serán en vano y prefieren esperar un repunte del mercado, o porque temen enfermar. Esto ultimo afecta principalmente a los trabajadores de mayor edad.
Con estos datos, el boletín laboral concluye que la desocupación "ampliada" en la región (desocupados más inactivos) es del 25%, lo que se traduce en que uno de cada cuatro antofagastinos está buscando empleo y no lo encuentra, o suspendió la búsqueda de un cupo laboral en los últimos meses.
El informe saca a la luz un problema que se podía intuir. La pandemia y las medidas adoptadas para enfrentarla están teniendo un fuerte efecto en el empleo, elevando la cesantía y generando un clima de desaliento y temor que aumenta la inactividad.
Este panorama plantea un desafío inmediato, que es asistir a miles de familias han visto caer dramáticamente sus ingresos; pero también retos hacia el futuro, pues el mercado laboral seguirá afectado por largo tiempo y se necesitarán acciones para activarlo. Sin duda son momentos difíciles, la pandemia no sólo cobra vidas, también destruye el empleo y trae pobreza. Por eso vencerla es un desafío muldimensional.