Computador o pizarrón, el desafío de enseñar a leer con clases online
PANDEMIA. Educadores han debido adaptar sus formas de enseñanza debido a la pandemia, que impide el contacto estrecho con el alumno, tan importante en las primeras etapas del proceso de aprendizaje.
Lorenzo tiene cinco años y cursa kinder en el Colegio Costa Cordillera. Al igual que muchos niños en edad escolar, él solo alcanzó a asistir dos semanas a clases presenciales. Luego vino la pandemia y desde entonces el living de la casa se transformó en sala de clases y el computador en su profesora.
Si bien a su corta edad el pequeño maneja sin problemas la tecnología, las clases online no le resultan interesantes y se desconcentra con facilidad. Por más que su profesora se esfuerza al otro lado de la pantalla en enseñarle contenidos a él y sus compañeros, la situación finalmente termina por agobiarlo.
Y claro, la persona que está tratando de enseñarle no es el youtuber de moda al que puede pasar horas mirando por internet.
Los procesos metodológicos de enseñanza que han surgido en el contexto de la emergencia sanitaria aún se encuentran en etapa de ensayo y error. Los educadores han debido aprender y adaptarse sobre la marcha a los cambios obligados que exige hoy el uso de plataformas digitales.
Doble desafío
En esa línea, enseñar a leer y escribir supone para los docentes un doble desafío, ya que es parte de la base de la educación de niñas y niños, con ese contenido aprendido se da inicio al ciclo escolar en el que se van a aprendiendo otra serie de habilidades para su vida.
Si bien los expertos en educación señalan que es posible introducir a los niños y niñas en el aprendizaje de la lectura y escritura a temprana edad a través de modelos en línea desde sus casas, advierten que este proceso no está exento de complicaciones, por lo que requiere, por una parte, que los educadores propicien experiencias lúdicas y, por otra, que los padres participen de forma activa.
"Se le puede enseñar a un niño a leer y a escribir dentro de una plataforma online, teniendo en cuenta la madurez del niño a su edad para que se pueda manejar de manera tecnológica. Sin embargo, hay aspectos que quedan fuera, como la cercanía que existe entre el docente y el estudiante, sobre todo en el refuerzo positivo que puede existir al momento de escribir, en refuerzo a lo que es la grafomotricidad", enfatizó Rolando Molina, Doctor en Educación y académico de la Universidad Pedro de Valdivia sede Antofagasta.
Por su parte, Claudia Ormeño Hofer, directora nacional de Escuela de Educación Parvularia de la Universidad Santo Tomás, señala que partiendo de la premisa que la lectura y la escritura son actos que se aprenden fundamentalmente observando, resulta importante el modelo que la familia y la escuela puedan ofrecerles, especialmente en lo que respecta a su propia relación con el lenguaje escrito.
"No hay que olvidar que la calidad de la alfabetización en este período tiende a determinar el "éxito" o "fracaso" escolar (Cook-Gumperz, 1988 citado en Elchiry, 1991). Por lo tanto, es factible enseñar a leer y escribir a través de clases online, siempre que los educadores propicien experiencias lúdicas y la familia proporcione un ambiente letrado para que los niños puedan sentir curiosidad por libros y textos, para así, lograr que se interesen por el conocimiento", dijo.
Respecto a qué metodologías de enseñanza se pueden aplicar para lograr que un niño/a de primero básico aprender a leer y escribir a través de educación virtual, los especialistas recomiendan que las clases siempre sean entretenidas para el estudiante, a partir de dibujos, canciones, juegos y softwares educativos, entre otras modalidades, que lo acerquen a un contexto que sea cómodo y cotidiano.
"Debe trabajarse desde el constructivismo a partir de plataformas virtuales que aseguren que el niño/a esté desarrollando la habilidad de la escritura y lectura a partir de lo que sea interesante para él, lo que tiene relación con la manipulación de las aulas virtuales", apuntó Ormeño.
Sobre lo mismo, el profesional agrega que "las metodologías estarán siempre asociadas desde lo llamativo para un niño de primero básico, que bordea los seis años y que se encuentra en un estadio bastante concreto. De esta manera, entre más llamativa sea la metodología, será más fácil enseñarles a leer y escribir".
En tanto para la Educadora de Párvulos de la Universidad de Concepción, esta pregunta solo es posible responderla desde el marco teórico que cada educador se sitúe.
"Personalmente mi enfoque tiene relación con los postulados de la psicogénesis de la lengua escrita, es por ello que debemos trabajar estrategias dirigidas tanto al sistema de escritura como al lenguaje escrito. Entre ellas está: biblioteca dentro de la casa (organizar un espacio para que el niño lea lo que le interesa), lectura y escritura de su nombre a partir de juegos (bingos, rompecabezas, dominó, etc), interpretar textos desde las estrategias de Goodman (muestreo, predicción, inferencia, corrección confirmación), producción de textos de su interés para ello será necesario crear situaciones de producción reales en contextos reales, juegos con letras móviles, juegos de puzzles, crucigramas, cartas, entre otros", enfatiza.
Impacto
Por último, consultados sobre si la metodología virtual tiene el mismo impacto en el aprendizaje del niño/a que las clases presenciales, tanto el profesional de la UPV como la académica de la UST señalan que con las metodologías adecuadas se puede lograr buenos resultados en los estudiantes.
"Claramente el impacto del aprendizaje de un niño a través de lo virtual es distinto, lo que tiene relación con el acercamiento entre el estudiante y el profesor. El proceso de lectoescritura es bastante importante en los refuerzos, por lo tanto, es relevante que muchas veces el docente esté al lado del estudiante. Tampoco significa que sea negativo, sino que dos formas distintas de poder evidenciar la educación y el proceso de lectoescritura", afirmó Ormeño.
"Desde mi experiencia puedo decir de manera global que sí. Tiene el mismo impacto, tanto en lo positivo como en lo negativo. Me refiero a que estando en actividades rutinarias, sin el contexto actual, los niños y niñas podrían alcanzan aprendizajes en esta área con impacto positivo o negativo, realizando experiencias que van a depender de un adecuado y pertinente diseño, planificación e implementación de estrategias y recursos para ello. Pues bien, lo mismo ocurre con metodologías virtuales… la diferencia es que actualmente el uso de estas "aulas virtuales" están siendo utilizadas más bien de manera" intuitiva" por educadores y padres y para conseguir impactos positivos es necesario, preparar un ambiente intencionado con el uso de las tecnologías y medios tecnológicos", cerró Molina.
"Hay aspectos que quedan fuera, como la cercanía que existe entre el docente y el estudiante, sobre todo en el refuerzo positivo que puede existir al momento de escribir, en refuerzo a lo que es la grafomotricidad".
Rolando Molina
Doctor en Educación y Académico de la UST
"Debe trabajarse desde el constructivismo a partir de plataformas virtuales que aseguren que el niño/a esté desarrollando la habilidad de la escritura y lectura a partir de lo que sea interesante para él".
Claudia Ormeño Hofer
directora de Escuela de, Educación Parvularia de la UPV