Trump refuerza mensaje contra el socialismo en medio de otro día de protestas
EE.UU. Manifestantes quemaron banderas tras discurso por Día de la Independencia. Ayer también arremetió contra Maduro.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó ayer que su administración "siempre permanecerá contra el socialismo" y señaló que su gobierno espera que Venezuela logre su "independencia verdadera".
"Hoy, por el 209 aniversario de la Declaración de Independencia de Venezuela, EE.UU. reafirma su solidaridad con el pueblo de Venezuela", dijo el mandatario en un comunicado publicado por la Casa Blanca. "El pueblo venezolano está sufriendo bajo un régimen ilegítimo y tirano que intenta destruir las instituciones democráticas, abusar de los derechos humanos, implicarse en una corrupción desenfrenada y explotar la peor crisis económica y humanitaria de la historia reciente", enumeró Trump. "Aún así, EE.UU. tiene una gran esperanza por el pueblo de Venezuela. A través de su perseverancia y coraje, Venezuela logrará la independencia verdadera", continuó el mandatario.
Estados Unidos ya no reconoce oficialmente a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela, y en marzo presentó cargos por narcoterrorismo contra el mandatario y ofreció 15 millones de dólares por cualquier información que lleve a su captura.
Protestas
Mientras Trump cerró los mensajes oficiales del 4 de julio con fuerte carga política, banderas estadounidenses quemadas y el derribo de una estatua de Cristóbal Colón en Baltimore fueron algunas de las escenas que se vieron en una nueva ola de protestas en distintas ciudades de EE.UU., especialmente luego del discurso que pronunció Trump desde la Casa Blanca el sábado, que fue considerado "polarizador" y apuntó a los violentistas que han aprovechado las manifestaciones para atacar monumentos, comercios y estaciones de policía.
En su alocución, el presidente afirmó: "Ahora estamos en proceso de derrotar a la izquierda radical, los marxistas, los anarquistas, los agitadores, los saqueadores y a la gente, que en muchas instancias no sabe en absoluto lo que está haciendo". Asimismo, aseguró que nunca permitirán que una muchedumbre enfadada borre la historia del país y derribe monumentos. Este segundo discurso fue similar al pronunciado el día anterior en el monte Rushmore, en Dakota del Sur, el viernes en la noche.
Con motivo del 4 de julio, había convocadas manifestaciones antirracistas y para pedir la renuncia de Trump y de su vicepresidente, Mike Pence, en varias ciudades de EE.UU., que acabaron con la quema de banderas en Washington DC, Los Ángeles, Chicago y Nueva York, según uno de los organizadores, el Partido Comunista.
En el caso de la capital, los participantes prendieron fuego a la bandera junto a la plaza Lafayette, el parque que está al lado de la Casa Blanca al grito de "EE.UU. nunca fue grande", que contrasta con el lema de campaña de Trump "Haz a EE.UU. grande de nuevo".
Muerte en seattle
Mientras tanto en Baltimore (Maryland), un grupo de manifestantes derribaron el sábado en la noche la estatua de Cristóbal Colon situada en la zona de Little Italy y la tiraron al agua en Inner Harbor.
En las últimas semanas se han multiplicado los ataques a monumentos de líderes de la Confederación, padres fundadores de EE.UU. y de exploradores vinculados a la conquista española de América, como Cristóbal Colón, que son percibidos como símbolos del racismo por los manifestantes.
En Seattle la situación fue más grave, porque el sábado en la noche un manifestante falleció y otros dos resultaron heridos después de que un vehículo se saltara una barrera policial y arremetiera contra una protesta nocturna en la ciudad. Según medios locales, el conductor de 27 años se dirigió contra una decena de manifestantes del movimiento Black Lives Matter (las vidas negras importan) que protestaban frente a la violencia policial contra los afroamericanos y estaban bloqueando una carretera la pasada madrugada. Por el momento, el sujeto fue detenido por la policía.