Especialista: Menores de edad no son inmunes al coronavirus
SALUD. En la región se han reportado 635 casos de niños y adolescentes contagiados, lo que equivale al 6% de todos los positivos. Hay estudios que advierten la presencia de un extraño síndrome que afecta a esta población, lo que está en estudio.
Desde que se inició la emergencia sanitaria por el coronavirus en el país, uno de los focos de atención ha sido el segmento de los adultos mayores, quienes se transformaron en el principal grupo de riesgo y con el más alto índice de letalidad.
Al otro extremo estaban los menores de 18 años, los que, según los informes epidemiológicos, tienen menos posibilidades de contraer el virus, y de ser así, los síntomas pueden ser leves y en la mayoría de los casos no habría riesgo vital.
No obstante a ello, los médicos insisten en que debido a que el COVID-19 es un virus nuevo, todavía no hay certeza del comportamiento y su evolución en el ser humano.
Además, en el caso de los menores de edad, ya hay estudios sobre la presencia de un síndrome inflamatorio que afecta a esta población.
Síndrome
Según datos entregados por el gobierno regional, desde el inicio de la pandemia a la fecha, 635 menores de 18 años de la Región de Antofagasta, se han contagiado de COVID-19, y de ellos, 200 casos aún se mantienen en calidad de activos.
La cifra representa el 6% del total de los infectados en la región y demuestra que los niños y adolescentes no son inmunes a este virus y deben tomar los mismos resguardos para evitar enfermarse.
Javier Mena, epidemiólogo de la Seremi de Salud, comentó que mayoritariamente los pacientes en este rango de edad presentan síntomas leves, sin embargo, "ya existen antecedentes del síndrome inflamatorio multisistémico, que es una forma de agravamiento de la enfermedad en los menores de edad". Y agregó que ya se han presentado algunos casos de este síndrome en Chile.
El profesional detalló que este síndrome no es una enfermedad propiamente tal, "si no que son una serie de manifestaciones clínicas que parten incluso con una fiebre, conjuntivitis sin secreción, pero que van dependiendo de qué órgano está afectado ".
Al respecto, explicó que el virus ha demostrado que puede afectar a distintos órganos, es decir, no sólo actúa a nivel pulmonar, sino que también a nivel cardíaco, renal y hepático. "Va a depender mucho en qué órgano se logre alojar para ver qué manifestaciones clínicas tendrá, y eso es lo que se está investigando", puntualizó el epidemiólogo.
El experto explica además que este síndrome incluso podría agravarse si el menor presenta algún cuadro clínico previo o una enfermedad de base.
"Hay condiciones especiales en todo paciente que pueden generar estos agravamientos, principalmente infecciones anteriores, infecciones sobreagregativas o también enfermedades crónicas de base en los niños, o enfermedades inmunes. Las personas que tienen débil su sistema inmunitario pueden generar distintos tipos de manifestaciones y aquí no se excluye a los menores de edad", precisó.
Focos
Respecto a cuál es el principal foco de contagio del virus en los menores de 18 años, Javier Mena detalló que son los padres, aunque también existen casos de niños que lo adquirieron de forma intrahospitalaria, "aunque son los menos".
Aclaró que, en el caso de los menores de edad, no se realiza un estudio sobre el rubro en que se desempeñe él o los padres para determinar la trazabilidad.
"Lo que nos interesa es buscar el caso primario, por lo tanto determinamos si es el padre, o la madre, y si el contagio no está dentro del hogar del menor, buscamos otra alternativa".
Dentro de este rango etáreo (0 a 17 años), Mena señala que el grupo de mayor riesgo es el de niños o niñas entre cero y cuatro años, pero el mayor número de contagiados se ha registrado en los adolescentes sobre los 14 años.
Al igual que en el resto de los rangos, hay más hombres que mujeres (60% v/s 40%).
Riesgo
Javier Mena reiteró que la comunidad debe tener presente que todas las personas en el mundo se pueden contagiar, independiente del grupo de edad, sexo, genotipo. "Toda la raza humana está susceptible a infectarse", dijo.
Advirtió que se tiene la percepción de que los niños no hacen cuadros respiratorios graves, "porque podrían estar con una estimulación mayor de su sistema inmune, ya que se han estado vacunando constantemente por distintas razones".
En el mismo aspecto, comentó que los primeros brotes, o las primeras epidemias, fueron en China "donde está controlada la natalidad, e Italia donde existe una población bastante envejecida". Sin embargo manifestó que "el verdadero efecto en los niños se verá en América Latina y en África, cuando se expanda".
El especialista concluyó reforzando la idea de que los niños sí se pueden infectar y se pueden enfermar.
"La manifestación puede ser leve o moderada, pero también puede ser grave, los niños no están libres de esta enfermedad, en eso tenemos que educar a la población, los niños no son inmunes al COVID-19", finalizó.