Aries

Amor: Eres una persona bastante errática y aventurera. Te encanta vivir grandes historias. Trabajo: Tienes mucho talento y potencial. Sería bueno que lo usaras para crear algo positivo.

Del 21 de marzo al 19 de abril.

La fiesta de La Tirana 2020 no se suspendió. Cambió de lugar y se reinventó en Iquique. Estar en fiesta es estar todos juntos, estar en Covid19 es permanecer atomizado. Pero hay líneas que nos unen como la del ferrocarril, redes que nos congregan, sentimientos que nos llevan a ocupar el espacio público de otro modo. Se reemplazó por la puerta de la casa, por el antejardín, por el techo.

Varias imágenes se me quedan, todas transmitidas por las redes. Ver alzar una bengala a Rubén "Yoma" Guerrero, ver a José Zuleta en la puerta de su casa tocando su matraca. Extrañar el abrazo a Palape y a la Osvaldina. Imaginarme la pena en la casa de los Barahona-Heraldo. Las canciones eternas como "La Reina del Tamarugal" calando como el frío en los huesos. "El Rocío de la Pampa" invitándonos a cantar todos juntos. La Tirana se desplazó a esta ciudad tan festiva como triste a la vez.

Se nos cercenó el cuerpo, más no la mirada. El marianismo, en este caso, fue una gran red que asemeja un abrazo o un apretón de mano. La chusca se convirtió en asfalto y la camanchaca en aire fresco. Nuestro firmamento se pintó de rojo y recordé esa frase de Silvio "hay que quemar el cielo, si es preciso por vivir". Pero siempre hay grandes detalles, esa estrofa de nuestro himno que divide. Por lo mismo hay que volver a cantar el himno a Iquique. Ese lapsus nada de inocente, preocupa, como preocupa que sumen los contagios.

Nada reemplaza la presencialidad. Pero, la creatividad y adaptación del mundo mariano es sorprendente. No importan los medios, la idea es estar juntos. La víspera hizo desvanecer "el largo camino" entre Iquique y La Tirana. Como dijo un tal Carlos Marx "todo o sólido se desvanece en el aire".

Cantan los peregrinos

"Que triste momento/ madre en que todo ya nos vamos/ danos vida para el año/ para que todos volvamos".

Y ya se prepara la fiesta del Lolo.

Y la Chinita, por si fuera poco, nos hizo un guiño con el 10 por ciento .

Y la Chinita nos contuvo un temblor de 5.9 grados, que no pasó a nada más que un susto.

¡Gracias, Chinita!

Bernardo Guerrero Jiménez, sociólogo, académico UNAP Iquique, escritor