"Llegábamos a casa sin zapatos"
IDENTIDAD. Juan Zebra Godoy, suplementero, fotógrafo, locutor radial y exconcejal de Calama.
Juan Zebra Godoy (60), es un verdadero multifacético. Uno de los más antiguos canillitas de Calama, fotógrafo, creador de la revista educativa El Topáter, locutor y director de radio Calama y también concejal por la comuna en el período 2012-16.
Una trayectoria en la que se ha identificado con la comuna y ha sido uno de sus grandes defensores.
¿Cómo fue su infancia en la Calama de fines de los 60 e inicios de los 70?
- Si bien nací en la población O'Higgins, mis primeros pasos lo di en el centro de Calama en calle Pedro León Gallo con Latorre. Prácticamente mi vida se desarrolló allí, en el centro de la ciudad y el Parque Manuel Rodríguez con el cohete. Ese lugar guarda mis juegos de niño, teníamos un parque para nosotros. Por ahí pasaba un canal de regadío o acequia como se le llamaba en ese entonces, donde hoy está ubicado el Cohete, por ese lugar pasaba el canal repleto de agua y bajaba por las casas de calle Cobija. Nos poníamos a jugar con nuestros propios zapatos echando carreras de lanchas de un lado a otro, en esa se nos pasaban y se lleva el agua nuestras lanchas o botes, por lo tanto llegábamos a casa sin zapatos y en ese momento la reacción de nuestra madre era terrible correazos iban correazos venían.
¿Cómo era la Calama de antaño?
- Nuestra querida ciudad de Calama del ayer, sin duda era muy diferente, donde la delincuencia era muy escasa y se podía hacer una mayor vida familiar. Cómo no recordar las populares micros de la línea tres o cuatro y cuando llegaban circos o juegos de entretención, era toda una fiesta y alegría.
¿Y en qué momento empezó su vida laboral?
- Yo comencé mi trabajo como suplementero o canillita desde muy pequeño por herencia de nuestros padres, junto a mi hermano Ramón recorríamos la popular feria 21 de Mayo que se desarrollaba solamente los días domingos en la avenida Granaderos población 21 de mayo. Y también recorríamos el centro gritando El Mercurio.
¿Cómo llegó a la radio y cómo se transformó en su otra pasión?
- Bueno lo de la radio era mi sueño, en general las comunicaciones, lamentablemente nunca pude estudiar por motivos económicos y personales, allí hay otra historia quizás algo lamentable… Yo llegué a la radio conociendo a algunos grandes locutores, pero quien me inculcó el amor y fue mi primer maestro, fue mi compadre Alfonso Flores Ardiles, en la Radio Calama. Él fue quien me impulsó a ingresar al maravilloso mundo de la radio hasta que llegó el momento en que don Juan Luis Maurás Novella, con toda su confianza me dejó a cargo la emisora, asumiendo la dirección.
Después de haber conocido el mundo radial y contar con la experiencia necesaria, labor que he desarrollado con mucha pasión, como igualmente la edición de la revista El Topáter y otros medios escritos. En honor a la verdad, he sido todo un autodidacta en las comunicaciones y lo llevo en mi corazón.
Y su incursión en la política en el servicio público, ¿cómo surgió?
- Bueno, otro gran sueño quizás ya cumplido, aunque me falta aun algo, ser alcalde. Pero bueno, como suplementero, un oficio al cual quiero mucho, porque he conocido a grandes personas desde autoridades, profesionales y hasta el más humilde ciudadano vendiéndoles los diarios y llegando a sus mismos hogares y con muchos de ellos logré una conversación de temas diversos, incluso invitándome a tomar un té junto a ellos y dialogando especialmente temas ciudad, donde siempre expresé mi interés en ser algún día autoridad.
El responsable de todo eso fue Mario Escobar Urbina, un gran amigo y guía político quien jamás me ha dejado solo, como igualmente otros personeros importantes a quienes tengo mucho que agradecer.
¿Cómo le gustaría que fuera la Calama del futuro?
- Una ciudad limpia y libre de contaminación, indudablemente que es imperativo contar con centros de estudios reales y potentes de técnicos y profesionales. Creo que esta pandemia nos dejara muchas enseñanzas de falencias como ciudad y región que se han desnudado y quedado a la luz pública, como por ejemplo la real falta de mano de obra local calificada y así no contar con gente de afuera que nos colapsé el aeropuerto y nos traigan esa problemática que hasta el día de hoy estamos viviendo.
Lo otro, no podemos dejar de mencionar que nuestra ciudad aún está olvidada y falta urbanización y crecimiento, por eso quisiera ver a mi ciudad en desarrollo. Por lo mismo considero que hay que luchar para recuperar lo que se perdió y fue arrebatado : el 5 % de las ganancias del cobre para nuestra ciudad para forjar un futuro mejor para Calama.