Alberto Montt: "Me ahorro la terapia dibujando"
Toma un lápiz cada día para trazar viñetas, movido por la "Ansiedad". El dibujante Alberto Montt convirtió esa presión que siente en el pecho en un libro protagonizado por un bicho rojo que ataca a todos por igual.
La ansiedad es como un bultito rojo intenso, redondo y con púas: así la dibuja el autor del blog "Dosis diarias", Alberto Montt. El también creador de los libros "Sólo necesito un gato" y "Laura y Dino" se explaya sobre la "Ansiedad" en un volumen recién publicado por Editorial Planeta.
Cuadro a cuadro y a todo color muestra lo inútil que es preocuparse por cosas que aún no ocurren y que tal vez nunca lleguen a pasar. Por ejemplo, el nuevo personaje de Montt -estrenado hace unos meses en redes sociales -recomienda a un lector de Stephen King ("It") un microcuento de suspenso y terror: "Tu futuro".
De esta forma, Montt humaniza aquella presión en el pecho que acompaña a los humanos modernos desde que les avisaron que había prueba de matemáticas el lunes.
-Cuando uno mira a sus modelos personales de éxito piensa que ellos no pasan por este tipo de miedos…
-Es la maldita manía de idealizar todo. Todos somos humanos y tenemos las mismas falencias, las mismas angustias, ansiedades, miedos. Entender eso, reírte de eso, es muy terapéutico.
-¿Vas a terapia?
-No, me ahorro la terapia dibujando. "Ansiedad", más que autoayuda es ayuda comunitaria, porque la autoayuda tiene mucho de "haz lo que tú puedas contigo mismo, tú puedes, tú puedes". En cambio, con "Ansiedad" mucha gente se ha visto reflejada, pero, mejor que eso, se ha dado cuenta de que no está sola, que lo que muchas personas creían que les pasaba sólo a ellas resultó que era muchísimo más común. Hay psicólogos que han ocupado las viñetas para poder bajar a tierra una idea que puede ser más abstracta desde la teoría: si uno lo explica con algo más sencillo permite visualizar el problema desde afuera. Eso ya es ganancia.
-Objetivar el problema, dicen los psicólogos.
-Exactamente. Para mí es sublimar este bicho (rojo, redondo y con púas), sublimar mis problemas. Al final todas las viñetas tienen que ver con algo que me ha pasado, he sentido o he tenido que ver muy de cerca. Desde esa perspectiva no tengo miedo de caricaturizarlo, porque al ser honesto con lo que estoy haciendo o al hablar de mí mismo sé que no estoy burlándome, ni haciendo chistes, ni tratando de echar en cara nada a nadie, es una terapia personal.
-Algunos especialistas recomiendan no estar demasiado atento a los pensamientos.
-Hay una parte del río que tienes que dejar fluir porque o sino se te rebalsa la represa. (La ansiedad) a veces puedes sentirla un poco más calmada, pero siempre está ahí, flotando, regocijándose, haciendo de tu cerebro un patio de juegos.
Pandemia
-¿Cómo has controlado tu ansiedad durante la cuarentena?
-Dibujando, creo que ese es el único tratamiento que relativamente me sirve: agarrar y exorcizar demonios a través del dibujo. Funciona mejor que el Ravotril por el momento. Hay que ver cómo vienen los días y si sigue con ese nivel de eficiencia no voy a tener que cambiar. Ahora no estoy en cuarentena, porque estoy en Las Condes, pero soy un creyente de la cuarentena: no me pienso mover. Le rezo a la cuarentena todos los días porque al final es lo único que funciona (contra el coronavirus), no te contagias y no ayudas a propagar. Si esto depende de quienes podamos hacerlo (mantenerse encerrados) al final es -incluso- un tema de responsabilidad social. Más que el miedo personal, (no salir) es tener una noción de comunidad.
-¿Qué recomiendas para convivir con la ansiedad?
-Darte cuenta cuándo es ansiedad y cuándo eres tú realmente. El 99% de las veces es la ansiedad, pero por lo menos ya sabes que cuando te tocas el bultito en la axila no tienes que salir corriendo a buscar en Google. O no necesariamente todo ganglio inflamado es cáncer a la tiroides: no todos los planes se van a ir al carajo. Abrí el libro 'Ansiedad' con la frase "la mayoría de los problemas que has tenido en la vida, nunca sucedieron": es eso. Alguien dijo por ahí también que "el cobarde muere muchas veces". Y sí, cada vez que crees que vas a morir y no mueres, tienes el mismo sufrimiento.
-¿Qué opinas sobre esa imposición social de tener que ser feliz todo el tiempo?
-Me parece que le ha hecho pésimo a la sociedad. Esa felicidad tóxica. Ese positivismo envenenador lo único que hace es tildar de equivocada a la persona que no es positiva. Te obliga a estar todo el tiempo arriba y te hace sentir que no perteneces si te permites un poco de dolor, tristeza o soledad. Estoy muy, muy en contra del positivismo tóxico. Está bien estar mal, porque si no estás mal, nunca estás muy mal. Aparte si estás bien es cosa de pensar un poco y vas a estar mal en cinco minutos. Uno está bien sólo porque no se ha dado cuenta qué tan mal está (ríe).
-Cuando terminaste de construir el libro 'Ansiedad', ¿te sentiste más relajado?
-No, por supuesto que no. Ahora tengo ansiedad de qué hago para otro libro, pero también me hizo cuestionar qué tanto de lo que yo soy en lo cotidiano, de la creatividad que tengo, responde a esa ansiedad constante. Por ejemplo, esa visión paradisíaca de estar en una playa sin hacer nada más que tomar sol, me parece el infierno absoluto. Necesito un motor. He aprendido a agarrarle las riendas a la ansiedad para que me sirva de algo, sino me vuelvo loco.
Alberto Montt también es el autor del blog "Dosis diarias".
Por Valeria Barahona
alberto montt