Literatura en tiempos de pandemia
Es cierto que ya pasó ese tiempo en que tan unidos estábamos desde Arica hasta Atacama. Lo que ha pasado después no ha sido fácil y tal vez ya no estamos tan cercanos. Cabe preguntarnos qué pasó con todo aquello que a los escritores nos unía, pero al mismo tiempo no podemos evitar darnos cuenta de que muchos de los nuestros han partido. Entre ellos, un grande de la literatura chilena: el antofagastino Andrés Sabella con su enorme variada y preciada producción literaria y artística, y también el taltalino Mario Bahamonde con sus textos tan vivos de la tierra y de sus nortinos. Además, aún escriben otros antofagastinos con importantes aportes.
De cercana similitud tenemos en Iquique a Alberto Carrizo, ya un tanto cansado, pero también dejándonos entre tantos libros actuales, sus anteriores: el hermoso "Coral de las Caletas" y su fuerte "El Horizonte y su Estallido". Además, contamos con numerosos jóvenes de ambos sexos escribiendo. Mayo Muñoz, Guillermo Ross-Murray, Jaime Ceballos, Juan José Podestá, entre otros. Respecto de mujeres escritoras, existe actualmente un grupo cerrado pero activo. En la cercana Alto Hospicio, se está despertando gran actividad literaria, tanto de mujeres como de varones.
Este es un tiempo duro, un tiempo de dolor e incluso de miedo. No podemos salir y si pudiéramos, no podríamos saludarnos y menos abrazarnos. Quizá pueda hacer que estiremos la mano hacia los estantes y pasemos tiempo disfrutando de la lectura. Quizá también podemos utilizar las nuevas técnicas de comunicación como videoconferencias y así vernos unos con otros, comentar lo que leemos, ayudarnos compartiendo esperanzas. ¿Por qué insisto en leer y compartir lo leído?. Porque aun estando preocupados o solos y tristes, sin saber qué es lo que viene o cuando terminará todo esto, no podemos perder la esperanza y quizá leer sea una gran ayuda.
Cecilia Castillo, profesora, académica, escritora