Desde muy pequeña, Melany Letelier (19 años) ha estado ligada al fútbol y hoy es una de las figuras más destacadas del primer equipo femenino de Club de Deportes Antofagasta.

Como en Chile es prácticamente imposible vivir de este deporte (al menos para las mujeres que lo practican), hace dos años decidió entrar a estudiar Terapia Ocupacional en la Universidad de Antofagasta.

La joven deportista antofagastina espera que el balompié femenino en el país se convierta en una actividad profesional con mayor desarrollo e igualdad. En su camino ha tenido siempre el apoyo de su familia, quienes han hecho lo imposible para que pueda jugar.

Melany empezó jugando en ligas infantiles junto a los hombres, cuando aun escaseaban las ligas femeninas.

Sus más cercanos la describen como una persona alegre, con espíritu de niña y bromista, hasta el punto que en ocasiones le deben llamar la atención. Ahora, en época de pandemia, la artillera antofagastina está dedicada a estudiar y ponerse a punto físicamente para un posible retorno del fútbol. También aprovecha el tiempo para escuchar a sus artistas favoritos, dedicándole gran parte de la jornada a la música.

¿De dónde proviene tu gusto por el fútbol?

-Mi gusto viene desde muy chiquita, cuando iba a la cancha con mi mamá a ver a mi papá jugar. Recuerdo que me metía en los entretiempos, nadie me sacaba de ahí.

¿Recuerdas a tu primer profesor y partido?

-Mi primer profesor fue Diego Galleguillos, en una escuela de verano. Ahí debuté, y todo el resto del equipo eran hombres, recuerdo que mi primer partido fue en la cancha de tierra de Los Pinares. Aunque quiero destacar que mi primer club fue Ormazábal.

¿Qué significa el fútbol para ti?

-Lo es todo, aparte de que me encanta practicarlo y me ayuda a despejar la mente en los momentos en los que estoy llena de pruebas en la universidad.

¿Qué recuerdos tienes de tu infancia?

-Tengo tantos recuerdos bonitos que no sé por dónde empezar, pero el mejor que tengo es que siempre de chiquitita quise jugar fútbol. Mis padres siempre me apoyaron en cada momento, buscaban equipos para que yo jugara y si no me dejaban por ser mujer, ellos hacían uno para que yo pudiera jugar.

¿Qué personas han sido importantes en tu vida?

-Para mí, la familia es lo más importante. Ellos siempre han estado ahí, en cada paso que quiero dar.

Además de jugar fútbol, ¿qué hobby o pasatiempo tienes?

-La verdad es que me gusta mucho escuchar música en mis tiempos libres y comer.

¿Cuál es el momento más feliz y, por otro lado, el más amargo que has vivido?

-La situación más feliz fue cuando el 2017 me llamaron por primera vez a la selección chilena Sub 20. Creo que no he tenido momentos amargos en mi vida, me considero una persona feliz y que vive la vida como si se fuera acabar mañana.

¿Dónde te ves en una década más?

-Me veo siendo una profesional en cuanto a los estudios y por qué no en el fútbol, es algo a lo que no me resigno.

¿Cuál o cuáles son los lugares de Antofagasta que más te gustan y por qué?

-De Antofagasta me gusta la costanera, además me encanta caminar por el paseo del mar, escuchar las olas y sentir la brisa. Todo esto me trae mucha paz.

¿Qué es lo que mejorarías de Antofagasta?

-Me encanta mi Antofagasta. Lo que si me gustaría mejorar es la visión del fútbol femenino y que nos empiecen a valorar más como jugadoras. Creo que nosotras como plantel del Club de Deportes Antofagasta merecemos tener cosas al igual que otros equipos de la zona centro, como por ejemplo tener algún contrato, profesionalizar y avanzar en el fútbol de esta categoría.